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Capitanía atrae a miles de valencianos en busca del mejor gótico y los secretos del Ejército
Los visitantes disfrutan de las demostraciones con guías caninos, la exposición de uniformes y equipos militares o las visitas guiadas al convento de Santo Domingo
Ya sea por conocer el arte o la mejor arquitectura gótica valenciana. O por querer descubrir los secretos de nuestros ejércitos. O ambas cosas. Pero ... lo cierto es que cada vez que el convento de Santo Domingo abre sus puertas al público de manera masiva, lo que sucede dos fines de semana al año, sus estancias se llenan.
Este sábado, el histórico recinto de origen religioso, gestionado por las Fuerzas Armadas y sede institucional del Cuartel General de Alta Disponibilidad (GTAD), ha recibido la visita de cerca de 3.500 personas durante las sesiones de mañana y tarde: mayores y pequeños, con hambre de descubrir, conocer cultura y ejércitos o, sencillamente, hacerse un 'selfie' con casco y chaleco de camuflaje antibalas.
Todas estas posibilidades caben en un evento que se produce un par de veces cada año, una con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, en mayo, y otra, esta, con motivo del día de la Hispanidad, que fue conmemorado el pasado 12 de octubre.
Uno de los puntos que más atracción ha deparado ha sido la exhibición de medios del Ejército de Tierra y la sección de Intervención de Policía Militar. Pequeños y mayores, probaban una tienda de campaña o se enfundaban chaleco antibalas y casco y hasta probaban las comunicaciones con 'walkie' como si de una misión real se tratara.
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Una de ellas era Inma, una mujer de 50 años llegada desde Manises que por primera vez pisaba la jornada de puertas abiertas. «Nunca conocemos suficientemente bien lo que tenemos en nuestra casa y tenía la ilusión de descubrirlo». Además, «mi abuelo era ebanista y realizó trabajos en el cuartel, por lo que tenía mucha curiosidad por conocer este lugar». A su entender, «nuestro Ejército no está todo lo valorado que debiera para todo lo que hacen».
El aula capitular, estancia estrella junto al claustro, ha causado fascinación entre aquellos para los que el arte y la edificación en sí era el principal atractivo. No en vano es el lugar en el que San Vicente Ferrer tomó hábitos y luce unas espectaculares y altas columnas góticas que sustentan arcos de crucería. Un tesoro ante los ojos de paisanos y los muchos turistas que también aprovecharon la jornada de apertura gratuita.
Otro de los puntos fuertes de la muestra fue la demostración ante el público del perro Roco, al servicio del equipo cinológico de la Policía Militar. Su capacidad para las maniobras de ataque y defensa o la detección de explosivos y drogas fascinó a los asistentes a la jornada.
Según el coronel Jesús Marco, portavoz del CGTAD, estas jornadas atraen a un amplio abanico de personas, «desde profesores de arte, estudiantes, turistas o curiosos». La presencia de público internacional ha hecho que los códigos QR explicativos de los puntos de exposición enlacen con explicaciones en cinco idiomas.
Marco hizo balance del aniversario de la dana, catástrofe en la que el Ejército fue muy deseado desde el inicio ante la magnitud de lo vivido: «Nuestra impresión es que la gente estaba muy indignada por el hecho de que no estuviéramos desde el minuto cero. Nosotros fuimos cuando pudimos» a los lugares devastados. «Pero esa sensación de rabia se fue transformando rápidamente en agradecimiento y hasta sensación de echarnos de menos» cuando se produjo el repliegue.
La muestra también atrae a muchas familias de miembros de las fuerzas de seguridad o las Fuerzas Armadas. Es el caso de Dani, guardia civil que acudía acompañado de su mujer y sus hijos. Él también trabajó duro a causa de la dana y sus consecuencias, «retirando cuerpos, ayudando en rescates, moviendo coches...». Desde su percepción, «la sociedad está muy dividida ante la realidad de las Fuerzas Armadas, pero creo que con lo vivido el esfuerzo militar ha calado».
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