Comercio llegará a los tribunales si es preciso para suprimir la libertad horaria

Ya lo apuntó el miércoles el conseller de Economía, Rafael Climent, y ayer lo confirmó su director general de Comercio, Natxo Costa. El Consell está decidido a ir a por todas con tal de conseguir que se supriman o reduzcan a su mínima expresión las zonas de gran afluencia turística (Zgat). Es decir, las zonas con libertad de horarios comerciales. Y está dispuesto incluso a pelear por ello en los tribunales contra el Gobierno central, que emitió la ley sobre estas zonas comerciales.

Costa visitó ayer Alicante justo en el día en el que el Ayuntamiento de la localidad aprobaba, por la tarde, en Pleno, la petición al Consell de la supresión de la Zgat del centro de la ciudad. El director general de Comercio se mostró plenamente decidido a conseguirlo, pese a las dudas que hay por el hecho de que la legislación de las Zgat provenga del Gobierno central, ya que se reguló en un Real Decreto. «Hay una legislación que tenemos que trabajar para cambiar. Pero daremos los pasos para revertir la situación de libertad salvaje a la que nos han llevado los políticos del anterior Gobierno, tanto del Ayuntamiento como de la Generalitat», apuntó.

Costa recordó que el Estatuto de Autonomía de la Comunitat Valenciana dice que las competencias en materia de comercio, consumo y, por extensión, turismo son de la Comunitat. «A partir de ahí, si el PP ha permitido en el pasado que el Estado invada competencias, nosotros lo vamos a combatir de todas las formas posibles, para que las competencias vuelvan a nosotros», explicó el director general.

«Mientras no se derogue el Estatuto el Estado no tiene competencia para legislar», añadió, y explicó que son varias las autonomías que han recurrido esta invasión competencial en las Zgat. «Nosotros no podemos ya recurrir el Real Decreto, pero vamos a hacer las modificaciones legislativas necesarias para aplicar nuestra competencia». Es decir, que van a legislar contra las Zgat, sin tener en cuenta las exigencias que establece el Real Decreto estatal.

A partir de ahí, «si hay conflicto de competencias con el Estado y el Estado recurre, está en su derecho, pero nosotros defenderemos en los tribunales que es competencia propia y exclusiva», apuntó el responsable de Comercio.

Invitó, por tanto, al Estado o a «cualquiera que considere que la legislación que hay que aplicar es la estatal, que vayan a los tribunales, ya que no tenemos ninguna duda de que al final los tribunales acabarán dándonos la razón». Son varios los municipios turísticos que se verán afectados por este cambio en las políticas autonómicas. Entre ellos Valencia, donde hay un serio conflicto, y Alicante, que pidió la retirada de la Zgat del centro de la ciudad ayer en el Pleno.

Su intención es suprimir la que hay y presentar una alternativa. El alcalde, Gabriel Echávarri, explicó que por imperativo legal se tiene que definir otra zona y que se diseñará por consenso del Consejo Local de Comercio, algo que, recordó, no hizo el PP al designar la Zgat del centro. En un principio, se quiere que esta zona sea la franja litoral, que ya disfruta de libertad horaria desde hace años.

Facpyme y Fecoema

Respecto al conflicto con Facpyme por las declaraciones que hizo Echávarri sobre su secretario, Francisco Rovira, en las que daba a entender que tenía «convenios» con El Corte Inglés para apoyar la Zgat, el alcalde se negó ayer a retractarse de estas palabras, como le pidió la federación de comerciantes. «Mi talante y el talante del equipo de gobierno no es confrontar con nadie. Fue una declaración de hace una semana y no vamos a ir con gasolina a ningún sitio», se limitó a decir Echávarri.

Por otro lado, la federación local de asociaciones de comerciantes Fecoema pidió ayer conocer los acuerdos a los que el Ayuntamiento llegó con El Corte Inglés y con los pequeños comerciantes del centro para que firmasen la Zgat.

Lamentó que Facpyme haya «abanderado» la libertad horaria en vez de oponerse a ella. Y pidió, por último, que la Zgat quede derogada o que, si no es posible, se extienda a toda la ciudad, por considerar que ahora se producen «agravios comparativos» entre los distintos barrios.