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«Llevaré el sentimiento de deuda con Mestalla hasta final de temporada». Carlos Corberán ha reactivado esa creencia en que la comunión entre el Valencia ... y el viejo coliseo de la avenida de Suecia va a ser un factor decisivo para la permanencia. «La importancia que tiene Mestalla es máxima, hoy teníamos que trabajar con toda nuestra energía y que viesen cuánto los necesitamos. Cuando se crea esa comunión es imparable». Quizás este sea uno de los mayores méritos del técnico de Cheste: haber reactivado esa fe absoluta, en su plantilla y en la afición, en el manido 'si se puede'. Y todo ello a pesar del vergonzoso 0-5 con el que acabó el sueño de la Copa del Rey.
Con Mestalla, a Corberán le salen las cuentas. Si mantiene la proyección de los partidos en los que se ha sentado en el banquillo del Valencia en Liga -6 encuentros, el primero el aplazado de la jornada 12-, el Valencia acabará la temporada con entre 43 y 47 puntos. Desde la llegada del técnico al club, el equipo blanquinegro acumula una racha de 10 de 18 posibles, un 55% de los puntos disputados en lo que va de 2025. La cifra de los 42 donde se pone la línea imaginaria de la permanencia es algo menos del 37% de los 114 que se ponen en juego cada temporada.
La cifra de 47 es la más optimista, sin distinguir el rendimiento de Mestalla y el de fuera de casa, donde la diferencia sigue siendo sideral para mal. Lejos de su estadio, el Valencia sólo ha sumado 1 de 6 en lo que va de año, cierto que podrían haber sido 3 de 6 de no darse el inesperado por lo nada habitual error de Mamardashvili en Sevilla. Si el equipo de Corberán consiguiese el 55% de los 45 puntos que restan, sumaría de aquí a mayo 25.
Claro está, viendo el rendimiento como visitante, que aún no se ha corregido tras el relevo de Rubén Baraja en el banquillo, habría que ir a la puntuación más baja, esto es, distinguir entre las tendencias en casa y fuera de Mestalla. En la segunda, incluso con Corberán, la estadística arroja que se suman menos del 17% de los puntos. El bagaje serían 5 escasos puntos en 8 salidas que restan, entre ellas el Bernabéu, y otras complejas como Vila-real (el próximo sábado), Pamplona, Girona, y la de un Rayo que sueña con Europa. También hay que viajar a campos de rivales directos como Las Palmas y Alavés. La última jornada será en el Villamarín, donde el equipo logró la permanencia la última vez que llegó a los 90 minutos finales en peligro de descenso.
Al final del artículo se hará referencia a la proyección de los rivales directos, algunos de los cuales aún deben pasar por Mestalla, que abrirá sus puertas en otras siete ocasiones en esta Liga. Por aquí deben pasar Valladolid, Sevilla, Espanyol y Getafe, equipos que en mayor o menor medida están en riesgo de descenso a estas alturas del campeonato. El Valencia también recibirá al Mallorca y a dos huesos: el Atlético, dentro de dos jornadas, y el Athletic, en la penúltima. El equipo de Valverde será una verdadera incógnita: puede venir jugándose la Champions o con los deberes hechos en el campeonato de la regularidad y pensando en una hipotética final de Europa League en San Mamés.
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Con todos estos ingredientes, si el Valencia de Corberán cocina un guiso del 75% de los puntos posibles sumará 16 en Mestalla. Esta alternativa, contando los hipotéticos 5 a domicilio, permitiría al Valencia acabar la temporada con 43. Justos, sin apenas margen de error (pero esto es algo que a estas alturas todo el mundo acepta, que no quedan apenas oportunidades para equivocarse y son todo finales), pero por encima de esos 41 que son la cifra más elevada de un descendido: el Villarreal de la temporada 11-12. Vete a saber si con estas cuentas de la lechera, con algún vídeo motivador, o con otros datos, Carlos Corberán ha reactivado el comodín de que el viejo estadio que tiene 2027 como fecha de caducidad es la piedra filosofal de una hipotética permanencia.
Lo bueno de todo esto es que la plantilla le ha creído y así lo ha demostrado desde que el técnico de Cheste se sienta en el banquillo del Valencia. Se pudo ganar al Real Madrid con mucho sufrimiento, algo de fortuna y sin los errores fatales del tramo final. Pero por aquí se ha pasado a cuchillo a Real Sociedad, Celta y Leganés: atacando y con sus respectivos entrenadores reconociendo que habían merecido perder. En casa se ha vuelto a ver al mejor Javi Guerra, que se cree capaz (y a veces lo consigue) de marchar goles de primer nivel mundial y aporta versatilidad al ataque blanquinegro. Mosquera ya es el jefe de la defensa, pero es que además el partido del Leganés ha destapado su versatilidad para jugar en el lateral y que tiene capacidad goleadora.
Se volvió a ver este domingo la mejor versión de ese Mamardashvili que fichó en verano el Liverpool. El georgiano, tras su lesión, demostró que aún no piensa en Anfield y que se ha quedado para salvar al Valencia como último servicio al club que lo encumbró. Pero sin duda, lo mejor de todo, el símbolo del renacimiento, es Mouctar Diakhaby, de cuyo regreso debe alegrarse cualquier persona de bien. El Valencia ha difundido este lunes dos imágenes: una del día de su terrible lesión de rodilla ante el Real Madrid y otra del francés eufórico, celebrando el 2-0 ante el Leganés. Han pasado 344 entre ambas instantáneas y muchas cosas, pocas buenas en clave futbolística para la entidad blanquinegra.
El espíritu del galo, ese 'máster en resiliencia' al que alude el club, es el que ha inculcado por ahora Corberán en mes y medio de trabajo. El Valencia ha cambiado una inercia que ahora mismo proyecta permanencia. Pero hay que tener en cuenta a los rivales directos, metiendo en ese saco a Celta (28 puntos), Sevilla y Getafe (27); y sobre todo a partir de: Las Palmas, Espanyol y Leganés (23), Alavés (21) y Valladolid (15). Los dos primeros parecen salvados, con una proyección de 44 y 46 puntos, respectivamente.
Si nada cambia, Alavés y Valladolid van camino del infierno, con 35 y 25. La permanencia la marcarían 38 puntos. Pero claro está, restando 15 jornadas es de esperar que esta tendencia no sea la de una línea uniforme, y que alguno de los clubes halle un revulsivo, como lo ha hecho el Valencia con un relevo en el banquillo o por la recuperación de un futbolista clave. Lo que está claro es que a Corberán le salen las cuentas… justas y contando siempre con el factor Mestalla.
Sólo el Espanyol, de los implicados en la lucha por la permanencia, ha convertido también su estadio en un fortín. Los blanquiazules han sumado 7 de 9 en Cornellà en lo que va de año, incluyendo el controvertido triunfo ante el Real Madrid. Por contra, fuera de casa el rendimiento es aún peor que el del Valencia: 1 de 9. En las antípodas de ambos, el Getafe ha dado un acelerón para encarrilar, o eso parece, la salvación con 9 de 12 fuera y sólo 2 de 6 en e Coliseum.
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