El restaurante El Bobo cuelga el cartel de cerrado y se prepara para el derribo en una semana
Los hosteleros de este local retiran ya la cocina para preparar la demolición, después de haber trabajado desde 1966 en los merenderos de la arena y dar el salto al paseo en 1994
Lola Soriano Pons
Valencia
Miércoles, 17 de septiembre 2025, 19:31
El primer restaurante del paseo marítimo que ha bajado la persiana en la Malvarrosa para reinventarse y transformarse en un edificio más moderno, el ... local bautizado con el nombre de 'El Bobo', ha terminado de retirar este miércoles los electrodomésticos industriales de la cocina.
Desde primera hora de la mañana un camión ha ido subiendo el pesado material para dejar el restaurante vacío y en uno de los cristales ya se puede ver un gracioso cartel de un hombre tumbado y descansando sobre la bola del mundo que sirve para informar a los clientes de que está cerrado temporalmente para hacer una gran reforma. Al mismo tiempo, se anuncia que, tras mudar la piel con un edificio con mejores vistas al mar, se reencontrarán con los clientes en marzo de 2026.
En la misma puerta también hay pequeño mobiliario y armarios que están a la espera varios días de que los recoja el servicio de retirada de muebles del Ayuntamiento de Valencia.
En el interior todavía se podía ver este miércoles algunas de las sillas empleadas por miles de clientes de este restaurante que, junto los otros once del paseo, fueron diseñados por el arquitecto Escartí en 1994 y durante estos 31 años de vida han lucido un tono azulado en la fachada.
En aquel entonces los edificios costaron a los hosteleros alrededor de 35 millones de pesetas y, en algunos casos llegaron a los 50. Ahora invertirán entre 800.000 y un millón de euros y destacarán por pasar de ser unas construcciones de cemento, a unas con un 80% de acristalamiento que permitirán tener una mejor visión de la playa.
Cabe destacar que aunque muden de piel, lo que no cambiará es el hecho de que en la mayoría de estos locales hay sagas familiares que han ido tomando el relevo para hacer de esta playa urbana, la playa del 'arroz'.
En el primero que se derriba, El Bobo, «somos ya tres generaciones las que hemos dado de comer paellas a los clientes. Empezaron mis padres, Vicente Arnal y Regina Gimeno, en 1966, cuando estaban los merenderos en la arena. Luego hemos seguido los hermanos Vicente y Javier, que en poco tiempo nos jubilaremos, y continúan mis sobrinos Javi y Sari y mi hijo Jaume», explica Javier Arnal.
Asegura que estos días tienen sentimientos encontrados, «porque primero trabajamos en un merendero desde 1966 hasta la década de los 90, desde 1994 hasta ahora en los edificios azules del paseo, y ahora tendremos un nuevo edificio para el deleite de nuestros clientes, pero mantendremos la tradición arrocera y gastronómica», añade.
Ginés Navarro, por ejemplo, ya detalló en su momento que La Murciana, es el «más antiguo de la Malvarrosa. Empezó mi abuela Concepción Méndez, le siguió mi madre y ahora estamos nosotros y mi hijo, la cuarta generación».
En La Alegría de la Huerta, José Miralles, presidente del colectivo de hosteleros, detalla que en su caso, «empezó un primo gestionando el negocio, luego mi padre, Pepe Miralles, cogió las riendas, junto con mi madre, y ahora lo continuamos mi hermana M.ª Ángeles y yo».
Vicente Gonzalo, del restaurante Luz de Luna, también explicó que cuando tenían el merendero en la arena «se llamaba El Manchego'. Lo gestionaban sus padres, Pedro Gonzalo y Vicenta Almodóvar. Durante el año guardaban la construcción en una barraca de antiguos pescadores de la Patacona, junto a la antigua fábrica papelera«.
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