Agricultores valencianos denuncian daños en sus campos por la sobrepoblación de conejos
Ya son 177 municipios en la Comunitat con alta densidad de estos animales y la asociación Ava-asaja reclama más medidas de control
El campo valenciano soporta cada año episodios de todo tipo para conseguir llegar a la época de cosecha con los cultivos sanos. Si no son ... los periodos de sequía, son las fuertes lluvias, el frío o incluso el calor. Y si los problemas no surgen a partir de la meteorología, aparece la fauna en escena. La Asociación Valenciana de Agricultores (Ava-asaja) ha alertado de una «multiplicación extraordinaria de conejos a lo largo de este año que vuelve a poner en el punto de mira su tremendo impacto sobre la agricultura valenciana y española».
«La plaga de conejos causa daños especialmente graves en los viñedos (desde que surgen los primeros brotes verdes de las cepas, diezmando la producción de la próxima vendimia), en los naranjos (al roer todo el contorno de los troncos, sentencian a muerte el arbolado porque cortan la circulación de la savia elaborada), en los plantones de frutales, cítricos y olivos (incluso en aquellos casos que se han instalado mallas protectoras) y en las producciones de cultivos herbáceos, hortalizas, melones y sandías que se encuentran cerca de su momento de recolección» aseguraba la asociación a través de un comunicado.
Y es que la población de conejos en la Comunitat se ha multiplicado en los últimos años. De hecho, son ya un total de 177 términos municipales valencianos los que se encuentran con sobrepoblación de estos animales. La superficie total declarada por la conselleria de Medio Ambiente como territorio afectado por la alta densidad de esta especia es de casi 930.000 hectáreas. Por provincias, Valencia lidera el número de comarcas con exceso poblacional con una cifra de 86 términos territoriales. Justo por detrás se encuentra Alicante, la cual alcanza los 73 municipios. Por último, en Castellón son 18 las comarcas afectadas.
En esta línea, las denuncias de Ava-asaja bien podrían estar relacionadas con las cifras de caza que maneja la Generalitat, pues la captura de conejos no ha hecho más que descender en los últimos años. Durante la campaña 2023-2024 se dieron caza a casi 407.000 conejos comunes, mientras que en la campaña anterior se habían capturado 447.322 ejemplares (un descenso del 9%). Además, este descenso resulta progresivo en los últimos años, pues según los datos oficiales de la administración, la diferencia de caza con respecto a la campaña 2020-2021 es de un 16,8% (en dicho curso se cazaron 489.184 ejemplares).
«Cada día es habitual ver muchos conejos correteando por los huertos, es una barbaridad lo que se han multiplicado. Cuando no comen hierbas, verduras o frutas, destrozan las cortezas de los árboles. Un agricultor del pueblo me enseña que en pocos días se han cargado varios naranjos. Además de refugiarse en barrancos, infraestructuras y campos abandonados, ahora también se esconden entre los cañaverales que arrastró la dana y están arraigando por todos lados», afirmaba el delegado de Picassent de Ava-asaja, Pablo Laza.
Del mismo modo, el presidente de la asociación agraria, Cristóbal Aguado, aseguraba que el aumento de la presencia de estos animales «amplifica los estragos que la fauna salvaje viene provocando en el sector agrario y la sociedad en general. Los jabalís bajan hasta las playas causando pérdidas agrarias, destrozos urbanos, accidentes de tráfico y ataques a personas, incluyendo a veraneantes que acuden a los pueblos y acaban en el hospital. Los buitres están acechando a ovejas, cabras y vacas y contaminando el agua de sus abrevaderos, lo que genera el rechazo a beber y comer en los pastos. La fauna salvaje también es un problema de salud pública porque transmite enfermedades. Se nos ha ido de las manos y debemos actuar antes de que las consecuencias sean aún más desastrosas».
Por todo ello, Ava-asaja pone sus ojos en los ayuntamientos, pues consideran que son las administraciones más cercanas a cada territorio «para coordinar con los cazadores de la zona sus labores y aprovechen las medidas aprobadas por la Generalitat para atajar este problema creciente, como las ayudas publicadas por la Conselleria de Agricultura destinadas a facilitar el control poblacional del jabalí en los municipios declarados con sobreabundancia de fauna salvaje y el nuevo decreto de la Conselleria de Medio Ambiente que establece las directrices para la gestión poblacional de las especies». Para Aguado, «los consistorios deben ser la primera línea del frente para llevar a cabo las actuaciones necesarias y para ello pediremos más ayudas y más medidas de apoyo por parte de la Generalitat y el Gobierno».
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión