Borrar
Urgente El precio de la luz sigue a la baja este Viernes Santo: las horas que costará menos de 1 euro
El cauce completamente seco del río Turia a su paso por Quart de Poblet. :: juanjo monzó
La falta de lluvias obliga a los municipios a extremar las restricciones de agua

La falta de lluvias obliga a los municipios a extremar las restricciones de agua

Alborache limita su uso a 12 horas al día y la desalinizadora de Xàbia trabaja al 100% para abastecer a las poblaciones cercanas

JOSÉ M. ORTUÑO

Miércoles, 20 de agosto 2014, 00:04

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La falta de lluvia que azota la Comunitat ya no sólo afecta gravemente a los ríos, montes y al campo valenciano, que permanecen secos. En estos instantes, la sequía ya ha provocado que muchos municipios se vean obligados a extremar las restricciones de agua y a advertir a sus vecinos de la importancia que tiene «usar el sentido común» para no desperdiciarla.

Una de las comarcas más afectadas -aunque no la única- es la Hoya de Buñol. LAS PROVINCIAS se puso ayer en contacto con algunos de sus ayuntamientos y reconocieron que la situación empieza a «ser preocupante». Destaca el momento que viven en la localidad de Alborache, cuyo consistorio sólo permite el uso de agua durante doce horas diarias. En un bando, su alcalde alerta de que deben de utilizarla con criterio para poder garantizar el abastecimiento en el futuro.

Durante los meses de verano, su consumo «ha aumentado en exceso» y las reservas han disminuido de un modo considerable. «La situación del nivel de las reservas» ha generado diferentes problemas en el municipio. Todo ello es consecuencia de que los acuíferos que se encargan de abastecer la pobalción «se encuentran bajo mínismo», indicó su alcalde, Miguel Pinach.

«Recibimos el suministro desde un manantial y un pozo, pero prácticamente ya no les queda agua, por lo que nos hemos visto obligados a tomar esta drástica medida. Desde enero se han recogido tan sólo 70 litros de lluvia de modo que estamos hablando de una zona en la que la sequía afecta con dureza», advirtió el alcalde.

La situación del pozo se ve reflejada en las cantidades de agua que emanaba hace un lustro y ahora. «Hasta no hace mucho salían 6.000 litros por minuto, en este instante 700», lamentó Pinach, quien espera encontrar pronto una solución, pues «se está trabajando en otras vías», asegura. En este sentido, ha logrado que los regantes de Godelleta le cedan a Alborache un pozo, del que cuentan con todas las licencias, «pero se enmarca dentro del término municipal de Buñol y nos falta que el arquitecto del ayuntamiento nos firme el consentimiento. Tenemos el visto bueno de su alcalde, pero mientras no llegue la rúbrica desde la Oficina Técnica no podemos empezar la obra», insistió.

Con esta situación, los vecinos del municipio se encuentran sin agua potable desde las cuatro hasta las ocho de la tarde y desde las once de la noche hasta las siete de la mañana. «Se trata de la única manera de recuperar los niveles de los depósitos, a falta de que nos permitan realizar una obra que creemos que es de interés general». Por otra parte han informado de la situación en la que se hallan tanto al Consell como a Delegación del Gobierno.

En un estado menos grave pero expetantes de lo que suceda se encuentran los municipios de alrededor. «La falta de agua es una tónica general en esta zona, también se da en las demás localidads como Godelleta, Chiva, etc.», señaló la alcaldesa de Turís, Pilar Lozano, quien admitió que aún «no hemos hecho restricciones de agua, pero no podemos descartarlo».

Faltan dos trámites

Lo que sí tienen en marcha es la canalización de un pozo que permita respirar con más tranquilidad. Los sondeos que financió la Generalitat confirmaron que hay líquido en el subsuelo, «contamos con los permisos de impacto ambiental y tan sólo faltan dos trámites de la Confederación para llevarlo a cabo». Incluso tiene el visto bueno de la empresa pública de abastecimiento que financiará -seguramente con ayudad de la UE- el proyecto de 3 millones de euros «que podría estar en menos de un año si no hay demoras».

La zona noreste de Alicante también se ha visto obligada a poner en marcha todos sus recursos para garantizar el agua a sus vecinos. De este modo, la desalinizadora de Xàbia trabaja desde principios de mes al 100 por cien de su capacidad. Una circunstancia que no había sucedido en sus 14 años de vida, puesto que se abrió en 2002.

En el municipio alicantino de la Vall de la Gallinera también sufren problemas para tener agua potable, aunque en su caso se debe a una avería en el pozo que se la suministra y que no se arregla desde julio.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios