Albelda: «No hay que tener miedo a vender jugadores, hay potencial para sanear el Valencia y volver a resurgir»
El excapitán se muestra preocupado por el futuro del club: «Tengo ganas de que pasen tres o cuatro años para ver por dónde salimos»
Héctor Esteban
Domingo, 10 de julio 2016, 19:15
David Albelda Aliqués (La Pobla Llarga, 1 de septiembre de 1977) vive en línea recta. A bocajarro. Tan sincero que la virtud muchos la han querido manipular en defecto. Fue el capitán del que dicen mejor Valencia. Con 351 partidos de Liga. Su mirada cuelga de Mestalla. Merecido. Estos días, casi un centenar de niños han disfrutado en La Pobla Llarga, su casa, del Campus David Albelda. Mientras se derrite el hielo de un cortado del tiempo, el mito se hace carne. El actual Valencia le preocupa. El peor sufrimiento es por amor. Sus respuestas carecen de filtros.
¿Qué enseña Albelda a los niños?
Es el cuarto año. Una minipretemporada de adultos, con técnicos cualificados. Se toca balón pero se habla de alimentación y descanso.
¿A esta edad se puede percibir quién puede llegar a profesional?
Es difícil pero sí puedes diferenciar quién tiene opciones.
Su hijo juega, ¿cómo se comporta como padre en la grada?
Tranquilo, callado. Manda el entrenador como el profesor en el colegio. El comportamiento de algunos padres es un problema.
¿Cómo llega al Valencia?
Con 14 o 15 años, en una época diferente. Ir a Paterna me costaba hora y media. Estaba en la escuela del Alzira, gané con la valenciana el Campeonato de España sub-15. Me permitió ir al Valencia. Juan Mercé estaba de ojeador. El Valencia nos puso un taxi a los chicos de la zona para ir a entrenar.
¿De aquel taxi cuántos llegaron?
De ese taxi sólo yo.
¿Qué entrenador le marcó?
Aprendí de todos. Me ha gustado absorber. Preguntarme las cosas. Me marcó mucho Ranieri en su primer año. Nos introdujo el tema táctico. A conocer al rival, cómo atacaba, cómo defendía. Con Aragonés coincidí más en la selección. Cúper incidió mucho en el tema físico con el 'profe' Alfano.
¿Era incrédulo cuando Benítez decía que se podía ganar la Liga?
Lo veía difícil a ocho puntos del Madrid de los galácticos. Piensas: Ostras ¿se puede ganar una Liga si hace 31 años que no se logra?
El primer triunfo fue su marcaje a Zidane en la primera jornada.
Zidane era un jugador de primer nivel, rompió la banca de los 10.000 millones. No fue un marcaje de Albelda a Zidane, sólo que coincidimos en la misma zona. Con Benítez trabajamos para ser muy solidarios. Pensaban que el Real Madrid de los galácticos iba a arrasar.
¿Qué le dijo Cúper en el descanso de la Champions de Milán?
Que aunque ganábamos el partido no era bueno. Marcamos pero no pasábamos del centro del campo. Entré por Aimar para juntar líneas y contragolpear. La segunda parte se igualó. El penalti de Carboni fue falta de Jancker. No se le dio mucha importancia en los medios pero para mí tuvo mucha. Éramos el Valencia, el equipo que a priori no tenía que estar ahí. Aquello colocó a Valencia en Europa. Perdimos pero como club crecimos.
¿Volverá la oportunidad?
El fútbol son ciclos. El Atlético ocupa nuestro sitio. El Valencia a poquito que rectifique económica y deportivamente será alternativa.
¿Se pudo ir del Valencia?
Dos veces. Recuerdo la época de Camacho en el Real Madrid, que la directiva quería a Vieira y el técnico apostó por mí. Y el Barcelona con la triple A (Ayala-Albelda-Aimar). Nunca estuve en venta y yo no iba a forzar la situación. Estaba a gusto.
¿Se hubiera ido al Real Madrid?
