Patraix cumple 25 años de uvas y hoguera

El barrio de Patraix celebrará esta noche la despedida del año junto al campanario de la iglesia, una cita convertida en tradición al remontarse ya 25 años y única en Valencia. Cientos de personas tomará cava y uvas repartidas por la asociación de vecinos, impulsora de una fiesta rematada por una verbena y una hoguera.

El presidente de la entidad vecinal, Toni Pla, comentó ayer que el cotillón convocado por el Ayuntamiento no resta público. «Para nada, son fiestas diferentes, lo que hacemos aquí es una verbena muy de pueblo, con música en vivo y, sobre todo, familiar».

Buena muestra de ello es que comenzará a las ocho de la tarde con el reparto de uvas a los niños, seguido de actividades infantiles hasta las nueve de la noche. El tiempo debe ir muy medido conforme se acerque la medianoche. «A las once y media de la noche se convoca a todos los vecinos y repartimos copas de cava y uva». Después, baile, algo de pirotecnia y la hoguera. «Nació de forma espontánea hace 25 años, primero con la idea de que nadie se quedara solo a la hora de recibir el nuevo año», recordó. Propósito de compañía y de ayudar a las personas sin recursos para celebrar la Nochevieja. Luego se popularizó y se han llegado a reunir «entre tres y cuatro mil personas». Este año, además, es el preámbulo del 150 aniversario de la anexión de Patraix por parte de Valencia.

«Pondremos una falla que hemos hecho con ese motivo, pero no la quemaremos», matizó el representante vecinal. Hasta las dos de la madrugada tienen tiempo de fiesta, para cumplir con el horario marcado por el Consistorio. En las brasas que deja la hoguera hay quien echa pedazos de carne y embutido, aunque de momento no se plantean una cena. «Hace frío», sostiene Pla, antes de volver al reparto de las cajas de uvas.