Tres victorias por goleada en el estadio Insular

Algo similar sucedió en el antiguo campo del conjunto amarillo, el estadio Insular, que vio como el Valencia fue derrotado en sus cinco primeras visitas. Desde el debut de la Unión Deportiva en primera división en el ejercicio 51-52, se sucedieron los resultados negativos para el club de Mestalla que, en dos ocasiones, cayó por 5-3. Ese fue el marcador del primer precedente entre ambos conjuntos, en un partido que los locales llegaron a dominar por un contundente 4-0. Los goles de Badenes, Cabillo, y Pasieguito, maquillaron la diferencia. En la temporada 57-58, justo un mes antes de la riada de octubre, en el estreno del campeonato liguero, los discípulos de Luis Miró, perdieron también por 5-3, pese a ir en un par de ocasiones por delante en el marcador. Los tantos de Ricardo Alós, delantero nacido en Moncada, remontaron el gol inicial de los locales. Posteriormente, volvió a empatar el equipo de Las Palmas, pero el brasileño Machado puso de nuevo por delante a los valencianistas. La renta se esfumó en la segunda mitad. El gran protagonista fue Macario, delantero canario que el año anterior había jugado sin demasiado éxito en el Valencia, que consiguió un par de goles.

El maleficio en los desplazamientos a Gran Canaria se rompió al año siguiente. La primera victoria llegó acompañada de una goleada por 2-4. El partido correspondía a la cuarta jornada de la Liga 58-59 .Los valencianistas impusieron su ley con autoridad y no se dejaron sorprender como en la campaña anterior. En el banquillo seguía el técnico catalán. El Valencia solventó el partido por la vía rápida. Al descanso ganaba por 0-3, con goles de Fuertes, al primer minuto, Walter, a los 18, y Tercero a los 35. Los fantasmas reaparecieron en la segunda parte cuando los insulares recortaron la diferencia gracias a dos goles en apenas 5 minutos y todavía quedaba media hora de juego. Sin embargo, los de Mestalla capearon el temporal y sentenciaron con un cuarto gol, obra de Machado, en el minuto 67.

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El mismo resultado se dio casi 20 años después y en la misma jornada, la cuarta de la Liga 75-76. El Valencia acudía al Insular después de una dolorosa derrota en casa por la mínima ante el Betis que provocó un fuerte terremoto en las estructuras del club. Ros Casares abandonó la presidencia y Milosevic fue destituido como entrenador. Su puesto fue ocupado por Manolo Mestre, que debutó de la mejor forma posible. A pesar de las bajas de sus dos jugadores extranjeros: Rep y Keita, el Valencia cuajó una formidable actuación en la que destacó, sobre todo, San Cayetano, extremo procedente del filial, que debutó y marcó un par de goles. Los otros tantos valencianistas llevaron la firma de dos ilustres: Quino y Valdez. Los canarios tuvieron en Germán a su mejor hombre, autor de los goles locales. En la alineación local sobresalía la presencia de cuatro argentinos, uno por línea: el portero Carnevalli, el defensa Wolff, el centrocampista Fernández, y el delantero «Puma» Morete.

La tercera goleada valencianista en el viejo campo Insular, ubicado en el barrio de Ciudad-Jardín, tuvo lugar en la última jornada de la primera vuelta de la temporada 80-81. Los de Mestalla se impusieron por 1-4 y Fernando Morena firmó su único triplete como valencianista. Diez días antes, el 17 de diciembre, el Valencia se había proclamado campeón de la Supercopa gracias a un gol suyo ante el Nottingham Forest. El otro tanto en el feudo de la Unión Deportiva fue obra de Darío Felman, que abrió el marcador aquella noche, en el partido que cerraba 1980. Los valencianistas ocupaban la segunda plaza en la clasificación, a 3 puntos del Atlético de Madrid, que se proclamó campeón de invierno, y con 3 de ventaja sobre el Barça, tercero, y 4 por encima de la Real Sociedad, que acabó por llevarse el título en la última jornada.

El Valencia, dirigido por Pasieguito, abrió en Las Palmas un ciclo de cuatro partidos consecutivos fuera de casa. Aquella fue la única victoria, a la que siguieron sendos empates a uno en los campos del Betis y Hércules, y una derrota en San Sebastián que resultó decisiva en el desenlace del campeonato.