La desaceleración económica provoca el desplome del tráfico de contenedores en el puerto de Valencia
El negocio vinculado al transbordo lastra la actividad de la entidad, que cae un 18% pese a resistir importaciones y exportaciones
La desaceleración de la economía valenciana, en sintonía con la situación europea, comienza a afectar a uno de los motores de la actividad autonómica, el ... puerto de Valencia. El tráfico de contenedores se ha desplomado un 18% en el mes de octubre debido a la caída de la demanda generalizada, lo que afecta directamente a la actividad.
Así lo avanzó Aurelio Martínez, presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, en una comparecencia tras el consejo de administración de la entidad en el que se decidieron otras cuestiones como dar luz verde a la nueva terminal de pasajeros, que será adjudicada a Baleària.
En su comparecencia también adelantó que el tráfico general de buques se ha reducido un 14%. Sin embargo, quiso dejar claro que todos estos registros son provisionales y que podrían mejorar levemente al comprobarse todos los datos.
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El principal responsable de la caída de la actividad es el transbordo de mercancías, una de las tres líneas de negocio de la institución. La misma se basa en utilizar al puerto de Valencia como intermediario o almacén provisional de contenedores. Esta reducción es algo negativo, pero se considera el mejor de los males posibles debido a que tanto las importaciones como, en especial, las exportaciones se mantienen en valores constantes.
Por el momento, la reducción del tráfico está permitiendo aliviar la situación de congestión que se vivía en las diferentes terminales y que era el principal motivo para finalizar la ampliación de la infraestructura. Sin embargo, se espera que una vez se vuelva a una situación de normalidad en el contexto internacional reviva esta cuestión.
Problema generalizado
La caída de la actividad no es una cuestión que solo afecta al puerto de Valencia. En el recinto de Castellón, donde ya se tienen datos definitivos, la tendencia a la baja registrada ya en septiembre se ha agudizado, y se ha cerrado octubre con un 19% menos de tráfico de mercancías al contabilizar 1.605.503 toneladas. En concreto, la mercancía general es la que más desciende, un 52,2%, seguida del granel sólido, que baja un 43,9%. Por el contrario, se incrementa un 15,5% el tráfico de graneles líquidos.
En ambos casos el balance es negativo, pero los dos recintos esperan que los buenos datos durante los primeros meses del año puedan compensar la situación y el ejercicio de 2022 se pueda cerrar en positivo. Sin embargo, el temor es que esta situación se extienda durante el tiempo y provoque un verdadero descenso en 2023, cuando se especula con que incluso se podrá entrar en recesión.
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