RODOLFO CHIKILICUATRE
Sillas gol ·
NACHO COTINO
Viernes, 8 de noviembre 2019, 13:41
Resulta bastante aburrido por reiterativo fijar otra vez la mirada en los despachos del Valencia porque, en los últimos tiempos, se han convertido en fuente de podredumbre pero las 'chapuzas' que perpetra día tras día la gente de Meriton hace literalmente imposible mirar hacia otra parte. Ayer se oficializó la salida de Alemany y, aunque quien más y quien menos pudiera albergar alguna ilusión sobre su permanencia por aquello de que pudiera aprovechar el 'extra-ball' de la visita a Singapur abriendo los ojos de Peter Lim, Mateu viajó allá clínicamente muerto.
Su certificado de defunción estaba sellado y firmado desde el mes de julio y el magnate asiático sólo pretendía la presencia a sus pies del mallorquín con el objeto de someterlo hasta el último segundo y volver a dejar claro quién es el amo en un gesto más que evidencia los tics dictatoriales de un señor que antepone su infinito ego a los intereses de la entidad centenaria que compró para su mayor gloria y nuestra mayor miseria. Sirva como prueba el hecho de que el propio Lim le manifieste a Alemany en su encuentro su satisfacción con el trabajo realizado: lo has hecho muy bien pero… te vas. Es evidente que el singapurense detenta toda la legitimidad que le confiere el hecho de ser propietario del 80 por cien de las acciones para tirar a Alemany, para fichar a Neville, para sentar en el sillón presidencial al personaje que ha sentado o para poner a jugar a Rodolfo Chikilicuatre si se le antoja, pero lo que no podrá evitar -aunque le importe un bledo- será el verse cada vez más alejado de la verdad del sentimiento valencianista que no lo ha acogido en su seno por muchos millones que tenga mientras sí lo ha hecho con el ejecutivo mallorquín como lo hizo con tantos otros que, llegados desde los confines más dispares, dedicaron cuerpo y alma a dignificar el escudo sobre el que otros hacen sus más escatológicas necesidades corporales. Porque… aunque Lim y su Corte de 'pelotas' creen firmemente que los paletos que sentimos el Valencia somos idiotas, aquí ya se ha tomado la matrícula a quienes han venido con la intención de arrodillar al valencianismo y no para enriquecerlo con su incomparable sabiduría.
A diferencia de ellos Mateu deja la impronta de un profesional con mayúsculas que trabajó duro para prestigiar la entidad. Esa impronta no se compra, no entra en el 80% de Lim, muy al contrario reside en el 20% restante que sí padece por el Valencia y que se sentía mucho más tranquilo al ver el club de sus desvelos en manos de alguien como Alemany. Se va Mateu y se queda Murthy… Nada puede salir mal. El presidente se ha salido con la suya quitando de en medio a su mayor dolor de cabeza. Porque los dolores de cabeza del presidente no los provoca los malos resultados del Valencia, cuando se producen, sino la rabia de los celos a alguien a quien nunca llegará ni a la altura del betún. Ya tiene el capote, ahora tiene que ponerse en el centro del ruedo... y torear.