Dos clubes unidos por Goldman Sachs
El Valencia tiene el acuerdo cerrado y sólo queda anunciar la firma con el fondo | El Betis, que jugará los dos próximos años en La Cartuja, recibió 125 millones para tener liquidez y para remodelar el Benito Villamarín
Será el de mañana en el Benito Villamarín un partido cuanto menos curioso. Al Betis ya no lo mueve nadie de la sexta plaza en ... Liga y está pendiente de la final de la Conference League ante el Chelsea, pero el Valencia puede bailar hasta en tres posiciones diferentes, cada una con su respectiva recompensa en cuanto a dinero en el reparto final. Le viene bien cualquier pellizco añadido. Es evidente que Betis y Valencia no han compartido objetivos esta temporada y es más que probable que, por desgracia para los blanquinegros, tampoco compartan metas el próximo curso, pero ambos sí que coinciden en una cosa: cuelgan del mismo banco. Aparece en la escena de ambas entidades el fondo norteamericano Goldman Sachs, si bien en el caso valencianista lo hace con muchísima más presencia que del lado verdiblanco.
De hecho, la previsión apuntaba a que este mismo viernes Goldman y Valencia sellarían de manera formal ese acuerdo de préstamo que puede rondar al menos de inicio los 240 millones de euros (había una bolsa de 325) y que convertirán al fondo estadounidense en la sombra sobre el que pivotarán los ingresos del club durante los próximos veinte años. El anuncio oficial del acuerdo, en cualquier caso, se planificó desde hace meses para mediados/finales de junio. El Valencia, no hay que olvidar, también tiene en su particular horizonte esos 120 millones que ya está devolviendo a CVC y que le quitan casi un 10% del bocado de los derechos televisivos. De esos 120, 80 son exclusivamente destinados para la construcción del futuro estadio. Con esos dos paquetes de millones, el Valencia tiene ya pista libre para afrontar los pagos de la obra del Nou Mestalla, algo de lo que Meriton siempre ha huido.
¿Y qué tiene que ver el Betis con Goldman Sachs? Pues que los andaluces, a través de LaLiga –y como también han hecho Sevilla y Barça– recurrieron a este fondo para mejorar su salud financiera. La inyección en su caso es de 125 millones, que le sirven para airear el pasivo y contar con liquidez para los próximos años. El vencimiento será a diez años, con tres años de carencia.
El Betis aprovecha este nuevo escenario para remodelar por completo el Benito Villamarín. Esta noche será pues el último partido en este escenario ya que las dos próximas dos próximas temporadas las jugará en La Cartuja. Se va a derribar la grada de preferencia, la única que sobrevive desde los cambios que se realizaron para el Mundial España 82. Los argumentos verdiblancos suenan casi idénticos a los que ofrecen los ejecutivos valencianistas para sostener la necesidad de abandonar el viejo estadio de la avenida de Suecia. El nuevo Villamarín será una fuente de ingresos los 365 días.
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