Lo mejor y lo peor de la política educativa en el ecuador de la legislatura
El equipo de Rovira se ha centrado en desarrollar las grandes medidas prometidas | Las soluciones para los centros afectados por la dana y el caótico inicio del curso 2023-2024, los borrones en la gestión
Superado el ecuador de la legislatura, la prioridad en la Conselleria de Educación debe ser sacar adelante los proyectos para reconstruir, o levantar desde cero, ... los centros destruidos por la dana, cuyas obras supondrán una inversión estimada de 70 millones de euros. Se tendrán que acometer, salvo cambio de criterio, sin ayuda del Gobierno. Y el trabajo es ingente. Se prevé que se prolonguen tres o cuatro cursos.
De manera paralela, y una vez aplicadas las grandes medidas estratégicas del PP (libertad educativa, gratuidad en Infantil y distrito único) se tienen que concretar cuestiones pendientes como los cambios en la organización de la enseñanza Primaria, los previstos en la regulación de la jornada continua o el nuevo plan de financiación de las universidades públicas, que siempre está a punto pero nunca llega a término.

La tensa relación con el Gobierno no ayuda
Más allá de las diferencias políticas, las malas relaciones con el Gobierno están haciendo un flaco favor a la educación valenciana. El Ejecutivo central ha llevado a los tribunales la normativa de admisión, aunque por aspectos técnicos que nada tienen que ver con el distrito único, y mantiene abierta una comisión bilateral sobre la ley 1/2024 por la que se regula la libertad educativa, que podría ser la antesala de un recurso de inconstitucionalidad. Y sobre todo, pese a la petición de ayuda, no ha habido financiación para reconstruir los colegios destruidos por la dana.

Polémica por la gestión de las plantillas
Educación heredó una configuración de las plantillas de profesorado que implicaba un incremento de 5.000 puestos en dos ejercicios. Decidió anularlos alegando que los acuerdos alcanzados con los sindicatos no tenían presupuesto, no respondían a la realidad de los centros y se aprobaron con el Botánico en funciones. La respuesta de varias de las organizaciones firmantes fue recurrir al TSJ, que suspendió cautelarmente la anulación. Hubo que diseñar plantillas transitorias para el curso actual, y la solución final pasó por crear nuevas normas reglamentarias (no acuerdos) que empiezan a aplicarse el curso que viene y que cuentan con el rechazo unánime de los representantes de los trabajadores. Alegan que se pierden plazas en FP, EOI y enseñanzas de adultos. Y se prevé un inicio de curso caliente. Además, los inspectores presionan para disponer de más profesionales y de un mayor reconocimiento, como recoge el programa electoral.

El error del punto de la admisión
En 2024, el departamento tuvo que anular, con la admisión ya en marcha, los criterios elegidos por más de un centenar de centros para dar el punto por circunstancia específica. El motivo es que los consideraba discriminatorios. De cara al último procedimiento (2025) se limitaron las posibilidades y ya no pueden ser de diseño libre. Todas las escuelas deben ceñirse a las circunstancias prefijadas por la administración.

El inicio del curso 2023-2024
Once días seguidos duraron los problemas en el transporte escolar en el inicio del curso 2023-2024, el primero del equipo de Rovira, que afectaron sobre todo a alumnos de centros de Educación Especial. Y los antecedentes tampoco fueron buenos, con varias semanas de problemas informáticos para adjudicar las plazas docentes de profesores de la pública. El arranque fue un caos.

Final del curso de la dana: tres mil alumnos desplazados
La conselleria siempre ha defendido que ha hecho todo lo posible con los recursos a su alcance, y aunque la gestión de las primeras semanas que siguieron a la dana fue ágil (reubicación de alumnos y contratos de emergencia para traslados y compra de material) la inercia se perdió a la hora de reparar los centros que resultaron afectados para posibilitar la vuelta: más de un centenar de la red pública. El curso acabó con más de tres mil alumnos desplazados, pese al compromiso de que todos, o casi todos, habrían vuelto a sus municipios, bien en sus centros ya reparados o en sus barracones provisionales. En la concertada no hubo ayudas materiales, sólo económicas.

Las obras de mejora para los centros
Más allá de la afección de la dana, las necesidades en materia de infraestructuras siguen siendo elevadas, pues el plan Edificant todavía presenta un nivel de ejecución muy alejado del presupuestos asignado. Es necesario darle un impulso o buscar fórmulas que permitan agilizar la gestión por parte de los ayuntamientos. La conselleria ya ha pedido explicaciones a 46 consistorios que no habían realizado ningún trámite en el plazo de un año, bloqueando una inversión de más de 250 millones.

