Pánico al agotamiento
Diego López, Duro y Mosquera acaban exhaustos en la semana con más partidos| Baraja ya avisó de que la plantilla era corta, y ahora con varios tocados, la situación todavía se complica de cara a la cita del miércoles ante la Real
Diego López, Hugo Duro, Mosquera... los tres terminaron tiesos, totalmente agotados muscularmente. A los dos primeros aún les pudo Baraja ponerles aparente remedio con los cambios (entraron González y Mario Domínguez), al tercero sin embargo ni eso (Pepelu se tuvo que poner de central). El panorama que se le presenta al Valencia es terrorífico. No en lo que a la clasificación se refiere, sino por lo que le puede ocurrir por la falta de alternativas fiables. Los chavales responden y cada vez mejor (todo lo que toca Javi Guerra lo convierte en oro) pero la Primera es exigente y más aún cuando el calendario se estrecha y no hay tregua el descanso, ni físico ni mental.
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Baraja es el primero que sabe que el andamio se le puede venir abajo como esto siga así. Con tanto lesionado, con tan sólo seis jornadas disputadas, es imposible permitirse ningún lujo de tirar de rotaciones cuando hay partido entre semana. De todas formas, el primero que lo ha advertido es el propio Baraja, cuando denunció públicamente que la plantilla que le había dejado Peter Lim se le había quedado excesivamente corta. Y tanto.
Acabaron jugando en Almería chavalines que a lo máximo que aspiraban este verano era a pelear por una plaza en el filial de Miguel Ángel Angulo. Ahora, y con la enfermería más llena de lo que se podía imaginar a estas alturas, tienen que sostener al equipo lo mejor posible en escenarios ya de cierta angustia como el de Almería. No es que el rival esté para echar cohetes –Vicente Moreno todavía tiene mucho trabajo por hacer si no quiere que se empiece a hablar de su valía al frente del conjunto andaluz–, sino porque el Valencia corre el riesgo de quedarse sin fuerzas y sin la posibilidad de aprovechar ese talento que exhiben gente como Javi Guerra, Fran Pérez y el mencionado Diego López. Entre los tres liaron una buena este sábado, y los tres acabaron antes de hora.
El problema es que para dentro de tres días, debe pasar por Mestalla un hueso (Real Sociedad). De ahí que cuando se queja Gayà por haber sido trabado o cuando Diakhaby cae, en el banquillo reina un silencio absoluto. Como no está del todo claro si llegarán a tiempo gente como Paulista y Foulquier, por ejemplo, a Baraja le toca hacer malabarismos para evitar que el equipo pinche esa burbuja dulzona en la que parece haberse instalado. De ahí que pasada la hora a Fran Pérez y Javi Guerra les tocó abandonar el terreno de juego. Hay que evitar a toda costa sacarles de punto tan pronto. Hoy en día, el once que ha conseguido coser Baraja tiene una pinta estupenda. El problema es cuando se echa un vistazo al banquillo.
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