Las carencias del SAIH en este temporal: marca alerta roja en el Poyo cuando el cauce está vacío
El aforo de Riba-roja señaló ayer durante cuatro horas un caudal de más de 150 metros cúbicos por segundo cuando no pasaba ni una gota de agua
La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) no contaba con el mejor sistema de alertas para prevenir una riada como la del 29 de octubre, ... que arrasó media provincia de Valencia y dejó 228 muertos. El Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH), al que se agarra Miguel Polo y la Delegación del Gobierno para validar su actuación el día de la dana, se mostró poco fiable y con un amplio listado de datos imprecisos.
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Una carencia que todavía sigue vigente, como se ha podido comprobar en el episodio de lluvias que se ha vivido en este inicio de semana en la Comunitat Valenciana, donde han caído importantes cantidades en varios puntos del territorio. El SAIH, un sistema anticuado y obsoleto, ha sido una vez más una fuente de absoluta confusión para valorar las cantidades caídas en puntos como la Rambla del Poyo o en la parte del Alto Turia.
El tema más preocupante, sin duda, se ha visto en el aforo ubicado en el cauce del Poyo a la altura de Riba-roja. En ese punto, y como se podía comprobar in situ en la web del SAIH de la CHJ, a las 15:35 horas de ayer se informaba que en ese momento había un paso de caudal de 162 metros cúbicos por segundo, un dato que hizo saltar la alerta roja que traspasaría el umbral de los 150 metros cúbicos por segundo, que es el nivel mínimo que hace saltar todas las alarmas en caso de lluvia en un cauce y que exigiría una vigilancia especial para evitar posibles inundaciones.
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La realidad, la que se puede observar con los ojos, era muy distinta. Un fotógrafo de LAS PROVINCIAS se desplazó al punto exacto en el que está el aforo de Riba-roja para certificar que a esa hora el cauce de la rambla del Poyo estaba totalmente seco. Es más, los operarios y las máquinas que trabajan en las tareas de reconstrucción de la zona siguieron en sus funciones como si no pasara nada. Sobre el terreno, ni un resto de humedad.
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La anomalía detectada en el aforo de Riba-roja comenzó a las 12:35, con un paso de caudal de 184,6 metros cúbicos por segundo. A las 13 horas bajó a 157 y cinco minutos después subió hasta 163 y así se mantuvo más o menos estable hasta las 16:30 horas, cuando el dato bajó a 0 metros cúbicos por segundo, lo que certificaba que todo formaba parte de un error por parte del sistema de alertas.
La delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, ha defendido en todo momento que el SAIH informó cada cinco minutos de la situación el 29 de octubre. De la misma manera, esa es la defensa de la CHJ, que en repetidas ocasiones ha asegurado que este no es el mejor sistema de todos y que por eso, tras la dana, han licitado la puesta en marcha del Sistema de Atención Temprana (SAT) para controlar mejor el cauce de los ríos y barrancos del área del Júcar. El SAT es un viejo deseo, ya que estaba previsto que se colocara antes de la dana pero nunca hubo un presupuesto para su ejecución, como sí que está disponible en la cuenca del Ebro.
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Al echar un vistazo al mapa del SAIH a lo largo del día de ayer a través de la web de la CHJ llamaba la atención el punto rojo sobre el aforo de Riba-roja, que alertaba de una situación excepcional en el Poyo. Un aviso virtual que nada tenía que ver con la situación en ese momento de un cauce que el 29 de octubre rozó los 3.000 metros cúbicos por segundo. En el tramo que cruza por debajo la A-3, está habilitado para una capacidad de 1.300 metros cúbicos, aproximadamente–.
En la tarde de la dana, minutos después del mediodía se dio un aviso de un caudal de 250 metros cúbicos por segundo para después ir reduciéndose paulatinamente hasta 30 metros cúbicos por segundo pasadas las cuatro de la tarde del 29 de octubre. A partir de ese momento, los ojos dejaron de ponerse sobre el Poyo para mirar al pantano de Forata, que estaba en un riesgo evidente de desbordamiento por altura. Una decisión que provocó que cuando se quiso mirar a la rambla, esta ya era incontrolable en dirección a l'Horta Sud con más de 1.600 metros cúbicos por segundo.
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Las anomalías del aforo de Riba-roja eran todavía más insostenibles después de que los pluviómetros que marcan las lluvias en la cuenca del Poyo en ningún caso arrojaran valores de lluvia torrencial. El que hay ubicado en el polígono de La Pahilla de Chiva presenta un registro máximo de 7,2 litros por metro cuadrado en la tarde del 8 de octubre y a lo largo del día de ayer no recogió ninguna cantidad. El que hay en la A3 presentó 2,4 litros a las once de la noche del lunes y en Picassent la lluvia fue escasa tanto el lunes como ayer.
Esta semana, no sólo ha fallado el dato del aforo de Riba-roja en la rambla del Poyo, sino que durante la alerta también se han dado valores llamativos en distintos pluviómetros de la red de la CHJ como en el de Tuéjar, que en sólo cinco minutos pasó de una intensidad de 100 a 30 litros por metro cuadrado en la tarde del 8 de septiembre.
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