La Fonteta honra la Liga de la resiliencia
El Valencia Basket celebra el título más trabajado por las lesiones y la emoción de cerrar una etapa. El club pone en valor su historia y el motor de l'Alqueria para festejar su noveno título femenino en cinco años y señalar el paso al Roig Arena
Del equipo masculino del Valencia Basket depende, el acto de celebración de la tercera Liga Femenina de la entidad tuvo varios guiños hacia ello con ... la presencia de Pedro Martínez y sus jugadores en la grada que recibieron con una sonrisa esa apretada, la Fonteta pudo vivir ayer la última celebración de un título en su historia. El mejor símbolo de ello es que por primera vez la bandera de campeonas subió al cielo del pabellón en el mismo acto. Ya no habrá más partidos con lo que había que hacerlo así. El hilo conductor del noveno título en cinco años, todos ellos con Rubén Burgos al frente, fue dar valor a una temporada marcada por la resiliencia. Tras la decepción, uno de los palos deportivos más gordos de la historia del equipo femenino, de la eliminación en los cuartos de final de la Copa a manos del Jairis, las taronja se levantaron para superar esa decepción, y la plaga de lesiones, para acabar conquistando la triple corona liguera.
El mejor símbolo de que lo de las lesiones ha sido un efecto real se reflejó ayer en la celebración de la Fonteta. Raquel Carrera apareció en muletas tras torcerse el tobillo en el último cuarto del partido de Zaragoza, y hay que recordar que se perdió la primera parte del curso por la recuperación de su grave lesión de rodilla, Queralt Casas relató que su experiencia de presenciar la final desde el banquillo «no voy a mentir, ha sido muy difícil porque he sufrido más que jugando», Vitola también ha sido campeona pero sin poder jugar el último tramo de la temporada y Leticia Romero reconoció que cuando se rompió un dedo de la mano en la Final Six de la Euroliga pensó que no iba a poder ayudar en el playoff. La primera baja desde que se diseñó la plantilla el pasado verano, la única por un motivo feliz, fue Cristina Ouviña. Pero baja, con lo que el fichaje de Turner ya fue el primer golpe de timón forzado. La aragonesa mandó un mensaje de felicitación por vídeo, que fue recibido por una gran ovación por los 2.000 aficionados presentes en la Fonteta: «Este triunfo es de todos, me hubiese gustado estar animando pero este balón (refiriéndose a su estado de gestación) ya pesa mucho y no me puedo mover».
La plantilla masculina hizo el pasillo a las campeonas, con momentos emotivos como el saludo entre Rubén Burgos y Pedro Martínez, y la historia del equipo femenino estuvo muy presente. Conviene no olvidar que para llegar a los nueve títulos mucho antes, en 2014, la entidad taronja decidió rescatar a las que eran en ese momento categorías inferiores del Ros Casares y que se quedaron varadas en La Malvarrosa tras la desaparición del club. Begoña Pallardó, que consiguió la canasta del ascenso de Primera Nacional a Liga Femenina 2 en 2016, Leles Muñoz, Lorena Segura, Virginía Sáez y Rebeca Cotano fueron las encargadas de hacer las preguntas a las jugadoras campeonas, junto a Anna Gómez. Otras históricas como Esther Díaz o Irene Garí mandaron su felicitación a través de sendos vídeos. Honrar a la historia es la mejor forma de dar valor al presente.
«Hay esfuerzo, sacrificio, resiliencia pero hay una cosa fundamental que es la humildad», reconoció el director general Enric Carbonell ante la atenta mirada de Juan Roig o la alcaldesa María José Catalá: «Los que convivimos con este grupo de jugadoras y el staff sabemos que la humildad es lo que les hace seguir creciendo. Ahora el reto es enorme, el primer reto es no creérselo, seguir trabajando y no perder la emoción y el hambre de ser mejores cada día. Si no perdemos eso seguro que los resultados seguirán llegando y estamos orgullosos de nuestros equipos».
Las jugadoras del vinculado de Liga Challenge, La Cordà de Paterna, también tuvieron voz. Para emocionar a su entrenadora. Como sucedió con el discurso de Lucía Rivas: «Estoy muy contenta de poder crecer en la pista en el club donde estoy desde pequeña, con jugadoras como Alba Torrens o Nadia Fingall que son referentes y con Rubén Burgos y Gloria Estopá con la que he trabajado en Paterna». Para el director deportivo, Esteban Albert, la clave del éxito en una temporada tan dura es esa unión que existe entre todos los estamentos del club «que es la que hace que intentes superarte y cuando ves un obstáculo sólo pienses en salvarlo. La unión, entre toda la gente del club y la afición, es clave. Esa unión hace que nos permita superar retos». Ahora esos retos viajarán al Roig Arena.
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