Gourlay se estrenará en Valencia con las tres renovaciones aún pendientes
El CEO de fútbol cita en su despacho el próximo jueves a los agentes de Diego López, Javi Guerra y Tárrega para evitar otro 'caso Mosquera'
Ron Gourley ya está completando las maletas para trasladarse a Valencia esta semana que viene y en su equipaje destaca un voluminoso bulto con ... carpetas. Las más voluminosas las de Diego López, Tárrega y Javi Guerra que pone 'renovaciones pendientes y cita este jueves próximo con sus respectivos representantes', y la de Mosquera etiquetada como 'último intento o venta definitiva'. Hay otros dossiers, algunos menos estresantes que otros, como el recoge todo lo que tiene que ver con la presumible salida de Yarek y las situaciones en las que quedan actualmente jugadores como Dimitrievski, Hugo Guillamón... así como la del guardameta Julen Agirrezabala.
Lo que para cualquier escocés de 62 años –su edad– sería algo así como el escenario ideal buscando en la ciudad un sol en plena ebullición, para el nuevo CEO de fútbol del club de Mestalla se ha convertido en un panorama algo más enrevesado que para sus gozosos compatriotas. Principalmente porque nada más aterrizar se tendrá que poner manos a la obra y afrontar algunas de las cuestiones que más preocupan a los aficionados: la configuración de la futura plantilla.
Hasta que no estén precisamente cosidas las costuras de la plantilla del Valencia 2025-26 no se podrán tampoco colocar en el punto exacto las aspiraciones más o menos reales del equipo de Corberán, pero como eso no se sabrá del todo hasta que se cierre el mercado el último día de agosto, hasta que llegue esa fecha será complicado que Gourley se quite de encima la presión popular. pidiendo explicaciones y respuestas.
El día que hable ante los medios de comunicación –esa es la idea que maneja el club– se despejarán muchas incógnitas pero esa es una cuestión que seguramente no la tiene todavía puesta en mayúsculas en su agenda de momento. Antes debe encontrar la fórmula para despejar la tormenta que se cierne en el caso Cristian Mosquera y esa reacción del club demasiado tardía, con ese intento casi a la desesperada de conseguir una renovación que parece a día de hoy poco menos que imposible. El central acaba contrato en 2026 y a Gourley le pilla su más que probable traspaso en pleno estreno del cargo. Nada más venirle puede explotar el asunto en las manos, con el Arsenal como principal responsable del vaivén.
Hasta qué punto la situación actual con Mosquera es responsabilidad de Gourley es algo que debe despejar en todo caso él mismo, pero lo que es evidente es que si se avanza como se espera en las renovaciones de Tárrega y Diego López, al menos el marcador irá en su favor. Y si consiguiera retener a Javi Guerra, el escocés quedaría todavía en mejor situación de cara a la afición, sabiendo siempre que todo depende a última hora del capricho de Peter Lim. Desde luego, no se espera ningún contratiempo arisco con los dos primeros. Tárrega termina en 2028 y Diego López en 2027 y ambos ya han hecho manifestaciones en la misma línea: quieren quedarse, lo que supondrá una evidente mejora salarial ya que tienen en sus fichas salarios poco acordes por decirlo de alguna manera con el rendimiento tan efectivo que han dado. Lo de Javi Guerra hay que encuadrarlo a otro nivel. También acaba en 2027 pero de sobra es conocido que es objeto de interés de clubes que estarían dispuestos a plantear una propuesta de compra. Entre ellos el Milan con ese primer intento que fue rechazado por el Valencia de 16 millones más otros cuatro por diferentes bonus.
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