La Marina inicia las obras del restaurante abandonado en la escollera de Valencia

El primer paso que han dado es rehabilitar el edificio, ya que dada la proximidad al mar, se había deteriorado mucho la esctructura metálica.

Se ha encargado a la firma Enesa la rehabilitación de la estructura metálica con un sistema de chorreado, también conocido como arenado o granallado, proceso industrial que permitirá limpiar, desoxidar y preparar la superficie metálica mediante el impacto de partículas abrasivas a alta velocidad y utilizando tecnología láser.

El estado de oxidación del edificio era tan avanzado, que ha hecho que el proceso de limpiado y tratado de las partes metálicas haya durado diez semanas.

El coste de la limpieza lo ha asumido Marina Port Valencia para devolver a este establecimiento, creado al calor de la Copa América, a su estado original. De este modo, tal como afirman desde la concesionaria que gestiona la zona, el objetivo es «convertirlo en la primera actuación de conversión y transformación prevista en toda La Marina, junto con otros trabajos que se están llevando a cabo en los pantalanes, especialmente en lo que ahora se llama Marina City (antigua T).

Una vez recuperada y limpia la estructura, será el estudio ERRE Arquitectura el que llevará a cabo desde este mes de julio una reforma integral del propio restaurante que lo transformará en un lugar de referencia en cuanto a diseño devolviéndolo a la ciudad de Valencia y sus ciudadanos.

Según explican desde Marina Port Valencia se tendrá que valorar el alcance del daño de la corrosión para ver si se tiene que sustituir o no alguna viga y los trabajos arquitectónicos se prolongarán hasta final de año, a lo largo de noviembre o diciembre.

Aunque no ha transcendido qué grupo gastronómico 'desembarcará' en este local, no sería de extrañar que llegara alguna firma balear.

Cabe recordar que la concesión del local, conocido antes como Panorama, terminó a primeros de año, y cerró alrededor de marzo. Durante este tiempo incluso ha sido objeto de los vándalos, que han llenado de grafitis las cristaleras inmensas que dan unas vistas inmejorables al mar. Lógicamente, estas cristaleras se tendrán que sustituir y poner unas nuevas.

Como detallan desde la entidad gestora, la apuesta es asegurar que cada nueva actuación en el recinto cumpla con altos estándares de calidad, sostenibilidad, funcionalidad, accesibilidad y respeto a este enclave estratégico para la ciudad y sus vecinos.

«Marina Port Valencia tiene un proyecto increíble que cambiará bastante las instalaciones en los próximos años. Cada paso requiere mucha planificación, coordinación y tiempo, pero estamos convencidos de que los resultados serán positivos para toda la ciudad», afirma Santiago Donat, director general de Marina Port Valencia.

«Trabajamos diariamente para que Marina Port Valencia recupere la categoría que este espacio merece y se convierta en un destino náutico internacional referente. Valencia ya cuenta con un frente marítimo único y nuestro compromiso es seguir cuidándolo y mejorándolo con visión de futuro», ha concluido Donat.

No hay que olvidar que fue en julio de 2024 cuando la Autoridad Portuaria de Valencia adjudicó a esta UTE de Marina Port Valencia, integrada por Serveis Marítims Port Eivissa y Ocibar, la explotación en régimen de concesión administrativa de las instalaciones náutico-deportivas de la zona norte del recinto portuario por 35 años, ampliables con hasta un máximo de dos prórrogas sucesivas de 8 y 7 años y la inversión prevista que van a hacer en la zona es de 84,2 millones de euros.