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La transcripción de la declaración de la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, ante la jueza que instruye el caso de la dana revela detalles ... de la tarde del 29 de octubre y de la situación de caos que se vivió en los órganos y entre los responsables de la emergencia. Una declaración que, certifica una vez más, que nadie se enteró aquella tarde de lo que estaba pasando en la sierra de Chiva a partir de las cuatro de la tarde. Una riada a la que todos los responsables de la emergencia miraron con antifaz. La delegada del Gobierno no fue una excepción y durante horas no tuvo información del kilómetro cero de la dana, del punto en el que se gestó la tragedia de l'Horta.
Bernabé, aunque la situación era terrible aguas arriba de la rambla de Poyo, no dudó en hacer ante la magistrada Ruiz Tobarra una confesión demoledora, a preguntas de la acusación popular Manuel Salazar: «El desbordamiento en Utiel lo vi por imágenes, el de Chiva no lo vi porque estaba dedicando mi tiempo a hablar con varios alcaldes, independientemente de su signo político, como el de Algemesí, Gavarda y Carlet».
La declaración de Bernabé no deja lugar a dudas y reconoce que durante horas no se enteró de la tromba de agua que bajaba por el cauce del barranco de Chiva, aguas arriba de la rambla de Poyo. Ni el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, dio datos sobre la situación en el Poyo ni al parecer la delegada del Gobierno tuvo la pericia de entrar en las páginas web de los medios de comunicación -LAS PROVINCIAS publicó una información a las 18:25 horas del 29 de octubre con el siguiente titular: «Una riada arrasa el centro de Chiva»- y tampoco recibió ninguna llamada que le pusiera en alerta de la situación que se estaba viviendo a tan sólo treinta kilómetros de la sede de la delegación del Gobierno.
En su declaración, donde contestó a todas las partes, y ante la pregunta del Ministerio Fiscal sobre si podían visionar imágenes en el Cecopi, Bernabé aseguró que no se podía visionar ningún informativo en televisión, que la cámara estaba de espaldas, que no recordaba si existía algún monitor, de la misma manera que tampoco recordaba «ninguna conversación sobre el agua que caía en Chiva», de la que salieron varias imágenes en À Punt -en algunas incluso se vio el rescate por parte de ciudadanos de personas que ya estaban siendo arrastradas por el agua-.
La delegada del Gobierno, también a preguntas del Ministerio Fiscal, apuntó que en la primera conexión telemática no recordaba que en ningún momento se hablara de que «aunque no lloviera en pueblos de la periferia de la capital se hablara de cómo llovía en pueblos como Chiva o Buñol y que eso pudiera causar inundaciones con el agua que bajaba -por la rambla de Poyo-».
Bernabé aseguró que en esa primera conexión, que duró unos 45 minutos, de lo que se habló fue de los rescates y de lo que estaba pasando en Utiel. La delegada aseguró que se estableció en Requena el centro de recepción de medios porque en Utiel no se podía entrar «y tomó la palabra la CHJ para explicar lo de Forata, que se creó una situación de alarma y la consellera planteó evacuar, pero no se tomó la decisión final».
En el turno de preguntas de Mai Més se volvió a aludir al desbordamiento del barranco de Chiva, y Bernabé reconoció de nuevo que ni ella lo sabía ni nadie hizo ningún tipo de alusión a ello: «El señor Mompó -presidente de la Diputación de Valencia- no dijo nada sobre el desbordamiento de Chiva en la primera intervención. No recuerdo que se hablara de otra situación que no fuera Forata en la primera intervención. Sí de Utiel».
Este es el relato desde la posición de Bernabé de lo que pasó aquella tarde, en la que todos los interrogados han asegurado que hubo datos escasos sobre el caudal en el Poyo, hasta que a las 18:43 horas llegó el correo que apuntaba que en el aforo de Riba-roja el caudal superaba los 1.600 metros cúbicos por segundo.
Durante su declaración, Bernabé descargó parte de la responsabilidad sobre el presidente de la CHJ, Miguel Polo, del que dice que no le informó de casi nada el 29 de octubre y que era ella la que tenía que ir llamando para tener noticias sobre cómo iba la situación en los distintos puntos afectados. Bernabé, que se enteró del desbordamiento del Magro por los medios de comunicación -Polo no se lo comunicó-, no pudo valerse del mismo canal de información para conocer la situación del Poyo.
Polo, en su intervención en el Cecopi a las cinco de la tarde sólo habla de la situación de Forata, según Bernabé, y sólo cuando habla con la alcaldesa de Paiporta, a las siete de la tarde del 29 de octubre, es consciente de la situación que se vive en la rambla y en l'Horta Sud. «A partir de las ocho de la tarde fui consciente de que lo que pasaba en Paiporta pasaba en más municipios, y mi preocupación era la UME llegara».
La declaración y confesión de Bernabé, sobre que ignoraba lo sucedido en Chiva, coincide con la de la exconsellera Salomé Pradas o la del secretario autonómico de Emergencias Emilio Argüeso, porque nadie estaba al tanto del germen del problema. De la misma manera que tampoco en la CHJ marcaron este asunto como prioridad uno, ya que se estaba pendiente de la situación del embalse de Forata y de la plana Utiel-Requena.
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