Compañeros del policía local de Petrer niegan que hubiese una conspiración

La Audiencia retomó ayer la vista oral contra el policía local de Petrer acusado de quedarse con más de mil euros de los arrastres que realizó la grúa entre marzo de 2010 hasta finales de 2011. La sesión del juicio con jurado se reanudó para que agentes del cuerpo, compañeros del procesado, testificasen por lo sucedido, que se pudo descubrir gracias al aviso de un ciudadano multado.

Los agentes negaron que se hubiese tramado un complot para inculpar al procesado, tal y como él mismo relató al tribunal durante su interrogatorio el pasado lunes. Sin embargo, lo que sí señalaron es que la caja fuerte en la que se depositaba el dinero pagado por los arrastres de la grúa era de fácil acceso, pues en ella se guardaban también las tarjetas para poner gasolina a los coches patrulla.

Los compañeros del acusado explicaron también que las cuentas de los oficiales, desde las cuales se podían modificar los registros de las fichas por el arrastre de grúa, se quedaban abiertas si no se cerraban debidamente.

El agente imputado señaló en la primera sesión del juicio que contaba con una clave de cuatro dígitos que databa de treinta años atrás y que era fácilmente visible cuando realizaban llamadas desde la oficina, pues quedaba marcada en el dial para apuntar a que alguien actuó con su cuenta del sistema informático.