La petición del Valencia sobre el nuevo Mestalla que complicaba aún más traer el Mundial de 2030
El Ayuntamiento asegura que tolerará más interrupciones en las obras «salvo causa justificada de fuerza mayor»
El nuevo Mestalla tiene su vertiente política entre los diferentes grupos del Ayuntamiento. Mientras el equipo de gobierno del PP asegura que vigilará que el Valencia cumpla con la ciudad, desde la oposición ya se ha criticado a la alcaldesa, María José Catalá y se ha exigido que no otorgue un «cheque en blanco» a Meriton. Fuentes del ejecutivo han salido al paso resaltando una serie de exigencias que desde Urbanismo se impusieron al club para conceder la licencia para las obras que se han iniciado este viernes.
Una de ellas afecta a otro de los asuntos que afectan a la ciudad y que tiene relación directa con el estadio: la posibilidad de repescar a Valencia como sede del Mundial 2030, a pesar de que el proyecto ya en manos de la FIFA no incluye a la capital el Turia. Sin embargo, hay plena confianza de que esto finalmente puede modificarse, y más con el guiño del nuevo presidente de la Federación Española, Rafael Louzán, que dijo en diciembre que no imaginaba un Mundial en España sin Valencia.
Para que esto se dé, no obstante, se deben ver avances en el nuevo Mestalla. Y dar garantías de que el estadio estará a tiempo. Según los plazos establecidos y recordados en las últimas horas por el Valencia, la obra acabará en 30 meses, para verano de 2027. Sin embargo, según ha precisado el Ayuntamiento, la entidad blanquinegra solicitó en un principio un plazo de ejecución de 42 meses, con lo que la instalación no habría estado terminada hasta verano de 2028, ya con dos años escasos hasta la celebración del Mundial.
El Ayuntamiento además recuerda que hay establecidas unas penalizaciones en el caso de que el Valencia incumpla con los plazos, y que no admitirá nuevas interrupciones en los trabajos «salvo causa de fuerza mayor». En ese caso, el Valencia debería aportar una garantía financiera del 100% del coste de la finalización de los trabajos necesarios para abrir el estadio. El equipo de gobierno municipal ha recordado aspectos como que impulsó una auditoría externa o que se ha previsto que el Valencia no pueda aprovechar las plusvalías urbanísticas sin cumplir con la finalización de las obras.
