Los embalses valencianos, al nivel más bajo en siete años pese a las lluvias

Las fuertes precipitaciones de los últimos temporales, que han causado inundaciones y desbordado ríos, han supuesto un alivio para los embalses valencianos que languidecían por la sequía. Pero no se trata de un aporte de agua como para lanzar campanas al vuelo. La prueba más clara es que en la última medición de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), publicada el lunes, presentaban el nivel más bajo de los últimos siete años.

De acuerdo con las cifras, los embalses de los siete sistemas de la confederación presentaban exactamente 1.049 hectómetros cúbicos y estaban al 31% de su capacidad de almacenamiento. Para encontrar una cifra tan baja a finales de diciembre hay que remontarse a 2009, con un volumen de agua embalsada de 996 hectómetros cúbicos y al 29,7% de su capacidad. Y si lo comparamos con el final de año anterior son unos 170 hectómetros cúbicos menos.

Según los últimos datos del Ministerio de Agricultura sobre reserva hidráulica semanal, los embalses de la CHJ siguen, por segundo año consecutivo, por debajo de la media de los diez últimos años, que se sitúa en 1.203 hectómetros cúbicos. Como es habitual, las zonas del Júcar y el Segura que corresponden a la Comunitat cuentan con los embalses menos llenos de España. Las reservas de la primera confederación está al 31% de agua embalsada y la segunda, al 27%.

Pese a todo, la acción de la cadena de temporales que barrió la Comunitat durante diciembre, especialmente el último, han supuesto un punto de inflexión en la caída en picado de cantidades de agua almacenada. Si analizamos la progresión del año, se observa que el punto más crítico por la sequía se alcanzó en la semana del 21 de noviembre, con 863 hectómetros cúbicos embalsados. Desde esa fecha y en poco más de cuatro semanas, los embalses de la CHJ han recibido 186 hectómetros cúbicos.

Las mayores recuperaciones

Algunos de los pantanos han experimentado recuperaciones espectaculares. Por ejemplo, el agua embalsada en el de Guadalest. El de Beniarrés, en el sistema del Serpis, ha multiplicado por siete sus reservas. Ya en la provincia de Valencia, el de Tous, uno de los de mayor capacidad de la CHJ, ha doblado la cantidad de agua al pasar de los 53 hectómetros cúbicos de finales de noviembre a los 116 con los que cierra el año.

Sin salir del sistema Júcar- Turia, el embalse de Bellús era, hasta hace un mes, el mejor ejemplo de los efectos de la sequía. Estaba sólo al 3% de su capacidad y ahora se ha puesto al 31%. El embalse de Benagéber, otro de los más importantes, es otro en los que el agua casi se ha doblado.

En cuanto a la zona del Segura, sucede lo mismo que con los embalses más al norte. Se han llenado pero acaban el año por debajo de los niveles habituales. La cuenca del Segura acumula 311 hectómetros cúbicos, cuando despidió 2015 con 468, según Agricultura.

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