Los mercados municipales se reinventan: tiendas para dar volumen a las pestañas, empanadillas argentinas y pan ecológico
La crisis de puestos desiertos se atenúa al lograr dar nueva vida a medio centenar de paradas en las últimas subastas
Lola Soriano Pons
Valencia
Lunes, 6 de octubre 2025
Renovarse y no morir. Esa es la idea para conseguir que los mercados municipales de Valencia sigan siendo un referente en los barrios. Son los ... reyes de los productos frescos, pero en los últimos años se ha producido un importante cierre de puestos, en ocasiones por falta de relevo generacional y por la crisis, pero ahora se quiere revertir la situación.
De hecho, es importante recordar que en 2015 había 2.908 puestos ocupados; en 2019 se perdieron 166, ya que bajó a 2.742; en 2023 todavía hubo un descenso mayor, ya que se quedó en 2.644 puestos en servicio (264 menos que en 2015) y ahora se está rompiendo la tendencia de la bajada en picado, ya que se ha iniciado un cambio de tendencia.
Precisamente este lunes ha tenido lugar una subasta pública de paradas, la tercera de las cuatro previstas para este año. Antes de esta cita, la cifra actualizada de puestos en uso era de 2.674 y hay que sumarles los 46 más que se han producido ahora, por tanto, hay 2.720 en marcha o recién adjudicados.
En el Mercado de Ruzafa se han adjudicado ahora 22 puestos; diez en Jerusalén; cinco en Castilla; cuatro en el Cabanyal; un almacén en Algirós; un puesto en el Grao; dos exteriores en Jesús; y en la galería comercial de Torrfiel, dos más.
Así pues, se han recuperado 76 puestos respecto a 2023. Eso sí, también hay paradas donde se han producido bajas por fallecimiento o enfermedad, pero al menos no se está en la situación de septiembre de 2023, cuando había 476 paradas vacías y de los 331 puestos ofertados en aquel momento, sólo se adjudicaron 25.
Buena prueba de que los mercados se quieren renovar es que este lunes sí han acudido demandantes de puestos a la subasta y LAS PROVINCIAS ha podido comprobar los nuevos servicios que van irrumpiendo con fuerza en la sociedad.
Así, por ejemplo, en el Mercado de Jesús, una joven, Ana María Vergara, quiere poner una parada dedicada a dar volumen a las pestañas. En este caso, cabe destacar que el puesto se encuentra en la parte exterior del recinto comercial, en la parada 10.
Precisamente ese puesto de venta ha tenido en los últimos años usos muy distintos. Como explica Esther, propietaria de una floristería del mercado, «era un ultramarinos con productos latinos, pero antes fue también una tienda de tocados para novias».
Ahora, como explica Ana María, la joven que ha pujado en la subasta, la idea es abrir un puesto «para arreglar las pestañas». Si bien es enfermera de profesión, quiere dar un cambio y por primera vez tendrá su propio negocio en el mercado de Jesús.
Otra pareja, Andrea y Jonhatan, han pujado por varias paradas, pero en este caso, en el Mercado de Ruzafa. De hecho, se han llevado varios lotes. En los puestos del 259 al 264 antes se vendían frutas y verduras y en los situados entre los números 253 y 255 había puestos de comestibles y artesanía, pero ahora todos ellos se destinarán a la panadería, pero especializada.
Como indica Jonhatan, «estamos especializados en el pan de masa madre, pan ecológico y hacemos doce tipos de panes, además de bollería y pastelería».
Los dos son originarios de Italia y Argentina, respectivamente, pero llevan ocho años en Valencia. Además, no son nuevos en el negocio, «porque ya tenemos una parada con pan ecológico en el Mercado Central y en la calle Sueca y ahora nos expandimos también al Mercado de Ruzafa» con el nombre de 'Le Roi'.
Otra mujer emprendedora que quiere formar parte de la gran familia de los vendedores de los mercados municipales es Rosalia, de origen argentino. «Yo soy abogada, pero quiero compaginar mi oficio con una parada».
Tenía claro que quería instalarse en el Mercado de Jerusalén, a un paso donde planta falla Convento Jerusalén-Matemático Marzal. En la parada donde antes había una panadería, Rosalía quiere vender ahora productos argentinos, una oferta que ahora es muy demandada por los que tienen morriña de la tierra que dejaron y por los que les gusta explorar nuevos sabores. «En la parada tendré empanadas argentinas y el dulce más típico y preciado, un tesoro, de nombre alfajor y también quiero tener productos valencianos», explica esta emprendedora.
