Los últimos pacientes del hospital Doctor Moliner

El objetivo es acelerar esas obras que quedan en Mislata para que cuadren los tiempos y los pacientes puedan ir directamente allí, sin tener que estar unos días en un centro 'puente' mientras acaban de acondicionar los cuartos. El Militar tendrá disponibles 78 camas para enfermos crónicos y de larga estancia, y serán más que suficientes para albergar a los enfermos que cerrarán el Moliner.

Y es que con el elevado número de altas que en Porta Coeli están dando en las últimas semanas, actualmente sólo quedan 38 pacientes en las habitaciones, según cifras del sindicato UGT, que Sanidad no confirma. Todos ellos serán los últimos enfermos en abandonar el Moliner y la conselleria los trasladará directamente a Mislata. Falta por detallar si será en una sola jornada ese 18 de agosto o de forma escalonada desde varios días antes. También se van a ir los profesionales que trabajan allí, que pasarán a tener contrato en Mislata para seguir atendiendo a los enfermos.

Como antecedente que sirva de ejemplo, los 30 pacientes que fueron derivados al Padre Jofré llegaron a lo largo de diez días, tres enfermos cada jornada. En este caso la situación no es la misma, porque en el Jofré el motivo era que cada ingreso provocaba un trastorno tanto a los enfermos que estaban allí como en la logística para instalarlos, al tener que mover el mobiliario de cada habitación. En Mislata, las zonas donde irán los pacientes son nuevas y se encuentran vacías, por lo que pueden llegar muchos a la vez sin causar problemas ni molestias.

Lo que sí están realizando en el Moliner es una reestructuración de salas. Como se están yendo tantos enfermos con el alta, la dirección del centro de Serra ha unido los pacientes de la primera y segunda planta para que estén todos en la misma, y así evitar que los profesionales tengan que perder tiempo en desplazamientos. Además, durante esta semana hay previstas más altas, por lo que ese número de 38 pacientes va a seguir bajando cuando llegue el 18 de agosto.

Desde abril el hospital de Porta Coeli no admite pacientes nuevos, tras decidir Sanidad que la obra tenía que ser mucho más grande de lo previsto y por tanto que el centro debía cerrar por completo, en vez de abordar la reforma por fases sin llevarse a los pacientes. De los 150 enfermos que tiene de capacidad total, en los cuatro meses que van a pasar hasta su cierre se han ido marchando progresivamente la mayoría, y al no entrar ninguno, las plantas y habitaciones se están vaciando.

Mientras tanto, los pacientes crónicos y de larga estancia que en condiciones normales hubieran ingresado en el Moliner, están teniendo que ser repartidos en diversos hospitales, con la ocupación extra de camas que esto supone para esos centros, que disponen de menos habitaciones para atender a otros pacientes agudos. Esa es una de las explicaciones principales por las que este verano se han cerrado menos camas que el año pasado en la Comunitat, especialmente en la provincia de Valencia.

En el Militar de Mislata, que va a ser un complejo sanitario tras las distintas fases de reformas previstas, se han invertido 57 millones de euros en la rehabilitación de pabellones antiguos y construcción de otros nuevos. Con la nueva ala que van a abrir para acoger a los pacientes del Moliner se inaugurará la primera fase de esta rehabilitación de Mislata, con 78 camas. La segunda, con 40 camas más, está prevista para finales de este año.