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Los restos del restaurante sobre el espigón de la Marina, a la espera de un rediseño
Marina Valencia Port «arreglará» la infraestructura, que ahora tiene suciedad en el interior, la estructura metálica oxidada y pintadas en los ventanales de cristal | El ente que gestiona la zona portuaria no detalla plazos ni futuros usos: «El proyecto se está definiendo»
La Copa América supuso un antes y un después en la fachada marítima. La competición náutica impulsó la transformación de la Marina de Valencia. La ... dársena para embarcaciones náuticas, el alzamiento de las bases de los equipos (que ahora se emplean como sedes de empresas tecnológicas), la irrupción de nuevos restaurantes y el emplazamiento de clubes para la práctica de deportes de mar son algunos cambios que se materializaron en 2007, sin olvidar el icónico Veles e Vents, diseñado por el prestigioso arquitecto David Chipperfield (Premio Pritzker 2023) y Fermín Vázquez.
En este clima se ubicó una instalación arquitectónica de diseño situada sobre el espigón norte cuyo uso siempre ha sido de restauración. El restaurante ha sido gestionado por diferentes empresas: abrió sus puertas con el nombre de 39 grados 27 y la última etapa se llamó Panorama, marca que aún funciona, concretamente en el complejo de restauración que se ubica a pocos metros del enclave. En las redes sociales de Panorama anunciaron el pasado 3 de marzo el traslado a Marina Beach Club.
El espacio luminoso, impoluto y lujoso ha dado paso a un conjunto abandonado, deteriorado, oxidado, con basura en el interior, con pintadas en los cristales, apuntalado por una estructura metálica desde las rocas... Lejos queda la etapa en laque fue un mirador privilegiado con, por un lado, una perspectiva única de la playa de Las Arenas y la Malvarrosa y, por otros, del puerto deportivo. Cuando funcionaba como local de restauración, los vecinos y los visitantes disfrutaban de atardeceres únicos mientras saboreaban un cóctel o un vino, o bien, de sobremesas agradables con el sol de invierno. Fue un enclave extraordinario que ahora se degrada a la vista de cualquiera.
El final de la concesión de uso del espacio ha dejado el enclave privilegiado a la intemperie. En apenas unos meses, la degradación de un espacio blanquecino y de diseño ha dado paso a un amasijo de chatarra, óxido y pintadas.



¿Cuáles son los planes de Marina Port Valencia, el ente que gestiona el área portuaria de la capital del Turia? El compromiso es «arreglarlo». «Se está trabajando en el diseño de la instalación», apuntan fuentes oficiales del organismo, quienes todavía no detallan ni plazos de ejecución ni usos. «El proyecto se está definiendo», insisten.
El abandono de la instalación es visible desde la orilla de la playa y, obviamente, es perceptible por toda persona que transita por el espigón. En los meses de verano, con la elevada alfuencia de turistas, el deterioro del enclave deja una imagen poco agradable.
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El futuro de este espacio y de otros de la misma zona pasa por la gestión de Marina Port Valencia. El área marítima está llamada a una importante transformación que ejecutará la UTE conformada por las empresas Serveis Marítims Port Eivissa (Sesmar) y Ocibar. En sus manos queda la concesión de 35 años –ampliables– y el compromiso de una inversión que roza los 85 millones (IVA excluido). El pasado septiembre Desarrollos Náuticos Valencia (DNV) desveló algunos detalles de cómo será la Marina. Se prevé intervenir en la infraestructura ahora sin uso. En el documento facilitado a los medios de comunicación se detalla «hacer hincapié en que hay que protegerla para que no continúe la degradación de la misma».
Previa a la futura actuación en el espacio, «se procederá a realizar un anális del estado de los elementos estructurales para poder valorar el grado de deterioro que presentan. En función de dicho diagnóstico se decidirá si la atuación puede ir a mayores o no».
¿Cuál será su uso? La parcela N-18, donde está la infraestructura ahora degradada, tiene uso terciario. En la presentación se dejaron varias opciones abiertas: co-working, uso comercial, oficinas y ocio.
Donde sí avanza la transformación de la Marina es en la ampliación de EDEM. La antigua base del Alinghi ya es historia. En su lugar, emerge ya el esquelto metálico del próximo edificio. La ampliación de Marina de Empresas es un paso más en el proyecto enfocado en el impulso del emprendimiento y la innovación impulsado por Juan Roig.
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