Otra joven que ha pujado en el mismo mercado, María Encarnación Solís, pondrá una tienda para vender aves y pollos. «Ya he trabajado en el Mercado de Jerusalén y quiero seguir aquí, pero ahora seré mi propia jefa».
En Ruzafa también buscará su futuro Josu Pajares. «Antes estuve en el Mercado Central, luego lo traspasé y me fui al sector de la hostelería y ahora vuelvo a los mercados, pero quería ir al de Ruzafa porque quería un emplazamiento no tan enfocado a los turistas, sino con más sabor a barrio». En este caso ofertará huevos, legumbres y especies a granel.
Otra mujer que volverá a los mercados es Beatriz Millán. «Voy a poner una panadería en el Mercado de Castilla, justo enfrente del bar». Como anécdota, recuerda que su primer trabajo, a los 16 años, «fue en el Mercado de Benicalap, con una parada de congelados. Ahora será la primera vez que emprendo».
También se ha dado el caso de vendedores que han asistido a la subasta con el objetivo de ampliar el negocio con más paradas. Un ejemplo es Hamest Rafael, mujer de origen armenio que lleva ya 30 años afincada en Valencia. «Estoy en el Mercado de Castilla desde el pasado mes de diciembre».
Como relata «vendo hamburguesas artesanales, que son únicas, hay que venir a probarlas». Y detalla que ya ha hecho su propia clientela.
El Mercado del Grao, con venta y degustaciones, ya está lleno
Otro dato relevante es que en esta subasta se ha adjudicado la última parada que quedaba por ocupar del renovado Mercado del Grao, que se ha especializado en la venta y degustación de productos y donde semanalmente, de jueves a domingo, se hacen conciertos en pequeño formato, actuaciones de animación o magia y se ceden espacios para actos de las fallas o la Semana Santa Marinera de Valencia.
Así pues ya están adjudicadas las 19 paradas de este recinto que estuvo ocho años cerrado por obras, que comenzó sólo con seis paradas abiertas y que ahora ofrece servicios tan variados como de pescadería, salazones, empanadas argentinas, verdulería, comida para llevar, productos del mar, heladería, una cafetería y un bar, un mercado donde a partir del 12 de octubre la asociación de artesanos ofrecerá también talleres.
El vendedor que se ha quedado la parada la destinará también para degustaciones y alimentos y ha pagado por ella 2.500 euros, el precio más alto que se ha abonado por una parada, ya que se han subastado otras en otros mercados por 536 euros; por 1.072 euros, 1.086 euros; o por 618 euros.
Otros mercados que están llenos son el Mercado de Algirós y están casi llenos el del Cabanyal y Ruzafa.
Remontar el vuelo
Todavía queda mucho recorrido para llegar a la situación de 2015, pero desde el Consistorio explican que están tomando medidas como hacer cuatro subastas al año; prevén invertir 7,6 millones de euros entre 2025 y 2026 en temas como mejoras de climatización o eficiencia energética, tanto con el cambio de ventanales en algunos mercados o de luminarias o fachadas o la creación de taquillas refrigeradas para que los clientes puedan encargar la compra y recogerla por la tarde.
Además, en Benicalap se está abriendo un local para los Servicios Sociales municipales y se van a hacer mejoras en el ascensor y el sótano.
En el caso del Mercado Central, por ejemplo, a medio plazo se harán unas obras de mantenimiento y para evitar goteras en la zona de pescadería y se reservarán paradas vacías para reubicar los posibles puestos que estén cerca de las obras.
Además, se han eliminado ya algunas paradas que llevaban años vacías para incorporar nuevos servicios, como las salas de lactancia que ya están en funcionamiento en el Mercado del Cabanyal (en parte de la zona de pescadería que estaba sin uso) y el de Ruzafa y que se prevé poner en Torrefiel, Algirós y el Mercado de Castilla. Y en Rojas Clemente, el Ayuntamiento hizo obras de urgencia para asegurar el sótano y las paradas y como en la zona de alrededor se están construyendo varias promociones de fincas, se espera que este mercado sea un punto referente para los nuevos vecinos.
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