La Albufera reactiva la candidatura a la Biosfera tras la consulta ciudadana
Los promotores de la propuesta ante la UNESCO redactarán en un mes el documento nacido del proceso de participación de todas las partes involucradas
Fin de la (segunda) vuelta de reconocimiento. La candidatura a Reserva de la Biosfera acaba de superar la fase decisiva para su reformulación ante la ... UNESCO. Los promotores han recabado, luego de activar el interrumpido proceso de participación ciudadana, las opiniones de los colectivos implicados en la vida diaria del parque, y someterán el documento de conclusiones al debate con esos mismos actores (industrias, arroceros, asociaciones de vecinos, cazadores, pescadores y otras entidades como la restauración) durante una jornada convocada a tal efecto que debería celebrarse en la segunda semana de junio.
Unos días después, LAS PROVINCIAS organiza la cuarta edición de su simposio a favor del valioso humedal que precisamente tiene previsto abordar el momento en que se encuentra la aspiración, liderada por Valencia y con el aval de los otros doce municipios ribereños, de disponer de esa prestigiosa etiqueta que concede el organismo internacional. Un sello de honor que distingue a 52 espacios en España; de ellos, dos en la Comunitat: la Reserva de la Biosfera del Alto Turia (que comprende los términos municipales de Chelva, Tuéjar, Benagéber, Titaguas, Aras de los Olmos, Casas Bajas y Casas) y otro enclave compartido con Castilla-La Mancha: el valle del Cabriel, que engloba a las localidades valencianas de Caudete de las Fuentes, Requena, Venta del Moro y Villagordo del Cabriel.
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A estos dos parajes de gran valor natural se añadiría el que abarca a la Albufera y su entorno si prospera su propuesta, según los plazos que manejan los responsables de la candidatura, sometidos a un aplazamiento esta primavera cuando sus impulsores entendieron que el proceso de participación no podía avanzar según los planes previstos. No dio tiempo material para aportar los puntos de vista de todas las partes involucradas, porque la mayoría estaba todavía en ese momento intentando ponerse en pie en sus respectivas ocupaciones, muy dañas a consecuencia del impacto del 29 de octubre. En diciembre, los representantes municipales sellaron en la Lonja una imagen de unidad durante un solemne acto que activaba el resto del calendario de compromisos exigidos por el Ministerio de Transición Ecológica, organismo del Gobierno central que se ocupa de tramitar la candidatura ante la UNESCO, pero unos meses después se entendió que formalizar este requisito imprescindible era una utopía.
Con el común acuerdo de los involucrados, se adoptó la decisión de posponer el proceso, según una secuencia que está ya muy tasada por el organismo de la ONU que se ocupa de la promoción de la educación, la ciencia y la cultura. Las aportaciones de todos estos sectores a quienes se ha reclamado su opinión han servido para reconfigurar el documento original, modificado en un porcentaje cercano al 60%. De este proceso se han descolgado una serie de organizaciones ecologistas, críticas con el modelo de candidatura, aunque otras como Seo Bird Life sí ha formuló sus observaciones al respecto.
Durante el anterior proceso, cuya complicada tramitación en medio de la postdana obligó a una prórroga desde el Ministerio para que se pudiera cerrar la fase de participación ciudadana finalmente fallida, también se contó con los puntos de vista de estos mismos agentes, incluidos por supuesto los expresados por responsables de los trece municipios, que han podido introducir en el argumentario un enfoque más transversal respecto al documento original. Los directivos de la Fundación Assut, entidad encargada de gestionar esta etapa de la candidatura bajo la dirección de la Fundación Valencia Clima y Energía (tutelada desde el Ayuntamiento), han procurado que más allá de las legítimas aspiraciones de cada colectivo consultado hubiera una mirada general, no tan sectorial como ocurrió en un primer momento. Con una pretensión adicional que también influye en el contenido del documento: poner un énfasis muy específico en las cuestiones relacionadas con la mejor gobernanza del parque.
