El calor obliga a quintuplicar la instalación de fuentes refrigerantes en Valencia
La ciudad cuenta ya con 54 puntos para refrescarse que dispensan un millón de litros anuales y el Ayuntamiento instalará 20 más este año| Los tres puntos donde más se utilizan es en el tramo XIV del Jardín del Turia, en la Ciudad de las Ciencias y en Viveros
Lola Soriano Pons
Valencia
Jueves, 10 de julio 2025, 14:36
Evitar el ejercicio físico en las horas centrales del día, usar ropa de colores claros, proteger la piel con cremas solares e hidratarse son algunos de los consejos básicos para hacer frente al calor y al aumento de las temperaturas. Valencia, como el resto de ciudades españolas, además, quieren prepararse para los nuevos retos del cambio climático y, como ya anunció la pasada semana la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, el objetivo es tomar medidas como poner más zonas de sombra en plazas duras, exportar el sistema de vaporizadores de agua de la plaza de la Reina a otros puntos y aumentar la red pública de fuentes refrigeradas.
Precisamente esas fuentes refrigeradas, las que el Ayuntamiento de Valencia ha ido instalando en puntos concurridos de la ciudad y en distintos barrios, se han convertido en un buen aliado para viandantes y, sobre todo, deportistas, niños y mayores.
En 2020 la concejalía del Ciclo Integral del Agua y la fundación Aguas de Valencia comenzaron con una experiencia piloto, con la puesta en marcha de cuatro fuentes en el paseo marítimo de Valencia, en la plaza del Ayuntamiento, la Ciudad de las Ciencias y en Viveros, y a fecha de hoy son ya 54 las que dan servicio a los ciudadanos y visitantes por toda la ciudad.
Ya se ha quintuplicado el servicio y, además, tal como indicó Catalá, de aquí a final de año se pondrán 20 más, hasta llegar a las setenta.
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Hasta ahora estos dispensadores ya sirven más de un millón de litros anuales desde 2022, lo que equivale al consumo de unas 3.000 personas. Además, como evitan el consumo de botellas de plástico, se ha calculado que se evitan entre 15 y 20 toneladas de CO2 anuales.
Estas fuentes están hechas de aluminio y tienen en el centro un orificio para apoyar las botellas o termos.
Como en tiempo de pandemia por Covid ya quedó claro que hay que limitar los puntos de riesgo por contacto, estas fuentes no tienen botones para activar la salida del agua, simplemente hay que dejar la botella de uso personal en el centro de la abertura y no tocar nada, porque se rellena de forma automática. Además, también desde el Covid son cada vez más los ciudadanos y sobre todo los jóvenes que han incorporado en sus mochilas los termos de agua, que les acompañan a todas partes.
Estas instalaciones llevan una doble filtración, una desinfección con luz ultravioleta y además, un equipo de generación de ozono desinfecta de manera automática la boca de suministro.
En el interior de estas fuentes hay un refrigerador con una capacidad de 120 litros que permite enfriar el agua y que se adapta al clima de cada estación.
Para poder instalar estas fuentes es necesaria una coordinación con distintas concejalías, ya que se precisa de red de agua potable, alcantarillado y tener posibilidad de suministro eléctrico.
A la hora de determinar dónde poner estos puntos para refrescarse se tiene en cuenta el paso de viandantes, que sea un punto céntrico de la ciudad o barrio, que tenga cerca instalaciones como puedan ser zonas deportivas o colegios, pero además, cada vez más son los colectivos vecinales los que incluso mandan propuestas al Consistorio para pedir que se dé servicio en sus demarcaciones.
En cuanto a los consumos, con la telelectura se puede conocer los puntos de la ciudad donde más se utilizan y, así, en el ranking de fuentes con más dispensación de agua figura la situada en el tramo XIV del Jardín del Turia (por donde van muchos deportistas) con 63.000 litros al año; la Ciudad de las Ciencias; los jardines de Viveros; plaza de Patraix; Benimàmet (plaza Arquitecto Gilabert); la de la calle Amado Granell Mesado; la de la avenida de Pio XII; la carretera de Fuente de San Luis y la plaza del Ayuntamiento, esta última con un consumo de 34.000 litros al año.
Estas fuentes han llegado, por ejemplo, al cruce de la avenida del Levante UD con avenida Ecuador; a la entrada de la piscina del Parque del Oeste y del polideportivo de Nou Moles; a la plaza de los Fueros (Torres de Serranos); a la Marina; cerca de facultades, en avenida de los Naranjos con Ramón Llull; al parque Gulliver o en pedanías como Massarrojos, Carpesa o Benifaraig y al grupo de Marqués de Valterna de El Perellonet.
Otras ciudades que han copiado el modelo
A la pregunta de cómo surgió la idea de incorporar estas fuentes, aseguran que en algunos puntos de Europa y en Australia había modelos piloto de fuentes con tratamiento interior que mejoraba el sabor del agua de consumo. También se inspiraron en la instalación de puntos de suministros provisionales de agua en festivales de música.
Eso sí, añaden que «el plus de las fuentes de Valencia es que además del tratamiento de filtrado y desinfección, debido a las altas temperaturas que se registran, nos planteamos incorporar un sistema de refrigeración que permite beber agua fresca de máxima calidad».
El modelo de Valencia, además, se ha empezado a exportar a otros municipios que se han sumado a la moda como Gandía, Onteniente, Rafelbunyol, Burjassot, Calpe, Altafulla, Tortosa y Vilanova i la Geltrú. Y también han acogido estas fuentes instalaciones de colegios, polideportivos, aeropuertos y en la Ciudad de las Ciencias.