Sensación agridulce en la concertada
A lo largo de los dos años de legislatura se han dado pasos hacia un trato equilibrado entre las dos redes sostenidas con fondos públicos, otra de las bases de la libertad educativa de la que hace bandera el PP. Pero han tardado en materializarse -los auxiliares de conversación en inglés se prometieron para el curso 2024-2025 pero no llegarán hasta el siguiente-, han sido insuficientes -la subida del 3% en el módulo que cubre los gastos de funcionamiento queda lejos, y bastante, de las necesidades de los centros- o directamente hay medidas que no se han abordado. Y es que la enseñanza concertada también reclama una revisión de los criterios para la dotación de sus plantillas, sobre todo las de Especial y FP, y no entiende que se desestimen de manera sistemática sus peticiones de conciertos en estudios profesionales. Además, temen que la falta de liquidez de la Generalitat, que aún no les afecta, les acabe pasando factura más pronto que tarde. Tienen bastante experiencia (negativa) sobre esta cuestión.

Universidades a la espera de noticias
La promesa de diseñar un nuevo plan plurianual de financiación -que las públicas sepan la dotación de la Generalitat que recibirán en los próximos años- sigue pendiente de cerrarse, aunque es cierto que las conversaciones están muy avanzadas. Sí hay más certidumbre respecto a la otra gran pata que sustenta los ingresos de las universidades públicas: las tasas que pagan los estudiantes, que se mantendrán congeladas en los próximos años. Y queda por concretar las intenciones de la conselleria en relación al mapa de titulaciones. De momento se trabaja en una norma para regular la aprobación de nuevas carreras en base a indicadores objetivos y restricciones territoriales.

Lo pendiente: Primaria y jornada continua
Aunque las grandes medidas estratégicas se han aplicado ya, queda trabajo pendiente en lo que se refiere a las políticas educativas. Por ejemplo, se le quiere dar una vuelta al decreto de organización y currículo de Primaria, igual que sucedió con el de la ESO y Bachillerato -más Matemáticas y más Música-, revisando el papel de materias como Proyectos Interdisciplinarios. Lo mismo sucede con la regulación de la jornada continua, que seguirá pese a la falta de evidencias que la avalen, aunque se incluirá algún mecanismo que permita revertirla y para garantizar la calidad de las extraescolares ofertadas. Ambas medidas se iban a trabajar este curso, pensando en el 2025-2026, pero la tragedia de la dana cambió las prioridades.

Algo más que elegir la lengua de enseñanza
El curso que viene se estrenará la ley de libertad en lo que se refiere a la organización de las clases, basada en las preferencias de las familias trasladadas en la consulta (para alumnos ya matriculados) y en la admisión (para los de nuevo ingreso). La norma también blinda la exención (incluyendo la selectividad), suaviza el requisito lingüístico docente y desarrolla la emisión de títulos de Valenciano (que ya planteó el Botánico aunque ahora se critique).
El 50,5% de las familias eligieron el valenciano como lengua mayoritaria en la consulta de mitad de curso. En la admisión, en cambio, se impuso el castellano, que será la lengua base del 50,7% de las aulas de 1º de Infantil.

Gratuidad en todo el primer ciclo de Infantil
Desde este curso las familias pueden elegir para sus hijos cualquier centro de educación Infantil, sea público o privado, sin que tenga que abonar coste alguno en concepto de enseñanza. La medida se inició en el 2018-2019, cuando el Botánico hizo gratuitas las plazas de 2-3 años (uno de los tres niveles del primer ciclo) de las escuelas municipales, medida que llegó en el 2021-2022 a la red privada. El PP la ha extendido a todas las unidades de 0-1 y 1-2 años.

Prohibición del móvil en las escuelas
Puede parecer una cuestión menor, pero no lo es. Desde finales del curso pasado está prohibido el uso de teléfonos móviles durante el horario escolar, por ejemplo en descansos o cambios de clases. La medida ha sido bien recibida por la comunidad educativa y se han notado sus efectos: menos conflictos relacionados con las nuevas tecnologías. Sólo se permite para actividades didácticas autorizadas. Queda por saber si habrá alguna regulación sobre las tablets de uso particular.

Nueva normativa de admisión
El decreto de admisión recuperó el distrito único para la escolarización del alumnado de cara al curso 2024-2025, de manera que la lejanía entre la vivienda y el centro deseado ya no penaliza si hay baremación. También se cambió el sistema de puntos, dando algo más de peso a la renta familiar, y se creó el de libre disposición, que hubo que acotar bien.
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