Nunca me vi allí. Era joven y ganaba títulos. Cuando estaba en mi casa me decía: ¿qué más quiero? En lo económico, el Valencia compensaba con más años en el contrato.
¿Ha tirado el Valencia por la borda todo lo que se logró?
Sí. Soler malgastó un dineral. Éramos los mejores del mundo. Invirtió para destrozar, no para mejorar. Hipotecamos el club. Por eso se tuvo que vender, se tuvo que meter Bankia, los políticos apoyaron... Es una pena. Y ahora que teníamos la opción de encauzarlo con la llegada de Lim se ha invertido mucho pero no le hemos dado al Valencia ese nivel.
¿Se ha vuelto a malgastar?
Es evidente. Hemos gastado 200 millones y no vamos ni a Champions. Si inviertes en un equipo que era tercero pese a vender a los mejores es para darle ese empujón.
¿Cómo volvió de Singapur?
Me sirvió para muchas cosas. He visto buena gente, con voluntad pero que necesitan a alguien para reconducir la situación. Para ellos esto es un máster sobre el Valencia, la sociedad, cómo es la afición. Creo que van a aprender. Les cuesta encontrar gente en la que confiar. Empezaron con Salvo y ahora apuestan por Pitarch y Ayestarán. Si Suso y Pako hubieran llegado antes, el desembolso de 200 millones se hubiera gastado de otra forma.
Al menos Lim y Layhoon vieron que usted no era un demonio.
Así es. Con Layhoon no tuve una reunión individual pero me consta que vieron que yo no era un demonio. Le dije: 'le habrán hablado mal de mí pero si algún día hay un problema me llama y se lo aclaro'. Yo no podía ser otra cosa que ser crítico. ¿Qué me gustaría? Que ganaran la Liga. No soy un enemigo.
¿Es partidario de estar unos años preparándose para volver a resurgir? ¿Lo necesita el Valencia?
Sí. Como sociedad y como el Valencia la hemos cagado en la gestión. Sin poner nombres. Ha sido nefasto. Hay una deuda brutal. Reconducir para sanear y resurgir. Ha llegado Lim pero la deuda es de 300 millones. No hay que tener miedo si hay que vender.
Vender a jugadores importantes -André, Mustafi...- ¿es un drama?
En la situación actual deportiva y económica si toca vender se vende. No hay problema.
¿El mensaje de Champions y de club no vendedor es erróneo?
Este equipo es ahora vendedor pero ha demostrado que siendo así puede ser de Champions.
¿El Valencia es un equipo?
Se han dado mucho tumbos debido al aprendizaje de los nuevos propietarios. Buscan el camino para hallar ese equipo pero así es difícil y eso denota inestabilidad. Hay que buscar una base.
Martín Queralt dijo que ya no sentía al Valencia como suyo.
Hay un poquito de desapego de los que hemos estado muy implicados. No lo ves tuyo porque es de un único dueño. Te queda el sentimiento por el escudo. Lo que nos une son los momentos vividos.
¿Preocupado por el Valencia?
Sí. Tengo ganas que pasen tres o cuatro años para ver por dónde salimos. Ojalá salga bien pero ahora estamos con aval, Porchinos, el campo, gastos... Jugaría a ser adivino si digo lo que puede pasar. La mejor de las suertes de Lim será la nuestra.
Llega Nani. ¿Le gusta la nueva plantilla?
Pitarch dijo que había que dejar salir. Han visto la oportunidad. Es un gran jugador pero quiero ver qué Nani nos encontramos.
¿Cómo se van a sacar a esos jugadores con los que no se cuenta?
La vía es perdiendo muchísimo dinero. Por lo que se pagó y sus contratos. Incluso pagando parte de sus fichas para que se vayan. Crees que puedes forzar al jugador pero si pillas a alguno que ya está de vuelta, se hace fuerte.
¿Cómo llegó a la oferta de Cerberus?
