Borrar
De izquierda a derecha: Antonio Camacho, Miguel Jover, Ana Blázquez, Carles Sanchís y Juan Valero de Palma. Irene Marsilla

Más consenso político y mejor financiación, las claves del nuevo pacto por la Albufera

El decálogo firmado en 2024 por más de 150 entidades se reformula con un nivel superior de exigencia y se adapta al escenario postdana

Jorge Alacid

Valencia

Lunes, 26 de mayo 2025, 00:55

La Albufera sufre daños endémicos que merecen una defensa más contundente, incluyendo una aportación financiera superior y su alejamiento de la controversia política, más dañina a menudo que los peores vertidos tóxicos: un preocupante escenario empeorado con dramáticos efectos en la aciaga jornada del 29 de octubre. Desde entonces, sus heridas se han ido cerrando pero aún permanecen sin cicatrizar, reclamando una intervención del conjunto de las administraciones cada día más urgente. Una actuación ambiciosa, a juicio de los expertos consultados por LAS PROVINCIAS para reformular en el cuarto simposio en favor del parque que se celebrará los días 18 y 19 de junio el manifiesto sellado hace un año por la sociedad valenciana. En resumen, en palabras del científico de la Universitat de València Antonio Camacho, la imperiosa necesidad de activar cuanto antes «un plan Marshall para la Albufera».

El catedrático de Ecología es uno de los especialistas que este año han vuelto a colaborar con nuestro periódico con sus aportaciones para redactar bajo un nuevo punto de vista aquel manifiesto que en junio de 2024 rubricaron 150 personalidades y entidades de la Comunitat. Un decálogo que se ha visto sometido al impacto de la peor catástrofe natural de la historia de España aunque su espíritu prevalece: nacía precisamente del impulso que esta casa promovió en favor de un mayor consenso entre la opinión pública; en especial, de los representantes públicos de partidos e instituciones. Con ese llamamiento de Camacho a movilizar un esfuerzo más contundente en favor del parque coincidieron sus compañeros de coloquio, invitados a nuestra sede para reformular el manifiesto: Juan Valero de Palma, presidente de la Confederación de Regantes; Ana Blázquez, decana de la Facultad de Veterinaria y Ciencias Experimentales de la UCV; el profesor Carles Sanchís, presidente de la Junta Rectora del parque; y Miguel Jover, catedrático de la Politécnica.

Del diálogo que los cinco mantuvieron se desprendieron una serie de conclusiones cuyo resumen se condensa en un reforzado nivel de exigencia en defensa del parque. La principal reivindicación pasa por la conveniencia de activar en favor del valioso humedal un nivel de acuerdo más férreo del habitual entre las diversas fuerzas políticas. Su visión al respecto es más bien desoladora, porque el grado de polarización en esa escala, lejos de aminorarse tras la tragedia del 29 de octubre, aún se ha intensificado. Un desolador paisaje que conspira además contra el otro argumento que el quinteto de expertos juzga primordial para la supervivencia de la laguna: que llegue una financiación desde las instituciones españolas y europeas al nivel que merece la Albufera. Una dotación presupuestaria que abandone la política de mínimos usual hasta ahora y se alinee con las dotaciones destinadas a otros grandes enclaves naturales de España que sí reciben derramas más generosas desde ambas instancias.

Es el caso del Delta del Ebro, el Mar Menor y Doñana; este último, parque nacional, a diferencia de los otros dos y de la propia Albufera, en cuya defensa se firmó recientemente un acuerdo entre instituciones de toda índole para inyectar más de mil millones de euros hasta el año 2027. Un generoso oxígeno presupuestario que contrasta con la escasa aportación que percibe por el contrario el parque natural valenciano. De ahí que el decálogo del año pasado se haya modificado para elevar el tono de esta reivindicación que los especialistas consideran prioritaria. Su segunda recomendación se plasma en el otro punto de nueva redacción que se imprime al documento: su encendido ruego para que prevalezca en la Albufera el consenso, de acuerdo por ejemplo con la lógica que guió la firma del pacto entre los trece ayuntamientos ribereños para formalizar su candidatura ante la UNESCO como Reserva de la Biosfera.

Se trata de un proceso que discurre en paralelo a la iniciativa que impulsa LAS PROVINCIAS, fruto del arraigado interés de esta casa en favor del parque a lo largo de la historia reciente y con el estímulo adicional del simposio organizado desde 2022 para encauzar el debate sobre su presente y su futuro y percutir en la conciencia pública. El año pasado, en su tercera edición, el Oceanogràfic acogió una serie de debates con presencia de responsables políticos, empresariales y científicos: a este último colectivo se debe la orientación académica que distingue al renovado manifiesto cuyos otros ocho puntos presentan grandes similitudes respecto al de 2024. Con una alteración: el contenido es ahora más exigente. Y se sintetiza en la frase de Camacho: la necesidad de un plan Marshall para la Albufera.

Porque si los cinco expertos coincidían en muchos de los argumentos que se aportaron en la mesa, por encima de todo estaban de acuerdo que lo que necesita el Parque Natural es inversión. Y las partidas presupuestarias llegarían con más facilidad si no se politizara con el cuidado del paraje. De nuevo, consenso e inversión. La candidatura a Reserva de la Biosfera se ve con buenos ojos precisamente por esta razón. Se trata de un reconocimiento que armoniza a todos los actores del parque, al mismo tiempo que sirve como escaparate para la llegada de nuevas partidas presupuestarias. Pero partidas grandes. Las que maneja un país o la propia Unión Europea.

La reunión de los cinco expertos ha permitido trazas estos nuevos desafíos, más exigentes con las administraciones que nunca, pues como afirmaba Juan Valero, «no nos engañemos, el mejor instrumento para acometer la recuperación del paraje es la pasta». El dinero, la guita, los cuartos. Sin dinero, no hay infraestructuras, ni nuevos agentes medioambientales, guardas, aportes de agua, eliminación de los vertidos. No hay nada. Y para que haya inversiones, de nuevo, la clase política es la que debe sentarse, limar las asperezas, y llegar a los acuerdos que el Parque Natural de la Albufera necesita para sobrevivir.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias Más consenso político y mejor financiación, las claves del nuevo pacto por la Albufera

Más consenso político y mejor financiación, las claves del nuevo pacto por la Albufera