La caída del último coloso de la antigua Fe
El derribo del edificio de Maternal pone fin a la visión del viejo hospital y las obras preparan ya el camino para el nuevo
El último gran edificio que quedaba en pie del antiguo hospital La Fe, el de Maternal, está en pleno proceso de derribo. Las máquinas están ... echando abajo la estructura, ante la atención de numerosos curiosos que se acercan a la avenida Campanar para captar el momento en el que caen los escombros de gran tamaño y hacen una gran nube de polvo, aunque los cañones de agua tratan de reducirla.
Tras el pabellón central y el edificio de Rehabilitación, sólo quedaba la torre de Maternal, y la constructora Acciona se ha puesto de lleno manos a la obra para derribarlo. Se trata de una torre con planta baja y diez alturas, de la que ya este miércoles sólo quedaba el esqueleto. «Parece que haya caído una bomba», comentaba un vecino de la zona mientras hacía una foto. «¿Pero eso está controlado?», le preguntaba una mujer a su marido al ver cómo caían los escombros.
Esta semana se va a acometer el derrumbe de la torre y en los próximos días el otro edificio contiguo, el de Infantil, que consta de tres plantas. El extremo de este último obligará a cerrar al menos la acera, y puede que también afecte al tráfico en esa parte de la avenida Campanar, ya que está muy cerca de la valla del recinto.
De nuevo se está haciendo como los dos edificios anteriores, desde los pisos superiores hacia abajo, ya que en ninguno de los inmuebles se va a realizar una voladura para no crear polvo que pueda causar molestias y problemas en el entorno. Por ello se vació previamente de amianto, que es tóxico, y se están utilizando potentes mangueras para mojar la estructura antes y durante el derribo, con el fin de que se produzca la menor cantidad de polvo que afecte al entorno.
Este derribo se había previsto para julio, pero con el anuncio de la construcción del futuro hospital, todo se ha retrasado unas semanas, y con él, la vista general del entorno habrá cambiado por completo, al no divisarse ya las construcciones más altas que durante medio siglo han dominado el paisaje en esa zona de los barrios de Marxalenes y Campanar.
En el resto del recinto, los obreros siguen acondicionando el solar, que está lleno de montañas de escombros, ya que allí se va a iniciar la construcción del futuro hospital de 500 habitaciones, que cuando esté listo (previsto para 2032) sustituirá las funciones del actual Arnau de Vilanova, que pasará a dedicarse únicamente a enfermos crónicos y de larga estancia. El complejo sanitario que se cree con ese nuevo hospital contará con más de 135.000 metros cuadrados y la previsión es que en 2026 se redacte el proyecto definitivo.
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