Yo desconocía qué era Cerberus. Me llaman cinco empresarios valencianos, encabezados por Broseta que para mí es una persona de prestigio, y me exponen el proyecto para sanear el club. Su idea era no gastar más de lo que se invertía y vender realidad. No íbamos a ser los más ricos del mundo. Me gustó porque había cinco personas que viven aquí y que hoy, si no hubieran actuado bien podría ir y decírselo. Me propusieron estar en la parte deportiva. Si me hubieran dicho: «Tenemos aquí todo el dinero de mundo y tal...», yo hubiera dicho: esto no va conmigo.
¿Y la comisión de venta?
Fue una estafa. No servía para nada. Me gustaba la idea para controlar las ofertas. Lo que tenían que haber hecho es por el bien del Valencia, con la mejor. Si era Lim, Lim; si era Wanda, pues Wanda... Cuando digo una estafa es porque pasa el tiempo creo que aquello nos lo podríamos haber evitado. Todo se encaminaba a Lim.
¿Salvo fue claro cuando le echó?
Dígame quién no ha tenido problemas. Raúl, Casillas... Cada uno que entraba nuevo en el Valencia pensaba que yo era un peligro. Eso pasó con Salvo, Djukic y Braulio.
Pero Djukic fue su compañero.
Me enteré por los medios. Sabía a qué iba a la reunión. Estaban los tres. Por la forma que me comunicaron el despido me veían como una amenaza, no como compañero de viaje.
¿Amenaza por?
A la gente nueva no les gusta la gente que tenga poder. Creo que pensaron: si David no va a jugar mejor no tenerlo porque se puede revolver y ser enemigo.
¿Era polémico?
Que lo digan los compañeros, más bien lo contrario. ¿Con el club? Sí. En la época Soler pero yo no empecé la guerra. Fueron ellos. Nos apartaron -a él, Cañizares y Angulo- sin dar explicaciones.
¿Le dolió más el despido o cuando le apartó Koeman?
Más lo de Koeman.
¿Lo de Koeman lo decidió él o se lo impusieron?
Creo que vino de arriba. Él ejecutó. Me extrañó porque nada más llegar Koeman habló conmigo para ver los problemas del club. De jugar cada domingo a no hacerlo. ¿Qué me he perdido? Sólo había una cosa en común de los tres que apartaron, que no era que no estábamos de acuerdo con la forma de gestionar sino que veníamos de otra que nos había dado éxitos. No concebíamos la forma de gestionar de Soler.
¿Se lo dijo usted a Soler?
No, él conmigo no tenía casi relación. Cuando había reunión de capitanes yo me enteraba por Rubén (Baraja). Igual a Soler le importaba un pepino lo que yo pensara del club.
¿Hubiera actuado igual en defensa de sus derechos -hubo juicio-?
No. Si hubiera sabido que se iba a resolver así... Pero siempre contesto: vale, y si en lo deportivo hubiera ido bien con Koeman. ¿Dónde nos hubieran puesto ese verano? ¿En el paredón? Si no contaban con nosotros, que nos hubieran finiquitado.
¿Estar sentado en el juicio fue lo peor de tu etapa?
Fue duro. Malo para la familia.
Se vendió que usted iba en contra del club.
Es lo que interesó a algún medio. Mi contrato era con el Valencia. Ya me hubiera gustado a mí que fuera algo personal con Soler.
¿Dejó de ir a Mestalla?
Sí. Un día con mi mujer me acorralaron. Tuvo que venir la policía. Había medios que incitaban. En líneas generales yo sentía cariño de la gente.
¿España se ha roto?
No, es un instrumento que debe acabar de afinarse.
¿Ha echado de menos a Alcácer?
Para el estilo de juego con posesión el mejor rematador es Alcácer.
¿Le gustaría ser entrenador?
Estoy en L'Amistat. Llevo a mi hijo. He acabado el nivel II. Llevo chicos de 14 a 16 años. Me reconforta. Acabé tocado psicológicamente.