300 metros a partir del puesto de control del piloto en tierra

El dron que trabajará en la zona de El Saler, y en aquellas donde los consistorios de la provincia de Valencia lo soliciten, puede sobrevolar unos 300 metros desde el punto de control del piloto en tierra. Tiene unos 20 minutos de autonomía y eso permite controlar de forma aérea amplias extensiones que a pie constarían mucho más tiempo, o sencillamente no son accesibles para una persona.

El empleo del dron ahorra tiempo, mejora la detección de posibles focos, permite economizar los productos químicos al delimitar el área de actuación, y posibilita información actualizada del estado del terreno donde debe actuarse, para adoptar así el mejor tratamiento.

«Conseguimos que la gente y los medios del servicio incrementen la eficacia en un 75 %, por lo que se gana también en mejorar el tiempo de respuesta al ciudadano», apuntó a la agencia Efe, además de añadir que «si somos capades de controlar los mosquitos en el agua, no tendremos adultos, que son los que pican y generan molestias». De momento, el helicóptero no tiene rival en cuanto a la fumigación de grandes superficies, aunque la entrada en escena del dron puede cambiar esto.