Una vez que este proceso reciba dentro de un mes el visto bueno de los participantes, se activará el siguiente proceso, consistente en su remisión al Ministerio; en concreto, al organismo de Parques Nacionales, dependiente del Estado, cuyos responsables se encargarán de analizar la solidez de la candidatura durante el medio año restante, un procedimiento que se beneficia de un detalle significativo: buena parte de la documentación requerida ya se llegó a avanzar durante el proceso cancelado, así que al menos esa parte más farragosa de índole burocrática, se ha podido ir adelantando.
La idea es que hacia finales de este 2025 las aspiraciones de la Albufera superen ese primer filtro nacional y se eleven a partir de entonces desde el Gobierno central a los dirigentes de la UNESCO, que dispondrán a su vez de todo el año 2026 para examinar la documentación y dictar sentencia. Según explican los responsables de Parques Nacionales que tramitarán la candidatura, «la evaluación de la candidatura por la UNESCO no se produciría hasta 2027», puesto que, s según sus cálculos, a lo largo de 2026 «es cuando se produce la valoración por el comité MaB», órgano interno encargado de examinar la documentación presentada por las autoridades valencianas. «Los plazos que se barajaban anteriormente», en relación al proceso interrumpido por la dana, «son para las candidaturas que se presentaron en 2024 que, en el caso de la Albufera, se extendió hasta el 15 de marzo» de este año en atención precisamente a las heridas que dejó en el parque la inundación del 29 de octubre. Fue superada esa fase cuando se advirtió de que los plazos burocrático no avanzaban al ritmo previsto; las partes implicadas no pudieron plantear sus sugerencias en el periodo de participación ciudadana y de común acuerdo las administraciones involucradas pospusieron el proceso. «No se trata de una denegación», se recuerda desde Parques Nacionales» sino de la imposibilidad de cumplir con el procedimiento de declaración si se demora la presentación de la candidatura». La solución definitiva, en 2027.
De Valencia a la UNESCO, la aspiración del parque pasa por el Oceanogràfic
El cuarto simposio que organiza LAS PROVINCIAS en defensa de la Albufera llega en un momento crítico; así como hace un año sus preparativos llegaron precedidos del intenso debate, con fuego cruzado entre partidos y administraciones de distinto color político, por la controversia en torno a la cantidad y calidad de las aportaciones de agua al lago, en esta oportunidad la doble jornada de debate cuenta con unos prolegómenos de alta intensidad: por un lado, la situación que vive el parque en esta etapa postdana, que configura una parte de la programación y por otro, cómo activar la candidatura a Reserva de la Biosfera, que entra en un momento de extremada importancia.
El calendario que manejan los responsables de la candidatura prevé de hecho que en los días anteriores a la cita que se celebrará en el auditorio Mar Rojo del Oceanogràfic de Valencia se someta al escrutinio de las partes involucradas en el sostenimiento diario de la Albufera el documento que incluye sus aportaciones para ser elevadas primero ante el Ministerio de Transición Ecológica y posteriomente ante la UNESCO. Tanto en la primera sesión del simposio como durante la segunda se volverá a escuchar la voz de quienes promueve la candidatura: los trece municipios ribereños que a finales del año pasado sellaron en el solemne espacio de la Lonja una declaración de unidad en favor de conquistar el prestigioso sello que otorga el organismo internacional dependiente de la ONU.
Esa imagen de compromiso común inspira el mensaje de unidad que unos meses después sellaron los mismos protagonistas a orillas del lago, aceptando el requerimiento de este periódico. Los responsables de esos ayuntamientos cuyo término municipal bañan las aguas del lago se subieron a una embarcación para protagonizar una foto que ilustra la pretensión de nuestra campaña en favor del parque: que el consenso prevalezca y la Albufera recobre la buena salud perdida. Es el mismo espíritu que impulsa nuestra campaña de adhesiones, que registra ya más de 600 apoyos de personalidades de la vida pública valenciana y de ciudadanos a título particular, plasmadas en el decálogo que hace un año vio la luz en el Oceanogràfic, el mismo escenario del simposio de este año.
Esa doble jornada será una oportunidad muy pertinente para examinar el cumplimiento de aquel pacto, que un grupo de expertos convocados en esta redacción reformulará para que se adapte al nuevo contexto. Una ocasión igualmente apropiada para, sin caer en triunfalismos, felicitarse de los avances alcanzados desde hace un año; el más importante un intangible: un nivel de consenso superior al de entonces.
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