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Lola Soriano Pons
Valencia
Lunes, 9 de junio 2025, 14:14
El jardín de Trini Simó del antiguo solar de Jesuitas estará listo para el uso y disfrute de los valencianos en el primer trimestre de ... 2026. La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, ha visitado este lunes el inicio de las obras y ha asegurado «que estará terminado en marzo o abril de 2026». El tiempo de ejecución será de diez meses.
El espacio verde ajardinado contará con 8.330 metros cuadrados y recreará el paisaje de la huerta de Valencia, con campos, acequias y caminos. Se trata de una actuación financiada con fondos Next Generation de la Unión Europea y que ejecuta la firma Grupo Bertolín, SAU, con un presupuesto de más de tres millones y medio de euros (3.519.100,33 euros).
El proyecto fue elaborado conjuntamente por el Ayuntamiento de Valencia, junto con la Universitat de València, la Fundación Global Nature y la Sociedad Española de Ornitología (SEU/BirdLife). El diseño del nuevo jardín es fruto de un concurso de ideas, que ganó un equipo multidisciplinario integrado por especialistas en arquitectura, botánica, arqueología, arboricultura e ingeniería industrial y liderato por el arquitecto Carmel Gradolí.
El arquitecto ha recordado que él fue alumno de Trini Simó «y siempre nos transmitió la idea de que la exología no es sólo cosa de zonas de campo o Albufera, también se debe de incorporar a la ciudad. Trini estuvo liderando movimientos vecinales sobre el solr de Jesuitas, para que no se construyera el hotel, en el río para que fuera jardín y en 'El Saler para el poble», ha recordado.
Será un jardín accesible, con rampas, para que puedan disfrutar también del paseo personas con movilidad reducida.
La alcaldesa, María José Catalá, ha explicado que es «un jardín esperado durante más de 30 años por los vecinos de Valencia y la verdad es que nos ha hecho muy felices poder iniciar este jardín maravilloso para la ciudad. En dos años, el actual equipo de gobierno ha podido aprobar el proyecto, licitarlo y adjudicarlo y empezar las obras».
María José Catalá ha añadido que el espacio «estará dedicado a los cítricos, a la agricultura tradicional valenciana y la técnica empleada, los materiales empleados, están muy cuidados, son muy tranquilos, con una técnica muy tradicional e intentando evocar las antiguas tapias, las celosías valencianas y la vegetación y la arquitectura de las típicas alquerías valencianas».
El nuevo espacio verde, en la esquina que conforman la Gran Vía de Fernando el Católico con el paseo de la Petxina, en el barrio del Botànic, se configura como un nuevo jardín hortofrutícola inspirado en la producción alimentaria valenciana. Reproduce también los cajeros de acequias para el riego de los campos, los caminos bordeados por plantas, los porches de parra para la sombra y los muros con tapial de cal. Está previsto, además, el uso de baldosa fabricada con biomasa de manufactura local.
En el nuevo jardín habrá dos balsas de riego y, de hecho, se regará a manta. Habrá una zona dedicada a los cítricos valencianos y zonas con otros árboles como los que dan frutos de granadas, caquis o higueras.
«Habrá un porche con parras y vamos a poner una determinada iluminación para fomentar que vayan dragones y así se alimentarán de los mosquitos», han indicado desde el equipo multidisciplinar que coordina Carmel Gradolí.
Uno de los trabajos que se realizan ya en el futuro jardín Trini Simó es la recuperación de suelo hidráulico y también de teselas de la antigua fábrica Nolla (que fue propiedad de la familia de Rita Barberá). Se trata del suelo de un antiguo edificio que tenía el colegio Jesuitas en 1920, «ya que la parcela en realidad tenía como una forma de tridente y había naves que llegaban hasta la parcela donde ahora se va a hacer el jardín Trini Simó», detalla Pepa Pascual, jefa del servicio de Arqueología Municipal.
Según Pascual «se trataba de edificios con los que fueron ampliando el colegio, por la gran demanda de estudiants que había y de hecho, muchas aulas llegaban hasta la alle quart, donde hicieron módulos de FP en su momento».
Tal como ha detallado Pepa Pascual, en las labores de arqueología «estamos trabajando con el suelo Nolla, que ya sabíamos que iba a salir porque teníamos constancia de que en este punto había un edificio y también han salido a la luz las canalizaciones de las antiguas construcciones». Estas piezas de Nolla se están extrayendo con sumo cuidado y se guardarán en el almacén municipal para reutilizar las piezas en otras obras de resturación.
Por otra parte, Pepa Pascual ha explicado que en su momento «hicimos catas en el resto del solar, porque teníamos constancia de unos planos de defensa tanto de los valencianos como de los soldados napoleónicos. Eran como fosas o trincheras de la época, pero finalmente no aparecieron».
Como apoyo a los trabajos de constantes edificaciones y derribos de edificios en Jesuitas, los arqueólohgos también se han basado en un Trabajo de Fin de Máster especializado en Jesuitas realizado por Pedro Pablo Guerrero Agila en 2018.
En este trabajo se habla de las primeras construcciones en esta manzana allá por el año 1879 para la implantación de edificios dedicados a la enseñanza y se habla de la ampliación de los pabellones que se encontraban en cada ala lateral del colegio para implantar "áreas como un gabinete de historia natural, un laboratorio micrográfico, un área de gimnasia que sustituiría al antiguo kiosco, que sería derrocado para la construcción de este pabellón, además de crear nuevas áreas destinadas a dormitorios, ya que el número de estudianets era cada vez mayor", como detalló Guerrero.
El conjunto facilitará la accesibilidad, fomentará la biodiversidad, complementará los huertos didácticos del Jardín Botánico y dispondrá de espacios para el descanso y la reunión. Finalmente, el nuevo jardín estará conectado con el Jardín de las Hespérides mediante una pared medianera construida con técnicas tradicionales y que dará continuidad a los dos espacios. El objetivo de estas intervenciones pretende generar una red de espacios nuevos y renaturalizados interconectados dentro de la trama urbana.
Los accesos serán tanto por el Jardín de las Hespérides como por Gran Vía-Fernando el Católico y, en este último punto, se plantará una zona de árboles para crear un refugio climático.
En este sentido, Catalá ha asegurado que «el proyecto incorpora también dos zonas centrales que desarrollará la Universitat de València y, por lo tanto, habrá mucha conexión entre el Jardín Botánico, el Jardín de las Hespérides y el Jardín Trini Simó. La verdad es que el proyecto es un buen proyecto, estamos contentos y permitirá un pulmón verde maravilloso para la ciudad de Valencia».
La alcaldesa ha declarado que espera que las obras estén acabadas hacia el mes de marzo o abril del año que viene y que el jardín tendrá dos accesos para facilitar la apertura y el cierre aunque «las paredes no serán un tapial sino una celosía para que tenga visibilidad desde el exterior».
El jardín se encuentra en el entorno de dos Bienes de Interés Cultural (BIC), el Jardín Botánico de la Universitat de València y la Iglesia de San Miquel y San Sebastià. Igualmente, está rodeado por dos Bienes de Relevancia Local (BRL) de la ciudad de València, la Alquería del Beato Gaspar Bono y la Escuela de San José de la Compañía de Jesús. Además, está junto al Jardín del Túria.
Una vez conocidos los plazos de las obras, desde Compromís, la portavoz Papi Robles denuncia que «el retraso del gobierno del PP y Vox para empezar a ejecutar las obras provocará que a fecha de 31 de diciembre de este año todavía no habrán finalizado y esto supondrá perder parte de los fondos europeos».
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