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El Ayuntamiento de Valencia ha empezado a multar a los indigentes que viven en el río y que han creado alarma social entre los ... residentes porque cada vez son más. El problema de la vivienda es acuciante para miles de personas, pero para ninguna lo es tanto como para quienes no tienen y han de malvivir en la calle. El Jardín del Turia se ha convertido en un gran asentamiento, con cientos de ellos entre el puente de Campanar y el de Trinidad. Ahora, para intentar disuadirles de que duerman debajo de un puente, el Consistorio ha empezado dos campañas especiales: una de vigilancia policial y sanciones y otra de ofrecimiento de recursos de Servicios Sociales. Ninguna de las dos, parece, ha tenido demasiado éxito.
Según ha podido saber este diario, el Ayuntamiento ha recibido decenas de quejas de residentes cerca del río o de usuarios de los circuitos cardiosaludables del jardín que protestan por la inseguridad que dicen sentir, sobre todo cuando pasan debajo de los puentes. Es por eso que se ha puesto en marcha «una presencia policial importante y sostenida», según fuentes policiales. «Vamos a persistir en el río para que accedan a la ayuda que se les ofrece y a vigilar que no haya desmanes. Es un problema complejo por el perfil de las personas pero vamos a insistir», aseguran las mismas fuentes.
Preguntadas por si se les ofrecen recursos municipales, desde el Consistorio confirman que así es, pero no dan más detalles pese a que este diario trasladó una consulta a la concejalía de Servicios Sociales. Cierto es que mucha gente que vive en la calle tienen patologías previas o problemas de salud mental que complican su inserción en albergues o circuitos de acogida.
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La primera multa le ha llegado a Sergio, David y Rafa, tres hombres que duermen en una tienda de campaña cerca del puente de Campanar. La Policía Local les ha multado con 300 euros por colocar otra más pequeña. La acampada está prohibida en todo el término municipal de Valencia. Su desalojo es complicado porque, en según qué circunstancias, un asentamiento como los situados bajo el puente del Real se puede considerar un domicilio. Sergio es damnificado por la dana. Cobra una pensión de 500 euros y se dejaba la mitad de sus ingresos en alquilar una habitación en El Perellonet, cerca de la Albufera. Para hacer frente a los gastos se vio obligado a empeñar su móvil y el desastre le pilló en Valencia sin poder regresar a su hogar. Se pasó el invierno deambulando por las calles hasta que en la Cruz Roja y los alrededores de Abastos conoció David y Rafa, así como a otro indigente que les regaló la tienda. El primero salió de la cárcel en agosto de 2024 tras cumplir nueve años y medio de prisión. Rafa, por su parte, no lo ha tenido fácil en la vida: recayó en su adicción al alcohol, fue despedido y le okuparon la vivienda.
En lo que se refiere a los números, un total de 63 asentamientos se cobijan bajo algunos de los 18 puentes históricos del río y los 47 restantes lo hacen en pleno centro de las zonas arboladas, junto a los pretiles laterales o, incluso, emboscados entre arbustos. Entre Glorias Valencianas y el puente del Real (los tramos 4, 5 , 6 y 7) se sitúan 71 asentamientos. Bajo el puente de San José existen hasta 17 tiendas de campaña, 11 bajo el de Campanar y 9 bajo el del Real.
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