Los nuevos buses de la EMT no arrancan si el conductor no da negativo en alcoholemia
La empresa de transportes tiene ya 31 vehículos que obligan a los chóferes a hacerse un test para poder comenzar el recorrido
La Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Valencia tiene ya entre su flota 31 autobuses que no arrancan si el conductor no da negativo en ... un control de alcoholemia, antes de iniciar el servicio. Para ello, los chóferes que inician un recorrido a bordo de una de las lineas que cuentan con vehículos incorporados al parque móvil a partir de julio de 2024, tienen que hacerse un test en el alcoholímetro que ya viene preinstalado en los buses y soplar para que se pueda poner en marcha. De hecho, es fácil ver a los conductores pasando el test en el propio bus, con los cambios de turno. Suben al vehículo, utilizan el alcoholímetro para soplar y con el 0,0 en pantalla, pueden iniciar la marcha.
La norma se va a ir incorporando a medida que se sumen nuevos vehículos a la flota de la EMT, para cumplir con un reglamento de la Unión Europea, relativo a los requisitos de homologación de los vehículos de motor y la seguridad general y protección de los ocupantes. La normativa obliga a incluir sistemas de control para la instalación del sistema de interfaz para poner alcoholímetros antiarranque que permitan que los vehículos no se puedan poner en marcha si se superan la cantidad establecida como positivo en aire espirado. Con las normas que fija Bruselas, si los buses no constan de este sistema, desde el 7 de julio de 2024, es imposible matricularlos. Lo que obliga es a tener la preinstalación del sistema, no a que el aparato de soplar esté funcionando. Esa cuestión quedaba en manos de cada país. Y en España, la ley de tráfico y seguridad vial, incorporó que todos los transportes que lleven viajeros o pasajeros tienen la obligatoriedad de usar los alcoholímetros en los vehículos que ya los tengan instalados. En caso de no hacerlo, los chóferes se enfrentan a una multa.
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El sistema es obligatorio para todos los vehículos destinados al transporte de pasajeores que, además del asiento de conductor, tengan más de ocho plazas y no superen las cinco toneladas. Es decir, para todos los autobuses urbanos y de línea. Esta medida sólo afecta, por el momento, a los nuevos vehículos, por lo que toda la flota que se va a ir renovando en los próximos años tiene la obligatoriedad de incorporar estos sistemas.
A partir de ahí, la transición hacia la nueva red se realizará de forma progresiva ya que, además, va ligada al Plan de Inversiones recientemente aprobado por EMT Valencia. Dicho plan, dotado con más de 172 millones de euros, contempla la renovación de la flota municipal con 215 nuevos autobuses, la adaptación y renovación de las infraestructuras de la compañía y la construcción de una nueva cochera en Safranar.
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