Entre bunkers y trincheras

Alejarse del barullo característico de la ciudad y sumergirse en un hermoso paraje de belleza excepcional es ahora muy fácil, pero para ello habrá que subirse a la bici y pedalear. "En Valencia hay infinidad de rutas ciclistas, dependiendo de la dificultad que quieras puedes elegir una u otra", comenta Antonio Monteagudo, miembro de la peña ciclista excursionista de Valenciana.

El camino que se inicia en el Parque de Cabecera a la altura del puente del 9 de octubre permite llegar a la Vallesa, concretamente hasta un punto donde se localizan bunkers y trincheras propias de la contienda española.

La primera indicación es dejar a la derecha el supermercado Carrefour. Enseguida se observa una rotonda que se bordea por la izquierda. Unos cuantos metros después aparece una gasolinera y un cementerio. Justo frente al campo santo hay que tomar un camino perpendicular a la carretera. Tras pasar un almacén llamado el Molí Nou se descubre un cruce que se toma hacia la izquierda. En la siguiente intersección hay que dirigirse a la derecha y cruzar un puente emplazado sobre la autovía. Pasada la plataforma se debe tomar un camino asfaltado que sale hacia la izquierda, allí se ubica un aula de naturaleza.

Nada más atravesarla se observa a la derecha un sendero que discurre paralelo a la calzada. Durante unos metros se abandona el asfalto y se circula con precaución por este camino de tierra. Casi al final de esta travesía se realiza un giro a la izquierda; pocos metros más abajo hay un descenso. Este camino principal hay que abandonarlo por otra vía que se encuentra a la izquierda, donde se halla un cartel del almacén Abonos Conde.

A partir de este punto se continúa por la pista hasta cruzar el puente sobre el río. Tras cruzar el arroyo lo primero que se divisa es un matadero. A una distancia próxima se encuentra el azud de Rascanya, en este lugar hay colocada una fuente con agua potable para beber.

Tras cruzar otro puente se gira a la izquierda, a continuación se atraviesa el viaducto que va al aeropuerto de Manises. De nuevo se pasa por el torrente, pero esta vez tomando la dirección opuesta. El recorrido principal conduce a la autovía, donde se localiza un puente, tras atravesarlo se toma la izquierda. Una vez alcanzado este punto hay una ligera subida, al final de esta hay que desviarse a la izquierda.

Siguiendo recto se pasa a través de un puente por debajo de la autovía. Se debe tomar un corto camino a la derecha. Tras una suave subida se atraviesa un barranco; hay que continuar pedaleando recto. A unos 140 metros se llega a un mirador desde donde se divisa el río, su cauce y la presa de Aguas de Valencia.

En el camino principal nos encontramos con una corta subida que se convierte en una senda. Aquí se contempla una pequeña montaña, es la Lloma de Betxí. En el siguiente cruce hay que tomar la derecha, subir una vereda y seguir en el sentido de la marcha.

Tras llegar a una curva cerrada se escoge la vía de la izquierda; si se asciende hasta el final se localiza un camino con una finca que se encuentra cercada. Después se observa una verja la cual hay que traspasar, pocos metros después se encuentra una calle la cual hay que cruzar.

Pasados 100 metros hay que girar a la derecha y subir por un camino pegado a la valla. Aquí hay un sendero que se dirige al bosque. Adentrándose en él, se pueden ver innumerables trincheras y otros bunkers de la Guerra civil española, para poder contemplar estas construcciones lo más recomendable es dejar la bici y caminar campo a través.

Para contemplar estas edificaciones se ha tomado un desvío, no obstante, si se desea finalizar la ruta y volver al punto de inicio se debe dar marcha atrás y volver a recorrer el camino pedaleado pero esta vez en dirección opuesta.