Peter Lim vuelve a invertir en el fútbol

Tras muchos meses con la capa de invisibilidad con respecto a la inversión en el fútbol, su última visita a Mestalla data de diciembre de 2019, Peter Lim está volviendo a querer transmitir que sigue interesado en invertir en un deporte donde es el máximo accionista del Valencia. El tiempo dirá si todo es una pose o si realmente tiene su efecto en la cuenta de resultados de la entidad de Mestalla. Tras permanecer en silencio durante toda la pandemia, y con ninguna foto más allá de alguna celebración familiar, el anuncio del negocio con Cristiano llega sólo dos semanas después de la decisión de realizar una ampliación de capital de 43 millones en el Valencia y a los pocos días de reunirse virtualmente, por segunda vez, con Bordalás.

La duda que deberá resolver Lim, para discernir el calado de los últimos movimientos, es si de verdad ha regresado a la palestra para buscar una solución al drama económico del club de fútbol del que es máximo accionista o si se trata de una cortina de humo para ganar tiempo. Con la ampliación, el Valencia sorteará el peligro de la causa de disolución al elevar su capital social de 21,5 a 64,5 millones pero ese parche a corto plazo no acabará con el gran problema que sigue arrastrando la entidad; su deuda. El club culminó el ejercicio económico 20-21 otra vez con pérdidas. Es más, desde que Meriton controla la mayoría accionarial de la entidad valencianista sólo ha dado beneficios un curso, el 18-19 donde consiguió el título de Copa y la última clasificación para la Champions. Ahí arrancó Lim su último episodio de soltar amarras emocionales, al preferir celebrar el título con sus invitados y no con sus futbolistas.

Cuando Lim compró las acciones de la Fundación, la deuda del Valencia era de 346 millones. Un agujero que llegó a rebasar los 500 millones y que en la última cifra pública, el cierre de cuentas a 30 de junio de 2020, se quedó en 488. Es decir, 142 millones de deuda acumulada desde que Meriton controla al club. Teniendo en cuenta que en la próxima Junta de finales de año van a presentar pérdidas en el curso 20-21 y que no se cerró ninguna venta de futbolistas antes del 30 de junio, la deuda del club volverá a dispararse por encima de los 500 millones.

Lim, que sigue ignorando la oferta de Zorío de comprarle las acciones por 248 millones, está obligado, ahora que vuelve a invertir en fútbol, a terminar el nuevo estadio. El director general ejecutivo de LaLiga, Óscar Mayo, aseguró en Radio Valencia que de los aproximadamente 120 millones que el club recibirá del fondo CVC, podría destinar hasta el 85% en el estadio: «Que el Valencia tiene el plan estratégico de cambiar de estadio es una realidad dicha por el club. Estamos esperando que nos llegue todo detallado por escrito. Si deciden no usar el 15% en reducción de deuda y utilizarlo en infraestructuras, no habría ningún problema».