By-pass y cercanías, dos materias pendientes en infraestructuras
La recuperación del resto de la red de carreteras y el restablecimiento del metro en la zona cero guían a la normalidad
La mañana del 30 de octubre casi nadie era capaz de entender cómo el agua había sido capaz de destrozar, como si de un folio ... de papel se tratase, kilómetros y kilómetros de carreteras y redes ferroviarias por toda la provincia de Valencia y alrededores. Como es lógico, tampoco se había empezado a pensar en una posible recuperación. Diez meses después parece estar cerca.
Se puede decir que tanto el Gobierno como la Generalitat dieron el do de pecho en materia de infraestructuras tras la riada, pues en apenas unas semanas fueron capaces de restablecer la circulación en la inmensa mayoría de carreteras afectadas por la riada y en cuestión de meses habían reparado buena parte del transporte ferroviario.
Sin embargo, ha pasado casi un año y todavía hay trabajo por hacer, lo que evidencia que muchas de las actuaciones anunciadas a bombo y platillo no han terminado de efectuarse. Y eso, cómo no, reaviva la pugna entre PP y PSOE sobre qué se ha hecho, a qué velocidad y qué queda todavía por hacer siempre que se logra un nuevo hito en la reconstrucción de infraestructuras.
Tanto el Gobierno como el Consell han realizado un desembolso importante (más de 650 millones entre los dos) con el propósito de devolver la normalidad total tanto a las carreteras como a la red ferroviaria.
Diez meses después de la tragedia, «las actuaciones en vías de comunicación están casi todas resueltas», como explica Federico Bonet, consejero territoria en Valencia y exdecano del Colegio de Ingenieros de Caminos. Sin embargo, ese «casi todas» refleja la realidad. Todavía hay un par de actuaciones clave, y otras de menor relevancia, que alejan a la zona afectada de la normalidad.
La recuperación del servicio de la línea C-3 de cercanías entre Aldaia y Utiel, una zona en la que el agua llegó a arrancar la vía de su ubicación original; la culminación de las obras de reconstrucción del By-pass en la A-7; y la agilización de los trabajos en las carreteras municipales, que fueron divididas entre ambas administraciones para aliviar económicamente a los ayuntamientos afectados, se han convertido, tras diez meses, en necesidades urgentes no solo para los habitantes de la zona cero, sino para todos los valencianos y visitantes que todavía encuentran dificultades para desplazarse a ciertos lugares del territorio autonómico.
El caso del cercanías es quizás el más alarmante. La agilidad mostrada por Óscar Puente para devolver la normalidad a los 150 kilómetros de la red ferroviaria de alta velocidad no se trasladó a la red de cercanías. Es cierto que la afección de la línea C-3 entre Aldaia y Utiel, la que todavía sigue en reparación, fue máxima. De hecho, el propio ministro reconoció en abril que el trabajo en ese tramo iba a ser un proceso de muchos meses. Cuatro meses después todavía continúa.
Desde el Gobierno nunca se fijó una fecha concreta para el regreso total de la actividad ferroviaria en la línea C-3, como sí se hizo desde el Consell, para el restablecimiento progresivo de la red de Metrovalencia, que recuperó la totalidad de su servicio con la reapertura del tramo entre València Sud y Castelló el 27 de junio, una semana más tarde de lo previsto.
En lo que se refiere a carreteras, el mes de agosto ha supuesto el restablecimiento completo de la red de vías de dependencia autonómica afectadas por la riada tras una inversión de 75 millones. En total, la conselleria de Infraestructuras, bajo las órdenes de Vicente Martínez Mus, ha realizado actuaciones en los 47,3 kilómetros de 18 carreteras afectados por la dana. Unos trabajos que el presidente del Consell, Carlos Mazón, decía haber completado «en tiempo récord» y sin el apoyo del Ejecutivo nacional.
De hecho, desde la conselleria de Martinez Mus se muestran críticos con las actuaciones que a día de hoy realiza el Ministerio de Transportes en materia de carreteras. «El Gobierno sigue teniendo aún obras pendientes que está ejecutando en carreteras de titularidad estatal», indican desde el Consell.
Entre esas obras destacan las actuaciones tanto en la Pista de Silla como en la A-7, pero sobre todo ponen el foco en el By-pass, donde se llevó a cabo una actuación veloz para dar con una solución provisional, pero todavía no se ha conseguido un arreglo definitivo. Expertos y conductores coinciden en que el 'apaño' ha funcionado bien, pero no puede ser definitivo. «Falta por terminar el puente sobre el barranco de Gallego en el By-pass, que necesita las vías laterales previstas y que una vía de largo recorrdio deje de ser un corredor comarcal», explica Federico Bonet.
La batalla política se traslada a las infraestructuras locales
Más allá de las actuaciones en la red ferroviaria y las principales carreteras autonómicas y estatales, el Gobierno y el Consell también se hicieron cargo de las reparaciones en más de un centenar de infraestructuras locales. Y hasta ahí se ha desplazado la batalla política, una vez encauzadas el resto de actuaciones.
El acuerdo alcanzado tres semanas después de la dana repartía las infraestructuras a reparar por cada una de las administraciones. El gobierno valenciano se hacía cargo de las obras en los municipios de Alcàsser, Bugarra, Calles, Cheste, Chera, Chiva, Gestalgar, Godelleta, Loriguilla, Macastre, Montserrat, Pedralba, Picassent, Requena, Siete Aguas, Sinarcas, Sot de Chera y Torrent, que en su mayoría correspondían a vías que comunican con carreteras de titularidad autonómica. Y por su parte, el departamento dirigido por Óscar Puente asumía la reconstrucción de las infraestructuras locales de Aldaia, Alfafar, Almussafes, Manises, Paiporta, Picanya, Real, Ribarroja y Xirivella, que, en casi todos los casos, infraestructuras que guardaban alguna relación con vías de Adif o carreteras de titularidad estatal.
Pues bien, diez meses después de aquel pacto el Consell dice haber licitado «el 100% de los contratos» y haber concluido las actuaciones en 15 de las infraestructuras dañadas, tras realizar un desembolso de 50 millones. De tal modo, desde el departamento dirigido por Martínez Mus se critica la lentitud mostrada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez para licitar los contratos que permitan llevar a cabo las actuaciones previstas en las vías de carácter municipal.
En la última actualización de datos ofrecida por el Gobierno de España, el apartado de infraestructuras y carreteras sí que incluía la previsión de dichas actuaciones para las que hay comprometidos 39,3 millones, destinados en su gran mayoría a las localidades de Paiporta y Picanya.
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