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La funcionaria valenciana se casó con un italiano y tiene tres hijos..
Clara Martínez, la 'fontanera' de Juncker

Clara Martínez, la 'fontanera' de Juncker

Clara Martínez Alberola, funcionaria valenciana de la UE y ‘número dos’ del Gabinete del presidente de la Comisión Europa, es quizá la española más influyente en Bruselas

adolfo lorente

Sábado, 25 de julio 2015, 22:07

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Ese sexto sentido que los plumillas llamamos olfato periodístico y la RAE mera curiosidad te lleva hasta ella. La ves un día, y después otro, y otro, y otro... ¿Pero quién es esa mujer rubia que está siempre junto a Jean-Claude Juncker? Se llama Clara Martínez Alberola, nació en Valencia en 1963, es licenciada en Derecho, funcionaria comunitaria desde hace 25 años y desde el pasado 1 de noviembre, la adjunta al jefe de Gabinete del todopoderoso presidente de la Comisión Europa. Quizá sea la española más influyente en la UE o, al menos, la que más información privilegiada posee de ese magma llamado Bruselas. Que si Grecia, que si el Reino Unido, que si Rusia... Es la gran fontanera del veterano luxemburgués. «Es un lujo y un privilegio, pero es duro, tienes muchísima responsabilidad», confiesa a este periódico. Recibe en su despacho de la inaccesible planta 13 del edificio Berlaymont de Bruselas, el faro que guía los designios del Viejo Continente.

Personal

  • de cerca

  • Nació en Valencia en 1953, donde se licenció en Derecho. En 1986 se fue a Brujas, al prestigioso Colegio de Europa, donde se diplomó en Derecho Comunitario, rama que también estudió en la Universidad Libre de Bélgica.

  • Trayectoria. Accedió a la Comisión Europea en 1991, a la Dirección de Mercado Interior e Industria. Fue nombrada responsable de la Unidad de Farmacia en el 2000 y en 2005 entró a formar parte del Gabinete de Barroso. En 2014 fue elegida por Juncker.

La UE, ese inabordable monstruo de mil cabezas, tiene un gran problema. Bueno, en realidad muchos, pero uno sobre todo: es la gran desconocida. Muy pocos se explican cómo algo tan importante en la vida diaria de 500 millones de europeos puede resultar tan lejano. Alberola, sin embargo, cree que no es tan preocupante. «No hay que autoflagelarse. ¿Hay ilusión por el Gobierno en España? ¿Hay ilusión por las comunidades autónomas? Entonces, ¿cómo lo van a tener por algo que está tan lejos y es tan complicado? Europa siempre será Bruselas y siempre estará lejos. Pero en España, y pese a la crisis, la sensación general es bastante buena», asegura.

No es política, pero su discurso apabulla. «Tenemos que hablar de cosas concretas, de los problemas que afectan a la gente. Siempre pienso en mi madre, que cada día se lee tres periódicos y me llama diciendo, he leído que Juncker.... Pues aquí, igual. A mi equipo siempre le pregunto ¿esto tu madre lo entendería?. El presidente en muchos casos es como tu madre. Te debe entender y tienes que explicárselo muy rápido».

Pues comencemos por el principio y aportemos nuestro pequeño granito didáctico. ¿Qué es la Comisión Europea? Es el Gobierno de la Unión Europea, el garante de los Tratados, el lugar desde donde se proponen las leyes que luego deben ser aprobadas por el Parlamento y por el Consejo (líderes de los 28 países). Dicho de otra forma y salvando las enormes diferencias, la Comisión sería el Gobierno de España; Juncker, Rajoy y Clara Martínez, la número tres de La Moncloa.

«Estoy encantada aquí»

¿Pero quién es Clara Martínez Alberola? Estudió Derecho porque anhelaba salir al extranjero, trabajar en instituciones internacionales como Naciones Unidas. Corría 1986. Fue entonces cuando logró una beca para irse un año a Brujas, al prestigioso Colegio de Europa, donde se diplomó en Derecho Comunitario y se enamoró de la UE, pero también de un alumno italiano que se convertiría en su marido y padre de sus tres hijos, ya veinteañeros, pero a los que sigue llamando «los niños» cuando aflora ese rol de madre tan difícil de ocultar. «Logré la beca de Brujas y me marché feliz».

¿Y lo sigue siendo?

Estoy encantada en Bruselas, felicísima. Somos unos privilegiados. El trabajo que he hecho en la Comisión siempre ha sido muy interesante, me lo ha pasado genial y he estado muy a gusto. He tenido mucha suerte, jefes muy buenos y compañeros estupendos».

Es una apasionada de su trabajo. Una cualidad bastante común entre los funcionarios comunitarios. Se lo creen, creen en ese cajón de sastre llamado Europa. Y claro, si además ha logrado estar nueve años trabajando en el Gabinete del anterior presidente de la Comisión, el portugués José Manuel Barroso, y ahora ser una pieza clave en el equipo de su sucesor, Juncker, pues con más razón.

Esta funcionaria comunitaria habla castellano, inglés, francés, italiano, algo de portugués y aún así, insiste en atribuir a la «suerte» el porqué de su destino. También a Loyola de Palacio, claro, la excomisaria española que la recomendó a Barroso.

Allí conoció al alemán Martin Selmayr, el jefe de Gabinete de Jean-Claude Juncker, la otra mano del luxemburgués. «Martin se fue a dirigir la campaña de Juncker y cuando ganó las elecciones y se confirmó que presidiría la Comisión, me llamó y me pidió que fuera su adjunta. Tardé un segundo en responder», recuerda. Es la única española del núcleo del presidente, formado por una docena de personas de las más variopintas nacionalidades. «Lo conocí tomando un café en un hotel a finales de junio. Le dije que había estado con Barroso, me dio sus condolencias (sonríe recordando lo bromista que es) y la bienvenida», explica.

Parece que el olfato periodístico no falló. Si ahora ven en la tele a una mujer rubia con muchas carpetas al lado de Juncker, que sepan que se llama Clara Martínez y es española.

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