Los vecinos de Blasco Ibáñez, en contra de los nuevos carriles 'rápidos' para autobuses
Los residentes creen que la medida, dotada de 3,5 millones de euros de fondos europeos, es innecesaria y, de implementarse, reduciría 200 plazas de aparcamiento cerca del Clínico y empeoraría el tráfico en la estación del Cabanyal
Los residentes no quieren el carril rápido para autobuses en Blasco Ibáñez. Así lo han hecho saber en un comunicado que han firmado cuatro ... asociaciones de vecinos de la zona (La Isla, Virgen del Carmen-Beteró, Ciudad Jardín y Plaza Honduras y Adyacentes).
En este sentido, denuncian que el Ayuntamiento de Valencia se va a gastar 3.529.842,25 euros en reformar la Avenida Blasco Ibáñez con una subvención obtenida del Ministerio de Transporte y Movilidad a través de los fondos Next Generation de la UE, «para solucionar un problema que no existe y de paso perpetuar otro que si tenemos».
Fuentes del Consistorio aseguran que el proyecto en cuestión cuenta con financiación europea y, por ello, resulta más complicado revertir su planeamiento inicial. Además, las mismas fuentes critican que el Rialto no escuchaba a los vecinos a la hora de acometer actuaciones de este tipo. Asimismo, indican que el recorrido de los autocares lanzadera se realizaría mediante la ubicación de islotes en las paradas al estilo de los carriles bus del Bulevar Sur.
Señalan que el objeto de la actuación, denominada 'BRT Blasco Ibáñez', es realizar la reordenación viaria de la citada avenida, de 2.900 metros de longitud, de manera que se implemente un carril exprés segregado con prioridad semafórica para las líneas de autobuses que circulan por dicha vía y que irá por el carril central, el inmediato a la mediana, en cada uno de los sentidos.
Los vecinos muestran su indignación con el anterior equipo de gobierno del Ayuntamiento ya que lo que no se explicó «es que ese carril segregado (Bus Ràpid Trànsit) solo era viable en el TRAMO 3, comprendido entre la estación del tren del Cabanyal y la Calle Dr. Manuel Candela, que supone menos de un tercio de la longitud de la avenida. Ya que por el TRAMO 1 (Viveros-avenida Cataluña) y por el TRAMO 2 (Avda. Cataluña-Manuel Candela), circulan 17 y 5 líneas de autobuses respectivamente, lo que hace inviable un carril exprés o BTR en esos dos tramos».
Los vecinos subrayan que en el Tramo 3 no hay un problema de acumulación de autobuses ni de atascos. Apuntan que el proyecto desplaza el carril bus al centro de la avenida y se separa del resto del tráfico con una acera de 1,8 metros, lo cual supondrá la reducción de los dos carriles para el tráfico de 3,3 metros a 2,7 y el carril del aparcamiento en cordón de 2,20 metros a 2 y se mantiene el carril bici en la acera y a la misma cota. «Dejará expuestos a los usuarios del bus a las inclemencias del tiempo en medio de la avenida y puede crear problemas al intentar, eventualmente, cogerlo a la carrera, teniendo que cruzar la calzada para hacerlo. Cosa que ahora hacemos por la acera», apuntan.
También denuncian que el proyecto amenaza la seguridad vial de personas y vehículos al reducir el ancho de los carriles. «En el resto de la avenida, el carril bus se 'segregara' con marcas viales y algún elemento separador, más o menos como está ahora. Que no impedirá que lo usen ambulancias, taxis, camiones basura, entrada y salida de parkings, camiones de reparto, autobuses de colegios, etc., lo cual nos hace dudar de si a este carril se le puede dar la categoría de exprés o BRT. Eso sí, el carril bici, se bajará a cota de calzada pegado a la acera y separado del carril bus con bordillo discontinuo», destacan los vecinos.
Pérdida de aparcamiento
Por otro lado, denuncian la «desaparición de cientos de plazas de aparcamiento», en concreto 200 entre Viveros y avenida Cataluña y donde se encuentra el hospital Clínico. La actual distribución viaria se compone de una mediana ajardinada central, cinco carriles (dos de aparcamiento en los márgenes, dos centrales para el tráfico privado y uno reservado para autobuses y taxis) y una vía ciclista sobre la acera. En la propuesta de cambio, se bajaría el espacio para bicicletas segregado al carril más pegado al bordillo mientras el carril bus 'rápido' se dejaría junto a la mediana, eliminando así las zonas de estacionamiento.
Con tal de evitarlo, los residentes proponen que se mantenga el mismo diseño que el de la actual avenida pero que los ejes ciclistas se trazaran sobre la mediana en lugar de por las aceras laterales.
En el comunicado apuntan que «no nos parece de recibo que por la puerta de dos hospitales discurra un carril bici por el que circularan vehículos a motor (patinetes) y bicicletas a 25 kilómetros por hora. El cual tendrá que ser atravesado por los pacientes que acudan a los hospitales, al bajarse de los autobuses, ambulancias, taxis o vehículo con el que lleguen, en situación de vulnerabilidad o movilidad reducida».
Los vecinos recuerdan que este proyecto fue diseñado por Giuseppe Grezzi, entonces concejal de Movilidad, pero es ejecutado por el actual edil, Jesús Carbonell. «Hasta donde sabemos, no ha contado con la opinión de nadie. No se ha consultado con las entidades de la Avenida, como el Hospital Clínico, Hospital Quirón, AVAPACE, Universidad de Valencia, Asociaciones de Comerciantes o Vecinales. Y no resuelve ningún problema de velocidad para los autobuses».
Las asociaciones reiteran que gastarse el dinero para agilizar el paso de autobuses en el tramo 3 es malgastar el erario público. «Que además perpetuará el carril bici por las aceras en ese tramo. Las Asociaciones pensamos que el carril bici debería trasladarse a los laterales del jardín central, a lo largo de toda la avenida. Donde existen unos pasillos de 6 metros de ancho en los que caben de sobra los carriles, eliminándolos de las aceras, donde suponen un punto constante de conflicto entre usuarios del carril y peatones». Asimismo, trabajarán para que el Ministerio de Transportes y Movilidad sostenible revise el proyecto.
Por ello, los vecinos piden que se audite el proyecto «pues estamos convencidas de que no se cumplen los criterios establecidos en el Programa de ayudas a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones y la transformación digital y sostenible del transporte urbano, en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, convocada por dicho ministerio en 2022. Las cuatro asociaciones hemos entregado al Concejal de Movilidad D. Jesús Carbonell y a los distintos grupos políticos del Ayuntamiento un informe en el que explicamos porqué rechazamos esta actuación en la avenida Blasco Ibáñez».
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