Industria carga contra los pagos a la baja del Consorcio tras la dana: «Engañan a la gente»
La consellera Cano califica de «rocambolesca» la situación de los dueños de coches y los retrasos en las indemnizaciones
Dueños de coches dañados por la dana con hasta 3.000 euros menos de la indemnización que deben recibir, periciales del Consorcio un 25% menos de valor de lo fijado por periciales, retrasos de pagos por las pérdidas en polígonos y particulares... El rosario de problemas y reclamaciones en particulares y empresas denunciado este miércoles por LAS PROVINCIAS ha tenido ahora reacción por parte de la Conselleria de Industria, Comerio y Turismo.
Marián Cano ha calificado de «desastrosa» la gestión que el Consorcio de Seguros «está haciendo con las indemnizaciones» a los afectados por la riada del pasado mes de octubre en la provincia de Valencia, y le ha exigido «rapidez y rigor» para «poder contribuir a la reconstrucción de manera decidida, evitando las trabas que empresas y particulares se están encontrando de manera constante».
«No puede ser que nueve meses después la incertidumbre siga siendo la tónica dominante, tanto en los polígonos industriales como en la valoración que se está haciendo de los vehículos que se han perdido en la tragedia», ha explicado la consellera.
Cano ve «inaudito que el 60 % de las empresas afectadas en las zonas industriales sólo hayan recibido un anticipo del Consorcio», algo que pone en peligro «su viabilidad y compromete la recuperación económica de la zona».
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Sobre los pagos a la baja de los vehículos dañados califica de «rocambolesca que puede acabar judicializada en el peor momento y que, de nuevo, amenaza con retrasar la recuperación». «Muchos de los afectados por la riada no solo van a tener que decidir si llevan a los tribunales la valoración que se ha hecho, sino calcular los recursos que tienen para hacer frente a su nueva situación sin la ayuda económica que le corresponde», ha dicho.
«Les pedimos que no engañen a la gente, que sean claros y transparentes y que actúen con la rapidez que exige la situación, aunque nos empezamos a temer que para muchas empresas será ya demasiado tarde».
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