La noche de Bernabé mientras el Cecopi dormía: llamadas con la jueza de guardia, ducha y primer reporte de fallecidos
«La magistrada me llamaba a mí porque no se hacía con nadie de Emergencias», cuenta la delegada del Gobierno
En las horas de silencio del Cecopi, que se fue a descansar mientras miles de valencianos luchaban por volver a su casa o por ... legar hasta sus seres queridos en la madrugada del 30 de octubre, la delegada del Gobierno en la Comunitat, Pilar Bernabé, se fue a casa, se duchó y siguió trabajando. Bernabé ha explicado a este diario que estuvo haciendo llamadas toda la noche porque la jueza de guardia que estaba encargada del levantamiento de cadáveres «no encontraba a nadie en la Conselleria de Emergencias» y necesitaba un sitio en el que trabajar.
«No me fui a descansar, estuve conectada hasta que se desconectaron, sobre las dos y algo. Me quedé en Delegación terminando el informe con la secretaria general y la jefa de protección civil, revisamos el informe y me fui sobre las tres y media o cuatro. Nos dijeron que se reanudaba al día siguiente. Le dije a (la consellera de Interior, Salomé) Pradas, cuando hablé con ella hacia el final del Cecopi, que iba a ir presencialmente porque en la Delegación me sentía más sola y desde internet no podía ver los movimientos», ha explicado Bernabé.
La delegada se fue a casa, se duchó y en ese tiempo habló con la alcaldesa de Valencia, María José Catalá (la actividad en el Consistorio, el más grande de la zona cero, fue frenética durante toda la madrugada). «Empecé a buscar mantas para la gente de la Petxina y la Alquería del Basket», ha dicho Bernabé. Fuentes municipales han explicado que la labor de la delegada se limitó a decir que la Unidad Militar de Emergencias no disponía de mantas y fue la alcaldesa la que envió a la Policía Local a los hospitales General y Arnau de Vilanova para conseguirlas. «Ahí empezaron, sobre las 4 de la mañana, a intentar localizarme porque me llamó un guardia civil para ver si podía atender a la jueza de guardia. Estaba intentando localizar a alguien para que le pusieran un Puesto de Mando Avanzado o un sitio donde pudiera trabajar en condiciones», ha indicado.
Bernabé consiguió hablar con Pradas a las 5.15 hoas. «Le dije que estaban buscando un sitio donde poder trabajar y también donde guardar los cuerpos», ha dicho Bernabé, que ha explicado que no era trabajo de la Delegación de Gobierno, «sino más bien de la Conselleria de Interior o de Justicia», pero como la jueza no se hacía con nadie del departamento que dirigía Pradas la llamaron a ella. Fue una madrugada frenética de llamadas, que Bernabé repasa, listado en mano, con este diario. «Hablé con (el jefe de Bomberos de la Diputación de Valencia, José Miguel) Basset, estuve intentando localizar a la alcaldesa de Paiporta para ver si ahí podían estar, pero no tenía tampoco cobertura. Estuvimos hasta las 6 que empecé a hablar con el jefe superior de Policía de Torrent para que nos ayudaran a buscar sitios hasta que lo montaron en Texaco», ha explicado. A lo largo de esa madrugada, Bernabé habló también con los alcaldes de Riba-roja o de Catarroja, «que tenían una situación catastrófica».
Preguntada por a qué hora supo que había víctimas (el presidente Mazón lo admitió en una comparecencia pasada la medianoche pero la declaración ante la jueza de Bernabé y del presidente en funciones de la Generalitat ante el Senado coincidían en hablar de las 5 de la madrugada), la delegada explicó que sabía que había víctimas «desde antes de que terminara el Cecopi». Sin embargo, el primer dato concreto se lo da a la delegada la Guardia Civil, que le informa a las 5.28 horas mediante un mensaje de un general de que hay , al menos, 11 cadáveres. La cifra aumentaría dramáticamente en las horas posteriores.
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