El parque de Nazaret que nunca llega

El Ayuntamiento ha aplazado sin fecha la apertura del parque provisional de Desembocadura, entre Nazaret y los muelles portuarios, en unos solares cedidos a la ciudad por la Autoridad Portuaria durante los próximos 25 años. El motivo es el encargo a una empresa de que realice un proyecto de evaluación de las parcelas, al comprobarse que quedan restos del derribo de una antigua fábrica de aceite de soja cuando ya estaba acabada la urbanización para su inauguración.

Así lo anunció el concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, a los representantes vecinales de Nazaret en una reciente reunión y confirmó ayer a LAS PROVINCIAS. La intención es que los costes de la retirada de restos de hierros y algún escombro sea costeada por el Puerto, pero el edil señaló que al estar ya recepcionado por el Ayuntamiento es bastante complicado.

El Consistorio hizo una urbanización provisional, una obra de algo más de 70.000 euros para que los vecinos pudieran utilizar la enorme extensión de los terrenos hasta que se ejecute el Parque de Desembocadura, la gran mancha verde que debe servir de frontera entre el barrio y el puerto, junto con la Ciudad Deportiva del Levante y unos edificios de oficinas y formación de la Autoridad Portuaria.

Todo ello se inició el 14 de enero de 2019, unos meses antes de las últimas elecciones municipales, cuando el alcalde Ribó blandió una maza e inició de manera protocolaria el derribo del muro que separa el casco urbano de la zona portuaria. Al jardín efímero, con alguna plantación, unas pasarelas de madera y unos bancos y papeleras, se le unió una pista de bicicletas que está acabada y sin estrenar. El edil, que ha tomado la competencia en Parques y Jardines este mandato, dijo que encargará a las brigadas municipales que desbrocen toda la zona, para que la ingeniería contratada señale qué tipo de obras hay que realizar para el saneado de los terrenos.

«Hay algún hierro suelto, baches, etc... Los niños tienen que experimentar y no podemos consentir que se produzca un accidente», señaló Campillo, quien comentó la posibilidad de abrir por fases. «Eso lo dirá el proyecto que hemos encargado». Si esta opción es la elegida, en la primera entrará sin duda la pista para bicicletas ya terminada.

El motivo es que se cuelan con facilidad jóvenes para practicar sin ningún tipo de supervisión. «Primero salta uno y coge la bicicleta que le da el segundo», comenta el portavoz de la asociación de vecinos de Nazaret, Julio Moltó, quien precisa que cada vez es más frecuente.

El abandono de toda la zona es evidente. José Antonio Barba, presidente de la asociación Nazaret Unido, dice que los matorrales «están tan altos que taparían a una persona», para mostrarse más que escéptico con la apertura del parque y con el proyecto del definitivo de Desembocadura. «Cuando vengan las elecciones municipales harán otro poco y ya está», ironizó, para asegurar que «no hay nada de jardinería salvo una pequeña plantación que hicimos en octubre pasado y estoy convencido de que riegan con agua de pozo porque no hay ni red de riego. Sólo unos bancos y unas papeleras. Farolas ni una, por supuesto».

En cuanto al proyecto definitivo, Moltó dijo que el criterio debe ser que «tenga desembocadura, queremos que el agua llegue hasta el mar, no todo cubierto como se ha presentado por ejemplo en la figuración de la terminal de cruceros«, apostilló.