Sanidad no descarta demoler otros edificios no previstos de la antigua Fe para construir el futuro hospital
El proyecto actual finalizaba con el derribo de Maternal e Infantil, pero al cambiar, la conselleria debe ajustar la planificación
La decisión de construir el futuro hospital en el actual recinto de la antigua Fe ha cambiado el paso de la hoja de ruta inicial ... que estaba en el final de la obra de derribo. En principio el contrato de la constructora Acciona contemplaba derrumbar los edificios que ya están reducidos a escombros y por último el de Maternal e Infantil, con el que están trabajando las máquinas esta semana. Pero con el cambio de proyecto, Sanidad está estudiando cuáles van a ser las necesidades futuras del complejo para desarrollar una planificación más ajustada. Y no descarta que eso pueda implicar la demolición de otras construcciones de menor tamaño que no estaban previstas hasta ahora.
Todas las torres que dominaban el paisaje de ese recinto durante el último medio siglo ya están demolidas, incluida la de Maternal, que esta semana se está convirtiendo en escombros. Era el último gran edificio que quedaba en pie del antiguo hospital La Fe y se encuentra en pleno proceso de derribo. Las máquinas están echando abajo la estructura, ante la atención de numerosos curiosos que se acercan a la avenida Campanar para captar el momento en el que caen los escombros de gran tamaño y hacen una gran nube de polvo, aunque los cañones de agua tratan de reducirla.
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El futuro hospital, que tendrá una inversión de más de 600 millones de euros, se construirá a lo largo y ancho de la parcela, con edificios diferentes para la zona ambulatoria, la zona de agudos (que ambos irán detrás de los nuevos centros de salud y de especialidades) y otra zona administrativa, que se ubicará donde están derribando Maternal. También se va a levantar en este recinto un centro de procesamiento de datos de sanidad, un centro de salud pública, inspección y administración sanitaria general; un paseo y un jardín de salud con una superficie conjunta de casi 30.000 metros cuadrados; un edificio logístico, y un aparcamiento subterráneo. Por ello, en el nuevo proyecto Sanidad aún debe decidir si los viejos edificios que quedan se mantienen o alguno es demolido, que será algo más que probable.
Tras el pabellón central, el edificio de Rehabilitación y el de Anatomía Patológica, sólo quedaba la torre de Maternal, y la constructora Acciona se ha puesto de lleno manos a la obra para derribarlo. Se trata de una torre con planta baja y diez alturas, de la que ya este miércoles sólo quedaba el esqueleto. «Parece que haya caído una bomba», comentaba un vecino de la zona mientras hacía una foto. «¿Pero eso está controlado?», le preguntaba una mujer a su marido al ver cómo caían los escombros.
Esta semana se va a acometer el derrumbe de la torre y en los próximos días el otro edificio contiguo, el de Infantil, que consta de tres plantas. El extremo de este último obligará a cerrar al menos la acera, y puede que también afecte al tráfico en esa parte de la avenida Campanar, ya que está muy cerca de la valla del recinto.
De nuevo se está haciendo como los dos edificios anteriores, desde los pisos superiores hacia abajo, ya que en ninguno de los inmuebles se va a realizar una voladura para no crear polvo que pueda causar molestias y problemas en el entorno. Por ello se vació previamente de amianto, que es tóxico, y se están utilizando potentes mangueras para mojar la estructura antes y durante el derribo, con el fin de que se produzca la menor cantidad de polvo que afecte al entorno.
Este derribo se había previsto para julio, pero con el anuncio de la construcción del futuro hospital, todo se ha retrasado unas semanas, y con él, la vista general del entorno habrá cambiado por completo, al no divisarse ya las construcciones más altas que durante medio siglo han dominado el paisaje en esa zona de los barrios de Marxalenes y Campanar.
En el resto del recinto, los obreros siguen acondicionando el solar, que está lleno de montañas de escombros, ya que allí se va a iniciar la construcción del futuro hospital de 500 habitaciones, que cuando esté listo (previsto para 2032) sustituirá las funciones del actual Arnau de Vilanova, que pasará a dedicarse únicamente a enfermos crónicos y de larga estancia. El complejo sanitario que se cree con ese nuevo hospital contará con más de 135.000 metros cuadrados y la previsión es que en 2026 se redacte el proyecto definitivo.
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