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Los interrogantes sobre qué hizo o dejó de hacer el presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Miguel Polo, el fatídico 29 de ... octubre, día en que la dana arrasó la provincia de Valencia dejando 228 víctimas mortales y daños materiales por valor de 18.000 millones de euros, vuelven a colocar en el centro del huracán al máximo dirigente del organismo de la cuenca. Polo mantuvo una reunión en la sala del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), los 'ojos' que vigilan los cauces de ríos y barrancos, entre las 16.00 y las 17.00 horas de la tarde de la tragedia. Durante esos 60 minutos, la rambla del Poyo empezó su crecida imparable llegando incluso a duplicar su caudal en este periodo de tiempo. Pese a estar presente en el puesto de datos, esta información jamás fue transmitida al Cecopi.
A través de una respuesta parlamentaria del Gobierno al Partido Popular a la que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS, el Ejecutivo reconoció la existencia de este encuentro al que asistió de manera telemática el subdirector general de Protección de las Aguas y Gestión de Riesgos del Ministerio de Transición Ecológica, cartera de la que depende la CHJ, y de forma presencial miembros del comité permanente de la Confederación y del propio SAIH. Mientras tenía lugar este cónclave en las estancias del número 48 de la avenida Blasco Ibáñez de Valencia, el único medidor del Poyo, situado junto a la A-3 a la altura de Riba-roja, empezaba a ser testigo de la que se le venía encima.
Además, en el documento de respuesta se expone que Polo se personó dos veces más en la sala de mando de la información hidrológica durante la mañana del 29-O. A las 8.00, el presidente estuvo reunido allí junto a personal propio y del servicio de apoyo externo para analizar la situación de la dana. A las 9.00, también en la misma dependencia, dirigió la sesión del Comité Permanente de la Comisión de Desembalse de la CHJ para seguir la evolución del temporal junto a la Comisaría de Aguas, el director técnico de la entidad y los jefes de área de Explotación, del SAIH y servicio del mismo programa. Los encuentros tuvieron 15 y 30 minutos de duración, respectivamente.
Así las cosas, la hora en la que arrancó la cumbre en la sede de la CHJ, el sensor del Poyo marcaba 28,703 metros cúbicos por segundo, cifra que se mantuvo durante un cuarto de hora. Al observar este dato, desde la Confederación confiaron en que se mantendría la tendencia descendente y optaron por enviar un correo a Emergencias avisando de la bajada del nivel de agua a las 16.13. No obstante, tan sólo dos minutos después, a partir de las 16:15, dio comienzo la subida que desencadenaría el grueso de la catástrofe. Los 33,382 metros cúbicos por segundo que pasaron por el punto de medición un cuarto de hora después de que se iniciara el encuentro de la CHJ fueron el primer atisbo del desastre que se cernía sobre los pueblos de l'Horta Sud. Prueba de ello es también el dígito con el que acabó el cónclave: 71,657 metros cúbicos por segundo, es decir, más del doble de la cantidad con la que se empezó la reunión para el seguimiento de la plana mayor del ente dependiente del Miteco.
Cabe recordar que cuando el Poyo ya bajaba desbocado de su nacimiento, y antes de convertirse en un coloso de destrucción aguas abajo gracias a los aportes de barrancos menores como l'Horteta y el Gallego, en Riba-roja se alcanzaron los 2.282,904 metros cúbicos por segundo en su punto álgido, registrado a las 18.55. Eso es, instantes antes de que la riada se llevase el medidor por delante.
La comparecencia de la operadora del SAIH, Carmen González, que la tarde de la dama se encontraba en la sala de control de los caudales, en la comisión de investigación del Senado echó más leña al fuego. El testimonio de González evidenció una demora de casi una hora en el envío del correo de aviso de la CHJ a Emergencias sobre la crecida del barranco Poyo por motivos técnicos y de verificación de datos. En resumen, la alerta terminó llegando a las 18.43 con 1.686 metros por segundo. Ahí ya estaba todo a merced de un torrente sin control.
Además, la técnico también comentó en sede parlamentaria que Polo se pasó en dos o tres ocasiones por el centro del SAIH aquella tarde. LAS PROVINCIAS ha preguntado a la CHJ por los momentos en los que el presidente hizo aparición por la sala de datos, pero no ha obtenido respuesta a la consulta. Sobre las acciones de Polo a partir de conectarse al Cecopi, el Gobierno fue bastante más escueto en su contestación al PP en comparación con lo que lo había sido con los movimientos realizados por el ingeniero durante la mañana.
Según el Ejecutivo, el presidente permaneció el resto del día «y la noche» en la sede de la CHJ realizando «múltiples y diversas gestiones» de seguimiento de la dana junto a miembros del comité permanente y del SAIH. Puede que algunas de las citadas «gestiones» fueran las visitas a la sala de datos para seguir la evolución de la emergencia a las que hizo referencia González, pero no ha habido confirmación oficial de este hecho. Por último, también se conoce, mediante la respuesta del Gobierno al PP, que Polo «no sale de la sede de la CHJ hasta el día siguiente, para ir a su casa a ducharse y cambiarse de ropa».
Sea como fuere, el presidente de la CHJ estuvo presente en el lugar donde se tenía toda la información sobre la situación de los cauces justo antes de incorporarse de forma telemática a la cumbre del Centro de Coordinación Operativa Integrado (Cecopi) que se había convocado para las 17.00 horas en el Centro de Coordinación de Emergencias de l'Eliana. En este cónclave participaron representantes del Consell como la entonces consellera de Justicia e Interior, Salomé Pradas, el secretario autonómico de Emergencias, Emilio Argüeso, representantes de los cuerpos de bomberos como el inspector jefe José Miguel Basset así como integrantes de otras agencias autonómicas de manera presencial mientras la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, la demarcación valenciana de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) o el propio Polo en representación de la CHJ se conectaron en línea.
Aquella tarde Polo no informó al órgano encargado de dirigir el operativo de respuesta a la emergencia de que algo grave empezaba a cocerse en la cuenca del Poyo ya a partir de las 16.15. De hecho, esto apuntala una serie de informaciones publicadas por este diario en las que llegó a admitir en una reunión de la junta de gobierno de la CHJ que sí hubo un 'apagón informativo' por parte del ente de la cuenca durante la tarde del 29-O: «Lo que no se transmitió en ese tiempo es información de la rambla del Poyo», respondió tras ser interpelado por el secretario autonómico de Medio Ambiente, Raúl Mérida.
En el durante y el después del desastre provocado por la dana, el presidente de la CHJ ha guardado un escrupuloso silencio sólo roto en ocasiones contadas para exculpar las responsabilidades del organismo que encabeza. Sin embargo, hace dos semanas la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3, Nuria Ruiz, decidió citar a declarar a Polo junto a otros tres funcionarios de la CHJ en calidad de testigos.
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