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Valencia convierte la entrega de sus honores y distinciones en un acto de catarsis colectiva
«Ha sido un año difícil pero nunca había ondeado tanto nuestra Senyera ni se había escuchado tanto el himno en la ciudad y en sus pueblos», dice la alcaldesa Catalá
La huella es indeleble. Las cicatrices están ahí. A un año de la barrancada, el agua y el lodo nos dejaron heridas tan profundas que ... no hay acto que no recuerde la peor tarde de nuestras vidas. Y es que Valencia ha reconocido este lunes a sus hijos más ilustres, pero la entrega de honores y distinciones en el Hemiciclo municipal ha estado teñida de emoción, tanto por parte de los premiados y sus familiares como de la misma alcaldesa, María José Catalá. «Este acto honra a personas que han amado, cuidado y elegido Valencia. Son personas y entidades que con su esfuerzo diario han contribuido a hacer de nuestra ciudad una ciudad mejor», ha indicado.
La primera edil ha recordado lo difícil que ha sido el año. «El pueblo ha encumbrado nuestro himno y lo ha elevado a un cántico de fortaleza y unión. Valencians, en péu alcem-se. La riada nos golpeó de forma desgarradora pero el pueblo respondió con fortaleza y nos hemos levantado. Nuestra Senyera ha ondeado todo este año en nuestros pueblos, pero nuestro himno también se ha escuchado. Nuestros hermanos vinieron, voluntarios de toda España, junto a una fuerza impresionante de nuestra gente, hicieron ondear más que nunca nuestra Senyera. Hemos encumbrado nuestro himno y hemos demostrado que es el relato sonoro de un pueblo que siempre se levanta», ha asegurado. «Los galardonados representan el amor por nuestra tierra, un amor que late y se expresa de formas diversas, pero que tiene en común la identidad», ha dicho.
Hijos e hijas predilectos
Han sido reconocidos como hijos e hijas predilectos de la ciudad el presidente de Casa Caridad, Luis Miralles; la catedrática del Departamento de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Universitat Politècnica de València, e investigadora del Instituto Universitario de Restauración del Patrimonio, Pilar Roig; el periodista y comunicador Joaquín Prat (a título póstumo); la periodista y primera mujer directora en España de un diario de gran tirada, LAS PROVINCIAS, Mª Consuelo Reyna; y el que fuera presidente de la Asociación del Hogar-Escuela de Sant Bult, Antonio Bellido.
Hijos e hijas adoptivos
El título de hijos e hijas adoptivos (para aquellas personas nacidas fuera de la ciudad) ha sido par para el experto en urbanismo y activista vecinal Vicente Torres Castejón; la primera Defensora de las Personas con Discapacidad de la Ciudad de Valencia, Teresa Navarro; el escritor e intelectual Max Aub; el co-autor del denominado Plan Sur, que estableció el desvío del cauce del río Turia, Claudio Gómez Perretta; y el maestro José Serrano, autor del Himno de la Comunitat Valenciana (todos ellos, a título póstumo), y para el especialista en arte y actual director del Centro de Arte Hortensia Herrero, Javier Molins. Asimismo, los reconocimientos han incluido la entrega de la Medalla de Oro de la Ciudad, que ha sido para el Colegio Oficial de Enfermería de València, representado por la presidenta Laura Almudéver; y la Medalla de Plata el Capítulo de l'Almoina de Sant Jordi de Cavaller del Centenar de la Ploma, recogida por Bernardo Celda.
La primera edil ha tenido palabras para todos los premiados. Ha destacado la deuda pendiente con el maestro Serrano y ha aplaudido el altruismo de Miralles y el cuidado de la cultura de Roig. Sobre Reyna, ha puesto en valor que su pluma era seguida con respeto incluso por quienes no estaban de acuerdo con ella. «No rehuyó ninguna batalla: el viejo cauce, el Saler, nuestra lengua, nuestra tierra... se opuso con firmeza a las voces que asumían la sumisión a otros territorios», ha dicho. Sobre Max Aub, ha destacado su obra, «que refleja los desgarros de la guerra, pero que también amó Valencia». «La Valencia buena es la Valencia dieciochesca», escribió Aub.
«Nos hacéis más grandes, más fuertes y más orgullosos. El 9 d'Octubre celebramos el nacimiento del Reino, y todavía hoy tenemos que levantar la voz ante quienes nos quieren sometidos. Tenemos la dignidad de un pueblo orgulloso que siempre se levanta. Siempre. Nuestra fortaleza reside en nuestra gente, en darnos la mano y reconstruir lo que está roto, pero también en la capacidad de reinventarnos. Llevamos 100 años cantando las glorias de la región, y es deber de todos respetar el legado de nuestro himno. Por eso hago una llamada al pueblo valenciano para levantarse más fuerte que nunca entre cánticos de amor e himnos de paz, que es lo que siempre nos ha caracterizado», ha terminado la primera edil.
Alejandra Prat, hija de Joaquín Prat, ha hablado por los premiados y ha expresado su profundo sentimiento «de orgullo y agradecimiento en nombre de todas las personas e instituciones distinguidas con los honores de la ciudad». «Recibir el reconocimiento de esta tierra, de sus vecinos, es sin duda uno de los mayores honores que alguien pueda alcanzar. Este acto no sólo celebra trayectorias individuales y colectivas, sino que pone en relieve el valor del compromiso, al vocación de servicio y la huella de quienes trabajan por hacer de Valencia una ciudad mejor», ha dicho. Prat ha repasado cada uno de los premiados y ha destacado el altruismo de Luis Miralles, «siempre vinculado a los más desfavorecidos», la labor de conservación del patrimonio de Pilar Roig o la actividad pionera de Reyna, «que enriqueció la vida democrática de la ciudad».
Sobre su padre, Prat, muy emocionada, ha dicho que la distinción «es la que más ilusión le habría hecho». «Han pasado 30 años desde que murió pero sigue muy vivo en nuestros corazones y en el recuerdo de muchos de los que están hoy aquí. Creo que él daría las gracias a su mujer, que le acompañó durante todo el camino y que le sumó, siempre a su lado y siempre inculcándonos a todos sus hijos el amor por Valencia», ha indicado.
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