Mejoras de movilidad en el aire

De la reunión entre el alcalde de Valencia, Joan Ribó, y el conseller de Obras Públicas, Arcadi España, se extrae una conclusión principal: todo queda en el aire. A la salida del encuentro de ayer en la sede de la conselleria hicieron varios anuncios sobre asuntos en los que comparten competencias: la llegada de un Plan de Movilidad Metropolitano con una tarjeta de transporte única como medida estrella o el estudio para remodelar la estación de autobuses. A bombo y platillo. Pero sin fecha ni detalles.

El llamado Plan de Movilidad se cerraría en 2020, algo que tampoco se aclaró en la reunión. «A principios del año que viene lo presentaremos a los alcaldes del área metropolitana», dijo España, que quiso insistir en que la conselleria ya lo tiene «ampliamente preparado».

Este nuevo planteamiento para la movilidad metropolitana contará también con aportaciones y el visto bueno de todos los ayuntamientos. Aunque no se especificaron las fechas, España habló ayer de varias fases. No será hasta que se terminen las reuniones con cada uno de los alcaldes cuando se abra la fase de información pública antes de su aprobación definitiva. «Queremos hacer este plan desde el diálogo con todos los ayuntamientos y sobre todo con el de Valencia», destacaba España en la rueda de prensa conjunta con el primer edil de Valencia.

La tarjeta única es el plato fuerte del plan. Primero se lanzará el soporte único para todos los medios de transporte público, incluyendo el servicio de Cercanías de Renfe. Más adelante será la unificación de las tarifas para evitar la diferencias de precios entre empresas públicas.

Por otro lado está la estación de autobuses. Ambas administraciones acordaron iniciar, en colaboración, un estudio para mejorar y modernizar esta infraestructura. La intención de la remodelación quedó clara, incluso Ribó calificó la infraestructura de no ser «propia de una ciudad como Valencia». Pero lo que no se dijo es cuándo se iniciará la presentación de los proyectos o el posible arranque de la intervención. La opción que más convence al alcalde de la capital es la de soterrar la estación y poder urbanizar el terreno que quede liberado.

El propietario del suelo es el consistorio, pero las concesiones a las empresas dependen de la Generalitat. Según Ribó, «la vía de un aprovechamiento de los terrenos al hacerla subterránea es una vía interesante que se está barajando».

Rafael Rubio, coordinador del área de urbanismo del Ayuntamiento, confirmó a LAS PROVINCIAS que «en términos constructivos sería viable». «Los accesos se harían a pie de calle y sólo habría que plantear las ratios de afluencia. El ejemplo que tenemos en la ciudad está en la estación del Cabanyal», comentó. No se han dado más detalles al respecto. Todo queda pendiente de los próximos estudios.