Mönchedgladbach 2-0 Valencia CF: Gourlay, faltan más fichajes
El equipo suma otra derrota en pretemporada y sigue sin conocer la victoria tras cuatro amistosos. El conjunto alemán deja en evidencia las carencias del conjunto entrenado por Corberán, que necesita refuerzos para generar más juego
Por si la derrota ante el Castellón (1-2), y los empates frente a Leganés (0-0) y Olympique de Marsella (1-1) no habían ... sido suficiente aviso, la derrota de este sábado ante el Borussia Mönchedgladbach (2-0) es un mensaje directo a la oficina de Ron Gourlay, CEO de fútbol del Valencia: «Hacen falta fichajes». ¿Cuántos? Varios. Uno o dos delanteros, un extremo desequilibrante por banda, y un pivote organizador de juego, como mínimo. Y no llega nada, por ahora.
Carlos Corberán tiene que hacer inventos con lo que tiene y algunos le explotan en la cara cual científico, como la probatura de insistir con Eray Cömert de central titular. El suizo, que si no quedó claro en su funesta cesión al Valladolid que no tenía nivel para Primera, se empeña en esta pretemporada en demostrarlo con acciones como la que derivó en el primer gol alemán.
Borussia Mönchedgladbach
Nicolas, Chiarodia, Scally, Stöger, Honorat, Tabakovic, Sander, Netz, Hack, Reitz y Elvedi.
2
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0
Valencia CF
Agirrezabala, Foulquier, Diakhaby, Cömert, Gayà, Pepelu, Guerra, Rioja, Diego López, Raba y Hugo Duro.
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Goles 1-0, Robin Hack (17'). 2-0, Kevin Diks (51'), de penalti.
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Árbitro Robin Braun (ALE). Amonestó a Foulquier.
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Incidencias Partido amistoso disputado ante 51.125 espectadores y celebrado con motivo del 125 aniversario del Borussia Mönchengladbach.
El Valencia, que sigue teniendo serios problemas para generar juego ofensivo, insiste en esa salida de balón con tres centrales, siendo Dimitri Foulquier el que actúa por la derecha. Ese dibujo ofensivo del 3-5-2 de Corberán se transforma en un 4-4-2 cuando el equipo tiene que defender en estático. Un esquema híbrido que se dice ahora en el fútbol moderno, como ya se vio en el tramo final del curso pasado. A veces, incluso, fue Pepelu el que se incrustaba entre centrales formando la línea de tres, haciendo que Foulquier subiera como falso interior. Pero todas estas moderneces posicionales sirvieron de poco cuando superado el cuarto de hora de la primera mitad, llegó el primer gol del Gladbach.
Hack abrió el marcador aprovechándose de un error grosero de Cömert, que intentó despejar pero mandó el balón hacia atrás, directo a los pies del jugador germano, que fusiló con un disparo raso cruzado a un vendido Julen Agirrezabala. Destacable también una pequeña tangana —más bien discusión caliente— liderada por José Gayà tras recibir un codazo innecesario. Al menos, el equipo, mostró un poco de sangre en un amistoso no permitiendo que el rival se pasara de listo. Lo que no quita que el Gladbach dejó en evidencia en repetidas ocasiones a la defensa del Valencia, especialmente en las jugadas a balón parado, como un saque de esquina que tras un par de engaños de los alemanes, consiguieron conectar un pase directo con un jugador que recibió solo en el corazón del área sin marca.
Tuvo una buena ocasión eso sí el Valencia en un contragolpe que se cocinó Dani Raba tras tirar un caño y lanzar un pase dirigido a Luis Rioja, que cedió atrás muy apurado en línea de fondo, lo que impidió un remate franco de Hugo Duro y facilitó el despeje de la defensa alemana. Poco más destacable ofensivamente hablando en la primera mitad valencianista más allá de un par de disparos lejanos de Raba y una peinada tímida de Cömert en una falta colgada al área en la última jugada antes del descanso. Tras la reanudación, hubo una triple sustitución en el Valencia. Entraron Fran Pérez, César Tárrega y André Almeida por Rioja, Diakhaby y Raba. Posteriormente permutaron también Gayà, Cömert y Diego López por Jesús Vázquez, el debutante Copete y el canterano Pablo López.
Las carencias del Valencia se hicieron más evidentes todavía con otra nefasta acción defensiva en la que el Gladbach atacó por izquierda, colgó un balón al área que Cömert intentó despejar y no pudo, llegando el balón al segundo palo, donde Foulquier cometió un descarado penalti que al ser un amistoso se quedó en amarilla pero que en condiciones normales podría haber sido expulsión al ser último hombre y estar solo el delantero ante el portero. Transformó Diks desde los once metros con un fuerte disparo a la izquierda.
Tras más carrusel de cambios, el Valencia siguió viéndose sin ideas e incapaz de generar peligro ante un bien plantado Glladbach. Las conclusiones son claras. El equipo necesita refuerzos. También soltar algo de lastre, dando salida a los descartes que ni viajaron a Alemania. Pero queda algo menos de un mes para el cierre del mercado y Gourlay debe ponerse manos a la obra para construir algo que mejore lo que hay ahora mismo, que no es bueno.
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