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Hay nuevo Papa. León XIV toma las riendas de la Iglesia tras un papado, el de Francisco, que ha impulsado una serie de reformas ... en su seno que ahora necesitan ser continuadas por su sucesor. Todas ellas tendrá su impacto en la diócesis valenciana que, como señala el decano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica, Santiago Pons, «está al 100% con el nuevo Pontífice, como no puede ser de otra manerar».
El decano de Teología ha explicado que León XIV supone una continuidad con Francisco pero «con su propio estilo, como es normal». Y con él llevará a cabo unas reformas que son necesarias. En este sentido, ha señalado que va a suponer un buen estímulo también para las que se tienen que aplicar en la diócesis de Valencia.
Pons ha indicado que el arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, ha anunciado de impulsar un nuevo plan pastoral para 2026 y, en esta línea, el nuevo Papa supondrá «un estímulo para abordar el cambio cultural que precisa la diócesis».
La Iglesia de Valencia presenta varios retos de los que afrontar alguno de ellos se encuentra en manos del Sumo Pontífice.
La falta de vocaciones es una realidad en la Iglesia Católica. El clima y el ambiente no invitan a una vida de entrega y dedicación. Pero este es un problema que no sólo se circunscribe a la diócesis de Valencia sino que atañe a la Iglesia Universal. En cualquier caso, el número de seminaristas en España este pasado curso ha vuelto a superar el millar, según datos de la Conferencia Episcopal Española. Así, el total de seminaristas con los que cuentan las diócesis españolas es de 1.036. El total de nuevos ingresos con los que se cuenta en las diócesis españolas para el curso 2024-2025 asciende a la cantidad de 239 seminaristas (el curso anterior fueron 177).
Desde la Conferencia Episcopal señalan que hay varios motivos que han llevado a esta mejora como la revitalización de toda la pastoral de la Iglesia y, más en concreto de la pastoral juvenil. Por otra parte, en el verano del 2023 se celebró en Lisboa la Jornada Mundial de la Juventud, en la que participaron alrededor de 100.000 jóvenes españoles. «Estos acontecimientos eclesiales extraordinarios también suelen despertar en algunos chicos una inquietud vocacional hacia el sacerdocio», consideran. El tercer factor es que «Dios sigue cumpliendo su promesa de darnos pastores según su corazón».
El último Papa que visitó Valencia fue Benedicto XVI. Lo hizo en 2006 con ocasión de la celebración del V Encuentro Mundial de las Familias. Desde entonces ningún Sumo Pontífice ha estado en Valencia. Sí que lo hicieron estos dos últimos. El Papa Francisco visitó Valencia con motivo de este encuentro de familias y León XIV estuvo en el Cap i Casal en 2005.
La visita de un Papa a Valencia anterior a Benedicto XVI fue el recorrido que hizo Juan Pablo II. En este caso, la presencia del Papa coincidió con la trágica riada provocada por la rotura de la presa de Tous. En esa ocasión el Santo Padre recorrió las zonas afectadas por las inundaciones.
La presencia de sacerdotes valencianos en Roma trabajando en la curia ha decrecido en los últimos años. Los presbíteros valencianos residentes en la Ciudad Eterna al servicio de la Santa Sede o por motivos de estudios son sólo 11: José Jaime Brosel Gavilá, Rector de la Iglesia Nacional Española de Santiago y Montserrat, así como del Instituto Español de Historia Eclesiástica, y Canónigo de la Basílica Papal de Santa María la Mayor, además del Vicario Episcopal. También están en la curia Alejandro Cifres Giménez, Consultor histórico del Dicasterio de las Causas de los Santos y Francisco Vinaixa Monsonís, Oficial del Dicasterio para los Textos Legislativos.
Pero en estos momentos los que trabajan en la curia se han reducido a tres: Jaime Brosel, Alejandro Cifres y Francisco Vinaixa.
Al margen, el arzobispo García-Gasco creó una vicaría propia para los sacerdotes valencianos en Roma en 1995. Desde entonces ha estado ocupada por Vicente Cárcel Ortí.
En el cónclave que eligió a Francisco participaron dos cardenales de origen valenciano. Uno fue el cardenal Ricard María Carles, arzobispo de Barcelona, pero valenciano de nacimiento, y el otro Antonio Cañizares. En esta ocasión no ha estado ninguno de los dos. El primero por haber fallecido y el segundo se ha disculpado por motivos de salud.
Es cierto que el número de cardenales valencianos se reduce ahora a la persona de Cañizares. El anterior arzobispo de Valencia que fue cardenal fue Agustín García-Gasco, que accedió al cardenalato tras la celebración del V Encuentro Mundial de las Familias.
La designación como cardenal del actual arzobispo es complicada. En estos momentos la tendencia es nombrar a candidatos procedentes de países emergentes y no a tantos europeos. En España parece que sólo están asegurados los que ocupan las sedes de Madrid y Barcelona.
También se ha reducido el número de obispos. En julio de 2013, tras la llegada de Francisco a la silla de Pedro y en el momento del nombramiento de monseñor Benavent como Arzobispo de Valencia, el retrato de la Conferencia Episcopal Española (CEE) en lo que afecta a la influencia valenciana era distinto al de hoy.
Recogía el rostro de doce prelados de origen valenciano, sin considerar a los eméritos. En la actualidad son cinco obispos en distintas diócesis españolas y dos auxiliares los que forman parte del episcopado español.
Junto al arzobispo Benavent aparecen los nombres de Arturo Pablo Ros Murgadas, obispo de Santander: Jesús Catalá, obispo de Málaga; el alicantino, de Elche, Fernando Conesa, obispo de Solsona; el también alicantino, de Alcoy; Salvador Giménez Valls, obispo de Lleida; Fernando Enrique Ramón, auxiliar de Valencia, y Arturo Javier García Pérez, también auxiliar de Valencia.
El Papa Francisco reunió a los obispos españoles en Roma y les pidió, entre otras cosas, una revisión de los seminarios con la idea de que no hubiera muchos pequeños. Consideraba preferible que hubiera pero que concentraran a más seminaristas. En la actualidad hay tres en Valencia el de La Inmaculada, el de Santo Tomás de Villanueva y el del Patriarca.
El objetivo del arzobispo es tener un nuevo plan pastoral en 2026 con la idea de dar un nuevo impulso a la evangelización en la línea indicada por Francisco y que ahora puede impulsar su sucesor.
El nuevo plan pretende pasar de una pastoral de eventos a una pastoral de procesos. Así lo ha explicado el decano de Teología de la Católica, Santiago Pons. Se refiere a que ahora la situación no es como la de hace unos años cuando la gente recibía las primeras nociones religiosas en el seno de la familia. «Ahora prácticamente no la reciben hasta que se incorporan a la catequesis de Primera Comunión», ha indicado y ha señalado que esto implica que no se puede presuponer que los que se acercan a la Iglesia tienen ya unas nociones de la fe. «Hay que colocar el anuncio del evangelio en primer lugar», ha resaltado.
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