El aviso de Gonzalo Bernardos sobre la edad de jubilación: «Para el 2040, en Dinamarca será a los 70 años y España seguirá el camino»
El experto apunta hacia una reforma inevitable si no se quieren poner en riesgo las cuentas públicas
La sostenibilidad del sistema público de pensiones se ha convertido en uno de los grandes temas del debate económico en España, especialmente en un contexto de envejecimiento poblacional, precariedad laboral juvenil y aumento constante del gasto mensual en jubilaciones. Entre las voces más reconocidas que analizan esta realidad con contundencia está la del economista Gonzalo Bernardos, profesor de Economía en la Universidad de Barcelona, colaborador habitual en medios de comunicación y conocido por su capacidad para traducir la complejidad económica a un lenguaje claro y directo. Bernardos ha dedicado parte de su carrera a estudiar el mercado inmobiliario y los retos estructurales del sistema económico español, y en los últimos años ha centrado buena parte de su análisis en las tensiones que atraviesa nuestro modelo de pensiones.
En una intervención reciente en el programa laSexta Xplica, el economista se ha referido con claridad a un escenario que ya es realidad en algunos países del entorno europeo y que, según su criterio, se replicará en España antes de lo que muchos imaginan. «Para el 2040, en Dinamarca será a los 70 años y España seguirá el camino», advertía Bernardos en relación a la edad de jubilación, apuntando hacia una reforma inevitable si no se quieren poner en riesgo las cuentas públicas.
Este planteamiento no nace de una postura ideológica, sino de una constatación técnica: «España tiene en el sistema de pensiones un déficit de 65.000 millones de euros, que va a continuar subiendo», alertaba el profesor. Un problema estructural que se agrava por dos factores: el aumento en el número de jubilados —especialmente por la entrada de la generación del baby boom— y la brecha entre los nuevos pensionistas, que cobran más, y los que van saliendo del sistema.
Bernardos pone el foco también en la falta de preparación del país para asumir este cambio. Mientras Dinamarca ya ha eliminado las pensiones vitalicias a sus políticos y legisla para elevar progresivamente la edad de retiro, España mantiene un sistema muy generoso: «En materia de pensiones, en España el jubilado cobra como primera pensión el 83% neto del último salario y esto solo lo supera Turquía», explicaba con vehemencia. Esa generosidad, sin embargo, está sostenida por unos ingresos que no crecen al mismo ritmo: los jóvenes cotizan menos porque tienen peores sueldos y menor estabilidad.
Las alternativas, según Bernardos, tampoco son fáciles: o se incrementan las aportaciones a la Seguridad Social, algo que rechaza de plano —«Solo falta que los jóvenes, que ya ganan poco, ganen menos porque pagan más»—, o se reduce la cuantía de las pensiones, una opción que también descarta por considerarla injusta. Por eso, propone una tercera vía: retrasar la jubilación para que haya más años de cotización y menos años de prestación. Es decir, trabajar más para sostener el sistema.
Además, defiende que se valore lo que se tiene. «Yo creo que no valoramos lo suficientemente bien el estado del bienestar», recalcaba en el programa, donde reivindicó que España cuenta con una de las mejores sanidades públicas de Europa y universidades públicas de calidad reconocida. Pero avisa: si no se aplican medidas estructurales, ese estado del bienestar que hoy disfrutamos podría estar en riesgo en apenas una generación.
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