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Único e irrepetible

david albelda

Sábado, 25 de noviembre 2017, 07:45

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Jaume Ortí era un presidente único, irrepetible. Cuando compartías una conversación con él se te olvidaba al minuto de que era el máximo cargo del Valencia Club de Fútbol. Eso demuestra su cercanía y proximidad. A Jaume se le conocía como el presidente del pueblo, el de los aficionados y creo que no hay mejor definición que esa para caracterizar a una persona que encabezó al club en una de sus etapas más exitosas y con más títulos.

Es imposible definir con palabras a Ortí porque era lo que se veía en él, sin dobleces, siempre claro y transparente. Jaume era el aficionado del Valencia que llevaba dentro, un valencianista más, sencillo y llano en todo momento. Tan próximo que hoy en día sería imposible encontrar a una persona como él en este mundo. Ahora, los dirigentes están mucho más alejados de todo, son herméticos, nada que ver con el presidente de aquel Valencia.

Era imposible que nos echara broncas a los jugadores porque al final se convirtió en un amigo. Además, por su carácter conocía a nuestras familias, a la gente más próxima a nosotros, lo que refleja hasta donde llegaba su cercanía. Su amor por el Valencia, su trato, su amistad y su proximidad estaba por encima de todo. Insisto, fue el presidente de la afición, del pueblo, del valencianismo. Además, fue la persona ideal para estar al frente de aquel Valencia que fue un equipo para lograr éxitos que siempre quedarán para el recuerdo. Todavía me acuerdo cómo lo metimos en la ducha de los vestuarios al presidente para celebrar los títulos logrados y de ese icónico palmito. Es una lástima que hoy ya no existan en el mundo del fútbol presidentes con el perfil que siempre mostró Jaume Ortí, leal al Valencia, cercano y siempre con un carácter apaciguador desde el mismo momento en el que surgía un problema.

El contacto después del fútbol se mantuvo. Todo era fácil con Jaume Ortí, un presidente único e irrepetible, tanto en el ejercicio de su cargo como a nivel personal. Jaume Ortí, descanse en paz. Y por su valencianismo, Amunt Valencia.

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