Valencia celebra San Antonio Abad con su tradicional bendición de animales

La celebración «más multitudinaria» dará comienzo en la parroquia de San Antonio Abad de Valencia, ubicada en la calle Sagunto de la capital, con una misa mayor a las 10.00 horas, presidida por Ángel Asurmendi, inspector provincial de los salesianos, según ha informado el Arzobispado en un comunicado.

Posteriormente, tendrá lugar la bendición de animales a las 10.45 horas, con una procesión que reunirá a centenares de personas con sus mascotas y que contará con la presencia de las falleras mayores de Valencia, la Policía Local montada y unidades de caballería y caninas de distintos Cuerpos de las Fuerzas de Seguridad, según han confirmado desde la Hermandad de san Antonio Abad de Valencia.

Por su parte, la Real Parroquia de los Santos Juanes acogerá este viernes por la tarde el acto de bendición de panes y animales, tradición que la parroquia recuperó el pasado año y que no se celebraba desde hacía 60 años.

La bendición de animales y panes tendrá lugar, a partir de las 18.00 horas, en la logia de la parte frontal de la Real Parroquia, sin invadir la calzada, y una vez finalice se celebrará la misa, según el párroco Gonzalo Albero, quien ha explicado que la celebración estará acompañada por el volteo de campanas por la asociación Campaners Sant Joan de Boatella.

La fiesta de San Antonio Abad fue recuperada en los Santos Juanes en 2019 a iniciativa de la Hermandad de San Antonio Abad, la asociación cultural Hermandad Sant Joan del Mercat y los Campaners Sant Joan de Boatella, que se unieron para reavivar esta celebración que organizaban en la parroquia familias de feligreses, procedentes de la comarca de Los Serranos, hace más de 60 años.

Entre las numerosas localidades valencianas que celebran a San Antonio hay algunas que tienen parroquias dedicadas a él como Alcublas, Alginet, Canals, Casas de Moya, Casas de Pradas, Cerdá, Cullera, Gilet, Los Isidros, Quesa, Rafelbunyol, San Antonio de Benagéber y Sumacàrcer.

Según recuerda el Arzobispado en su comunicado, San Antonio Abad nació en el seno de una acomodada familia de Egipto en el año 250 y optó por el consejo evangélico del desprendimiento y entrega de todos los bienes a los pobres, retirándose al desierto. A pesar de ello muchos intentaron seguirlo, por lo que introdujo una nueva etapa en la vida religiosa organizada de forma comunitaria, en lugar del aislamiento individual.

El pequeño cerdo que tradicionalmente la iconografía sitúa junto a San Antonio no representaba inicialmente al patronazgo del santo sobre los animales, en contra de la creencia popular, sino que «simboliza la tentación de que fue objeto por el demonio cuando permaneció en el desierto, absteniéndose de comer carne».